Capitulo 38 ¿Porque lo hiciste?

87 1 1
                                    


Alberto después de estrellar la botella contra la pared, tomó el cuchillo y salió de la bodega enojado, buscaría al asesino de sus padres, mientras que Giulia estaba en la cocina, en compañía de su padre, que le estaba preparando algo, – no puedo creer que tengas hambre otra vez – habló su padre

–si, vaya que el embarazo da hambre, además no decias que querias que tu nieto o nieta nazca fuerte como nosotros – le cuestiono

–si, es verdad – rio

– ya Bianca y Daniela vienen, fueron al mercado a traer unas cosas que le pedí – habló el hombre

de repente en la puerta apareció Alberto llenó de ira, con el cuchillo en su mano, apretando cada vez más, – ¿PORQUE LO HICISTE? – le gritó a Massimo

el pescador se asustó al oír el grito , –Alberto ¿de qué hablas? – le preguntó asustado

– no te hagas eh, ¡TU LO HICISTE! – le volvió a gritar

Giulia al ver gritar a su novio, se aterro

– amore, ¿qué ocurre? - preguntó al borde del llanto

-él...él...es un...asesino – de la furia colocó el cuchillo el el cuello del pescador

– Alberto ¡No! – le suplico Giulia con lágrimas

– él mató...a mis padres – lo dijo con lágrimas sin dejar de amenazar a Massimo con el afilado cuchillo

– ¿Qué dices? – exclamó Giulia en lágrimas

– no entiendes Giulia, me quito...lo que más amaba, él asesinó a mi madre, cuando...tan solo era un bebé – su llanto se desbordó

alejo el cuchillo del cuello de su suegro, sentándose en el suelo, dejando su llanto salir

su novia con cuidado se acercó a él, – amore – lo abrazo

– luego, mi padre murió a manos de él – se llenó de enojo, quien no dudó en darle un fuerte golpe a Massimo, su nariz empezó a sangrar, Alberto llegó en sí, notando sus manos manchadas de sangre, en ese momento Giulia sintió una fuerte punzada en su vientre, que la hizo retorcerse, – no...no – vio a su novia en el suelo, noto su embarazo

– no...soy...un asesino – se desespero, salió corriendo de la cocina, en dirección a la calle

Massimo salió del susto, persiguiendolo, mientras que Giulia se puso de pie, sintiendo como su fuente se rompía,aquel líquido amniótico caliente se derramaba en sus piernas, esparciéndose en el suelo de la cocina, sintiendo como una fuerte contracción hacía su aparición, gimiendo de dolor, camino sosteniendo su espalda, hasta llegar a las escaleras, de hay otra fuerte contracción hizo su aparición, haciendo que gritara de dolor, se sentó en un escalón, las fuerzas se iban de ella. Luca y Jianna llegaron de un recorrido por el mar, hablando de todo un poco, – oye, ¿dónde están todos? – preguntó la chica con dudas

– no se, debieron salir, aunque Giulia debe estar en su habitación – intervino el chico

Jianna llegó al pasillo, notando a Giulia sentada en las escaleras, retorciéndose del dolor – Giulia, ¿Qué haces aquí? – preguntó al ver su cara de dolor

–el bebé, ya viene....agghhh – se volvió a quejar de dolor, Jianna no sabía qué hacer

– LUCA,LUCA– lo llamó desde el corredor, el chico llegó a toda, – ¿que ocurre Jianna? – preguntó a toda

– es Giulia, va a dar a luz – dijo con afán, Luca se impresionó y asusto

–ay no, y precisamente hoy – Luca no sabía qué hacer o a donde ir, – Rapido Jianna, llevala a su cuarto, y alista...a...agua caliente si, y...sabanas... y unas tijeras afiladas, pero antes desinfectarlas al rojo vivo – le indicó

– y ¿tú qué harás? – le preguntó con afán

– iré a buscar a la prima de Nicoletta – salió a toda de la casa, en la puerta se topó con su madre

– ¿qué pasa hijo? – preguntó al ver su expresión

– es Giulia mamá, es Giulia – exclamó

– ¿Qué ocurre con ella ? – estaba confundida

– va a dar a luz, iré a buscar a Amadea, ya vuelvo – salió a toda, Daniela al oír lo que dijo, entro a toda, viéndola sentada en las escaleras, respirando y controlando sus dolores, mientras Jianna alistaba todo, – oh Giulia, ¿hace cuanto empezo ? – le preguntó con afán

– hace medía hora – contesto entre dolores

– ven, te llevare al cuarto – la ayudó a ponerse de pie, con sus fuerzas subió las escaleras, a mitad de estas, volvio a soltar un quejido de dolor

– rápido, no querrás dar a luz en las escaleras – subió con ella hasta el cuarto, quien le ayudó a cambiarse de ropa

le ayudó a ponerse de pie, – ven querida, quédate así de pie, y recuesta un poco la espalda – le indicó

Giulia le siguió, – ahhh – volvió a gemir de dolor, sentía como las contracciones le desgarraban el interior, – no te preocupes, la partera ya viene – la calmó. Giulia pensaba en Alberto, – Alberto, regresa – dijo entre lágrimas, mientras las contracciones se hacían cada vez más presentes.

Eres mi verdadero amor, y lo sabes. (Alberto Scorfano x Giulia Marcovaldo).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora