EPÍLOGO

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• • •     4   a ñ o s   d e s p u é s   • • •

Ruby bajó de su auto junto a Scooter, quien obediente iba a su lado cada vez que salían por ahí.

Caminaron por la vereda lentamente. Aquel día estaba soleado y Ruby pensó que sería una buena idea ir a merendar a algún bonito parque y estar un poco en la naturaleza. Estaba segura de que a ella le encantaría.

Llegó finalmente a su destino, el kinder de la escuela St Paul Juniors. Usualmente solían ir con Alex, pero aquella tarde tenía una reunión con la banda así que fué sólo ella.

La camapana sonó anunciando que la jornada había acabado, y luego de unos minutos las grandes puertas de la escuela se abrieron, mientras los niños salían corriendo en busca de sus padres con la mirada.

Y allí, entre aquella pequeñita multitud una niña de cuatro años alzó la cabeza curiosa, buscando a su mami con la mirada. Era su hija.

Su cabello era de un rojizo intenso como el de Ruby, pero lacio como el de Alex. Tenía los ojos de su padre, redondos y grandes. Te hipnotizaban. Y llevaba con orgullo cientos de pecas en su pequeña nariz.

– Riley. – llamó Ruby a su hija.

Ésta sonrió amplio al encontrarse con su mamá y corrió con euforia hasta ella, sosteniendo las correas de su pequeña mochila que tenía un curioso monstruo verde.

– ¡Mami! – exclamó una vez que llegó a ella.

Ruby se había arrodillado en el suelo para abrazarla.

– ¿Cómo estás, princesa? ¿Que tal ha ido el día?

– ¡Bien! Mami, he hecho una nueva amiguita... ¿Puede venir a jugar? – habló con rapidez.

– ¿Una nueva amiga dices? – preguntó sonriendo.

Aquella noticia la alegraba, hacia solo una semana había empezado el kinder, y ya tenía una amiguita.

– Si, se llama Tara. – sonrió. – Ella está allá, es un año más grande. Ella tiene así. – enseñó sus cinco dedos.

– ¿Tiene cinco?

– Ajá.

Señaló con su dedo feliz hacia donde se encontraba la niña, y esperanzada de que su madre no se oponga a su idea.

Tara era una niña que Riley había conocido desde el primer día de Kinder en el recreo, ya que Tara era un año mayor.

Ruby volteó a ver de quién se trataba. Su vista se topó con una niñita un poco alta para sus cinco años, su cabello era tan rubio que parecía casi blanco y sus ojos eran celestes como el cielo... Éstos se le hicieron bastantes conocidos.

Vió que se acercó con su madre hasta donde estaban ellas dos, y al pararse se encontró con quién jamás se imaginó: Taylor Bagley.

Ésta la miraba sorprendida, y Ruby la miró en una expresión similar.

– ¿Si puede venir mamá? ¿Si puede? – preguntaba Riley insistente.

– Taylor... – Murmuró Ruby sorprendida.

– Ruby... – Taylor sonrió amplio.

– Por supuesto que puede venir.

Le respondió Ruby finalmente, y sonrió de lado sin quitarle los ojos de encima a quien una vez había sido su gran amiga.

Ambas voltearon a sus hijas, quienes parecían ser el calco de ellas dos cuando tenían su misma edad. Se conocían hace poco, pero ya se encontraban allí riendo y charlando de quién sabe qué.

Luego voltearon a verse una vez más, y sonrieron mirándose anonadadas.

Se dieron cuenta en ese instante, que a pesar de que aún hayan varias charlas pendientes, si la vida las había juntado una vez más por medio de sus hijas, quizá había un motivo más importante que el que creían.

Decidieron, en silencio, darse una oportunidad más a partir de aquel momento.

FIN.
 (éste si es el final :'[ )

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¡Mis lectorxs! Lo Turner, una vez más aquí. Tengo tanto para decirles que siento que este capítulo extra tampoco alcanzaría! Gracias, gracias y más gracias.

Gracias a todxs aquellxs que apoyaron a la fic desde Stuck On The Puzzle, lxs que se sumaron después, lxs que vinieron a Baby I'm Yours... Todxs! Por votar, por comentar, por leer, por estar.

Espero que no me odien mucho por todas esas partes en que había demasiado drama jajaja, o por cometer errores que con el tiempo fui aprendiendo, pero como siempre dije: mi idea desde que cree ésta cuenta fue siempre dedicarles a todxs un poquito de historia al lado de Alex (o de cualquier crush jiji) para sentirlo un poco más cerca. Un poco más real, más alcanzable.

Escribir es algo que amo hacer, y si bien a veces me quedaba sin ideas, tenía problemas, o pasaba por algún bloqueo de escritor siempre estuvieron ahí pacientes hasta que actualizaba... ¡Y eso me hace muy feliz!

Espero que les haya gustado tanto ésta historia como a mí, (que me gustó agregarle un final distinto... Un final que podría pasar, un final con una amistad que si bien en un tiempo acabo...¿Por qué no podría reunirse?) Y me apena tanto que ahora sí haya llegado al final definitivo!

Ésta es una de las historias que más reconocimiento tuvo en mi cuenta, y estará por siempre en mi cora aunque no sea gran cosa! Jaja.

Les deseo lo mejor para todos y todas, eternamente agradecida con ustedes! Abrazo bien grande para todxs. Los quiere! Lo Xx

Baby, I'm yours | Alex Turner ( Stuck on the puzzle parte II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora