Llegó un nuevo día, Giulia abrió sus ojos, notando que estaba amaneciendo, miró a su lado, notando a su novio dormir, le pareció muy tierno, así que lo dejo ahí descansar. Salio al jardin, notando todo normal, se le vinieron recuerdos de su infancia, sobre todo cuando sus padres estaban juntos, antes de que tomaran ese arduo camino del divorcio, fueron años duros, pero hacía lo posible por aceptarlo, hasta que se reconciliaron y unieron votos de nuevo, volviendo a ser esposos, haciendo una pequeña boda en el pueblo, todo fue colores en esos meses, hasta que su abuela paterna murió, camino hasta notar una pequeña silla en el patio, al verla le recordó a ella, ya que en esa le leía cuentos o le contaba anécdotas de su vida, como pescadora, y aventurera, hasta que ese fatídico día llegó, donde sabía que no volvería a escuchar aquellas historias, o volver a ver el atardecer desde esta, sus ganas de llorar llegaron, -ay abuela, ojala siguieras viva-exclamó con lágrimas tocando el brazo de la silla, se sentó en esta, recordando aquellos momentos de su infancia, e imagino el día donde su padre le contara historias de sus aventuras, o su madre enseñándole el arte de la pintura usando esta silla, cosas así la ponían feliz, en eso escucho un ruido, miro hacía donde venía, era Alberto, -amore, ¿pasa algo?- le preguntó al notar su preocupación
-ay amore, creí que algo malo había pasado, pero no, fue solo paranoia mía- se rasco la cabeza
-ay Alberto, solo salí a caminar, quería despejar mi mente, ya que como sabes, voy a ser madre en unos meses, y eso me tiene feliz, pero a la vez, algo pensativa, ya que necesitare demasiado tiempo y paciencia para llevar esta nueva etapa- comentó
-si lo se Giulia, dentro de unos meses tendremos un bebé, será algo maravilloso, y a la vez agotador, ay que como sabes, papá me crió solo desde que mamá murió, cuando era pequeño le pregunte donde estaba, me dijo que se había ido a un lugar mejor, que se había ido a nadar con los peces, fue hasta los ocho o nueve años, que descubrí la verdad, que había muerto a mano de pescadores, de los humanos, siempre me dijo que los humanos eran peligrosos, pero cuando los conocí, me dí cuenta que eran lo contrarió, pero antes de que él se fuera para siempre, habiamos tenido una fuerte pelea, en eso le dije, que no quería ser su hijo, él me respondió "yo nunca planeé que llegaras" lo dijo con ese enojo y odio, al oír eso, me di cuenta que que fui un bebé no deseado, no se si estaba ebrio, pero ya han pasado más de quince años, y aún no olvido aquella frase, solo sé qué ese bebé que tendremos es planeado, y nunca será un error, le daremos todo nuestro amor- tocó su vientre
-ay amor, solo deja eso en el pasado,vive el presente, para que puedas gozar el futuro- lo alentó
-grazie amore, de todos modos todo ese tiempo solo, aprendí que no lo necesitaba, pensaba e imaginaba a mi madre a mi lado- se puso nostálgico
-si, a veces pasan esas cosas, pero ahora vivirás una nueva etapa,y se que los tres estaremos felices, criaremos a nuestro hijo o hija con amor, obvio, enseñarle que es lo bueno y lo malo, de paso mis padres lo amaran más, mi papá le enseñara a pescar y como tejer redes, y mamá a pintar, solo se que todos seremos felices, aunque cuando Luca y Jianna tengan familia, jugaran y reirán juntos, solo se que viviremos un gran momento- tomo su rostro
-si amore, los tres seremos felices, en nuestro hogar en Génova, vendremos en verano y navidad a pasarlo con tus padres, ya me imagino celebrando sus cumpleaños y abriendo sus regalos en navidad, ahh, que bello- pensó Alberto con alegría
-si amore, igual yo, qué te parece si vamos a caminar por el pueblo, quiero que pasemos un momento juntos- lo abrazo
aceptaron y salieron a caminar por el pueblo, los tenderos estaban empezando a abrir sus locales, y las cafeterías igual, pasaron cerca de la casa de Ciccio y Nicoletta, vieron a Ciccio asomado en el balcón, contemplando el sol salir, al verlos los saludo
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Eres mi verdadero amor, y lo sabes. (Alberto Scorfano x Giulia Marcovaldo).
FanfictionHan pasado diez años, desde que Giulia había conocido a sus nuevos amigos, cada día estaban más unidos, hasta que Alberto comenzó a tener sentimientos hacía su hermana adoptiva, desde los quince años, Giulia había comenzado a sentir lo mismo, pero s...