Capítulo 39 ¡QUE! ¿Otro bebé?

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Giulia al oír lo que dijo la doctora, se asustó, pero a la vez se emocionó; lo mismo su pareja, abrió sus ojos como platos, mientras cargaba a su bebé recién nacido con sumo cuidado. Luca y Jianna se asustaron, – ¿como así? –

– lo sabía, sabía que no tendría un solo bebé – acertó Luca con entusiasmo

Sus padres se emocionaron, pero a la vez se preocuparon, ya que temían que algo malo le pasara a ella, o al recién nacido, ya que muchas madres de mellizos o gemelos, mueren durante el proceso, – Massimo, ¿crees que Giulia saldrá de esta? – preguntó con lágrimas en sus ojos, tomando su mano

– si, ella es una Marcovaldo, es fuerte, como la madre de Jianna – la alentó

– si, mi madre tuvo ocho partos, y sigue siendo fuerte – intervino la chica

Giulia en su cama, logró sentarse en el borde de esta, sosteniendo su abdomen, no le quedaban nada de fuerzas, Amadea estaba emocionada, pero a la vez asustada, ya que era el primer alumbramiento múltiple que atendía en su vida, temía que algo le pasara a Giulia, o que el recién nacido no sobreviviera, – bueno querida, no creí que esto fuera a pasar, pero... debes volverlo a hacer – le motivó, comprendió lo que le dijo, aunque no tenía esfuerzo alguno, trato de hacer lo posible, – amore, se que puedes – se sentó a su lado, en compañía de su bebé, Giulia estaba asustada, ya que temía que algo malo le pasara a ella y el bebé, inhalo y empujo dando un leve quejido de dolor, Alberto estaba nervioso, – hazlo de nuevo – le indicó Amadea

trato de hacerlo, pero sentía que se quedó sin fuerzas, – con fuerza –

el dolor se hacía cada vez más fuerte, – no...puedo...más doctora – se notaba el fuerte desaliento en su voz, – hazlo, solo esfuerzate – le animo, saco las más posibles fuerzas de su interior, lo volvió a hacer, mientras apretaba su vientre sintiendo como su bebé se deslizaba en su interior, – eso, solo unas cuantas veces y ya – Amadea estaba emocionada y nerviosa a la vez, quien estaba de rodillas frente a Giulia, – Giulia no tiene demasiadas fuerzas, es momento de hacer una presión en la zona abdominal – indicó la doctora, Alberto puso cara de duda al no saber a qué se refería, – es un método que utilizamos en la medicina obstétrica en caso de que la madre se quede sin fuerzas durante el parto, o que el bebé quede atascado, se hace una presión en la zona abdominal superior, con las palmas unidas, pero no puedo hacerlo sola, necesito ayuda – le comentó

– me gustaría ayudar, pero tengo al bebé en brazos, no puedo dejarlo solo – comentó el joven cargando al recién nacido, – debo recibir al bebé, entonces llama a tu amigo, nos puede ayudar –; Alberto salió a la puerta, llamó a su amigo, – suerte – le deseo Jianna

– hijo, acompaña a Giulia en este gran momento, cuida de ella – le habló su madre, los padres de Giulia se acercaron, – cuida a nuestra hija – le dijo Bianca

Luca no sabía que debía hacer, la puerta se cerró y noto a Giulia sentada en el borde de la cama, a la doctora frente a ella, y a su amigo cargando al bebé, – bueno Luca, Giulia está sin fuerzas, lo cual es impedimento para que se de el nacimiento, entonces cuando lo ordene, con las palmas de las manos, una sobre otra – le mostró con sus manos

haces presión en la parte superior del abdomen de Giulia, con sumo cuidado,para que logre salir el bebé, de manera cuidadosa, ¿está claro? – le preguntó, el chico algo nervioso, acento su cabeza en señal de aprobación, se sentó al lado de su amiga, quien la noto sin fuerzas y por sus expresiones, estaba pasando por el peor dolor de su vida, no dudo en darle un cálido y reconfortante abrazo, para hacerla sentir mejor, – bueno, cuando lo ordene, presionas con sumo cuidado en la parte superior – le indicó

Luca se puso muy nervioso, ya que temía hacerle daño a su amiga y al bebé, – bueno, es hora – ordenó la doctora, el chico con todos los nervios del mundo, colocó las manos sobre el abdomen de Giulia, hizo una pequeña presión en este, mientras que Giulia sentía su interior desgarrarse y sudar como langosta en verano, – eso, otra vez – lo volvió a hacer; Giulia soltó un pequeño quejido de dolor, – resiste amore, falta poco – la alentó Alberto

se notaba la preocupación en su voz, temía que algo malo le pasara a su novia o al recién nacido, temía que muriera, y que los bebés crecieran sin su madre, tal como le pasó a él,

– ya se asoma la cabeza, falta poco, solo unas cuantas y ya – sostenía con cuidado la cabeza de la criatura, inhalo y empujo con las fuerzas que tenía, – tu puedes hacerlo amiga – la animó Luca

– ¡ya casi! – Amadea estaba emocionada, ya que todo saldría bien, la chica quería que aquel dolor cesara, y estar al fin con sus bebés, en compañía del padre, volvió a hacer el esfuerzo y rempujo, soltando un agudo grito de dolor, Luca al oírlo se estremeció, Alberto le tomo su mano, – pasame la cobija que está a tu lado, por favor – le pidió Amadea, sosteniendo a la criatura en sus manos, el chico algo nervioso y estremecido por la situación, se la pasó, al cabo de un momento se escuchó el llanto de la bebé, la cual su aspecto era de color morado, era una versión miniatura de Alberto, Amadea de una le paso a la pequeña criaturita a la madre – es una niña –; Giulia apenas la tuvo en sus brazos, la apego a su pecho, sintiendo su calor, sus lagrimas hicieron su aparición, – Fiorella – exclamó sin dejar de llorar, Alberto lloro de la felicidad, apego su rostro hacía el hombro de Giulia, dejando que sus lagrimas salieran de sus ojos y revelando su forma marina, Luca se sintió conmovido, ya que era la primera vez que presenciaba el nacimiento de un bebé marino, unas cuantas lagrimas salieron de sus ojos, – grazie...docto...ra – Giulia miro a Amadea con lagrimas de felicidad y agradecimiento, cargando a su hija. Massimo y Bianca estaban demasiado felices, ya que habían dos nuevos miembros en la familia, – es...una niña ... – Bianca no dejaba de llorar de la felicidad, – si, so...mos abuelos de... dos bellos...nietos – su sollozo se hizo presente

en eso Luca salió de la habitación, Jianna noto sus lágrimas, quien lo abrazó de una, en eso Massimo se acercó a él, dándole un gran abrazó, – grazie por cuidar de Giulietta – le agradeció sin dejar de sollozar, mientras tanto Giulia estaba recostada, en compañía de sus dos hijos, estaba adolorida, pero a la vez feliz, y en compañía de Alberto, quien no dejaba de llorar, con las pocas fuerzas que le quedaban cargo a Federico, luego su novio le paso con cuidado a Fiorella, Giulia sosteniendolos com ambos brazos, los miro con ternura,

– bienvenidos al mundo, Federico y Fiorella Scorfano – les dio un beso a cada uno en sus pequeñas cabezas con aletas, Alberto tomó a la bebe, en sus brazos, – papá está aquí contigo, no te dejare sola, mi niña – la apego a su pecho, se acercó a su novia, que estaba terminando su segunda fase de alumbramiento.

Eres mi verdadero amor, y lo sabes. (Alberto Scorfano x Giulia Marcovaldo).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora