15. Invasión a la privacidad

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La mañana siguiente Ruby despertó por un sonido particular.

Cuando consiguió abrir sus ojos por completo y agudizar sus sentidos, se dió cuenta que lo que oía era Miles cantando como un loco desde la planta baja.

- ¡Oh Susan, adoro ésta parte! - lo oyó gritar y luego siguió cantando.

Ésta bufó y cubrió su rostro con la almohada. A su lado Alex dormía como un tronco mientras roncaba levemente, acostumbrado a los sonidos altos.

Lo movió un poco y éste dejo de roncar pero no sé despertó.

- Alex... - susurró. Pero Alex seguía dormido. - ¡Alex! - habló ahora más fuerte.

Alex no le respondía, estaba sumido en un sueño profundo.

Lo sacudió con fuerza y éste por fin se despertó mirando hacia todos lados confundido.

- ¿Qué pasó, que pasó? - preguntó con voz ronca y adormilada, mientras pasaba una mano por su barbilla.

- ¿Cómo puedes dormir así? Miles está prácticamente gritando abajo con la música al máximo. - preguntó confundida y divertida.

- Lo... Lo siento es que...- bostezó. - estaba teniendo un buen sueño... Pero ya no lo recuerdo. ¿Que ocurre?

- Nada, Miles me ha despertado. No sé que hora es.

Alex a duras penas tomó su móvil de la mesa de noche y vio que eran las nueve de la mañana. Gruñó molesto y volvió a acomodarse en su lugar dispuesto a seguir durmiendo.

- ¡No te duermas! - lo regañó Ruby.

- ¿Por qué? Tengo sueño, aún es temprano. No es mi culpa que te hayas despertado.

- ¡Hey! - se quejó ofendida y se incorporó para voltearlo dejándolo boca arriba en la cama y subiéndose encima de él. - Dame amor. - le ordenó en broma y éste rió.

- Ruby tengo sueño... - se quejó mientras la abrazaba por la cintura, y ésta se recostaba en su pecho.

- Es nuestra primer mañana aquí, juntos, lejos de todo... ¿No es eso genial? Bueno, excepto por los gritos de tu amigo el loco.

Alex rió con una voz ronca y nego con la cabeza.

.

Almorzaron los tres juntos, y Miles insistió en que lo acompañaran al estudio de grabación dónde estaba trabajando en una colaboración y creando bastantes pistas para un futuro álbum.

A Ruby le interesaba el trabajo de su amigo, y estaba feliz de que sea tan creativo y original. Pero por otro lado Alex amaba la música, y aquella visita era realmente un honor y orgullo para él.

Estuvieron toda la tarde hablando de música, Miles enseñándoles sus trabajos y demás.

- Amor, ¿Te molesta si bajo al centro comercial por un rato? Me apetece un café.

- Claro, estaremos aquí. Cualquier cosa llámame.

Ruby beso en los labios a Alex, y luego se despidió de todos para bajar hasta la calle.

Al salir, notó que en la vereda de enfrente había un muchacho de aspecto extraño que cuando la vio volteó rápidamente. La pelirroja frunció el ceño y emprendió su camino alejándose del estudio.

Caminó por las calles de Londres, en busca de alguna cafetería pintoresca. Al encontrar una que le gustó bastante ingresó, pero antes de pasar por la puerta volteó una vez más sintiendo una sensación extraña.

A lo lejos, aquel mismo hombre que estaba frente al estudio de música, a lo lejos sostenía una cámara escondiéndose entre unos arbustos.

Un escalofríos recorrió su espalda y sintió cómo se paralizaba. No era la primera vez que la fotografiaban los paparazzis, ya todos sabían que ella era la novia de Alex. Pero si era la primera vez que lo encontraba fotografiándola. Era una sensación horrible, una invasión total a tu privacidad.

Ingresó con rapidez a la cafetería y busco un asiento bien alejado de todo. Quitó su abrigo sintiendo un sudor frío recorrer su frente y su espalda.

- Buenas tardes, bienvenida a Almafi Coffee. Le dejo el menú. - la moza la sacó de sus pensamientos.

Ruby la miró asustada y tomo el menú.

- Buen día... Claro.

- ¿Se encuentra bien? - preguntó amable y algo preocupada al ver la expresión de horror en su rostro palidecido.

- Si... Si. Es sólo... Está todo bien. - le sonrió forzadamente.

- ¿Eres Ruby Hills cierto? Lamento mi intromisión, pero he leído tu libro y vi que estabas en la ciudad con... Bueno, con Alex. - sonrió algo avergonzada.

- ¿Oh de veras leíste mi libro? - sonrió Ruby, relajándose un poco de aquella fea situación. No le molestaba ser reconocida por sus lectores o por fans de Alex, lo que si le molestaba es que sean irrespetuosos como aquel paparazzi.

- Si, me ha encantado... Es un honor tenerte de nuevo por aquí en Londres. - sonrió amplio. - ¿Podría pedirte un autógrafo?

Ruby se extraño ante aquel pedido, y se ruborizó un poco.

- Por supuesto.

La mesera le tendió una libreta, y Ruby garabateo su firma

- ¿Cuál es tu nombre?

- Hilary.

- Con amor... Para Hilary, de Ruby Hills. - murmuró mientras escribía en la libreta y luego se la entregó.

- ¡Muchas gracias! Y lamento invadir tu espacio, llámame cuando sepas lo que vas a pedir. - sonrió avergonzada y se retiró rápidamente.

- Gracias a ti... No es problema en absoluto.

Ruby tomó el menú y al minuto pidió su orden. Luego, llamo a Alex para comentarle el incidente del paparazzi. Había sido un trago amargo, y necesitaba contárselo a él, la persona que mejor la comprendía y quién más la apoyaba en todo.

Una media hora después, cuando ella ya se encontraba comiendo su merienda vio que Alex fuera de la cafetería firmaba algunos autógrafos de dos personas que lo habían frenado, y se sacaba unas fotos. Luego entro buscándola con la mirada.

Al divisarla, camino hacia ella rápidamente y beso sus labios.

- ¿Está todo en orden? Lamento la tardanza... - preguntó preocupado.

- Está todo bien... No, lamento yo haberte interrumpido. Pero fue una situación... Fea. - acotó preocupada.

- Oh, cariño. No es nada, sabes que puedes contarme lo que sea. ¿Te ha hecho algo? ¿Te ha dicho algo?

- No, no... Él estaba a lo lejos. Pero es la primera vez que alguien me fotografía sin mi consentimiento y lo veo. ¿Entiendes?

- Si, lo sé. Se lo que se siente. Lamento que hayas tenido que pasar por eso...

- Está bien... Solo espero que no pase a mayores. - hizo una mueca y su último sorbo de café.

- ¿Te parece si vamos a casa de Miles a relajarnos un poco? - preguntó Alex.

- Si, eso suena bien.

Alex se incorporó un poco para volver a besar con ternura sus labios, y luego llamo a la mesera para pagar su comida.

Baby, I'm yours | Alex Turner ( Stuck on the puzzle parte II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora