30. El tiempo necesario

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El tema de la perdida del bebé había sido un caos para la vida de ambos. Todos comprendían que su prioridad ahora era recuperarse de aquella situación, y se les dió varios días de descanso.

Alex sabía que alguno de los dos debía volver a la rutina poco a poco, pero como no podía ni quería viajar a Londres había quedado en hacer reuniones virtuales con la banda y todo el equipo mientras terminaban de organizar el tema de la producción del álbum, y todo lo que vendría después de la venta del álbum, el merchandising, y demás.

Pero Febrero había llegado, y a Ruby aún le costaba volver a su rutina. Así que le dijo a Marianne, su jefa, que renunciaría hasta que termine el libro en que estaba trabajando.

Marianne la intentó convencer de que no se vaya, que podría trabajar desde casa como Alex, pero Ruby estaba decidida. Así que un día, Alex la acompaño a buscar sus pertenencias y darle un último adiós a su oficina.

- No puedo creer que te vayas. - Murmuró Amanda desde la puerta.

Más de una vez había ido a visitar a su amiga en sus peores días, pero jamás pensó que Ruby fuera a tomar una decisión así.

- Bueno, no es un adiós. Es un hasta pronto... - Murmuró mientras acomodaba unos papeles dentro de unas carpetas. - ¿Cómo has estado?

Amanda ingreso a la oficina y corrió a abrazar a su amiga.

- Te extraño, te extraño siempre. No es lo mismo sin ti...

- Yo también te extraño Amy, pero ahora es un momento difícil. Y ya tomé mi decisión.

Alex alzó la mirada apenado mientras guardaba unos libros en una gran caja, no quería entrometerse entre su charla de amigas, pero comprendía a Amanda. Él tampoco quería que ella abandone lo que más amaba hacer, pero si era lo que necesitaba para recomponerse, entonces la apoyaría hasta que supere toda aquella situación.

- Lo sé Ruby, y te voy a apoyar en la decisión que tomes. Sabes que he estado para ahí desde el primer momento, hasta el momento mas difícil. - suspiró aún con un brazo por sobre sus hombros.

- ¿Que he hecho para merecerte? - preguntó con una media sonrisa apenada.

- ¡Lo mismo digo!..
¿Te ayudo a empacar?

- Gracias Amy.

La castaña se sumó al par, para ayudarlos a terminar de empacar todo lo que restaba de aquella oficina.
Habían charlado de varias cosas, y recordaron su mejores momentos en el trabajo con melancolía.

No era tiempo de bromas, y sabía que había una mirada apagada en Ruby. Pero aún así, aunque su bella sonrisa estuviera ausente, su escencia seguiría siendo la misma hasta que su corazón sane del todo.

Y cuando todo estuvo empacado dentro del auto, Ruby saludó a sus compañeros con los que tenía más relación, luego se despidió de su jefa quien la saludo con cariño y por último Amy.

Esta los acompaño hasta el estacionamiento, pero sabía que aquello no era una despedida, ya que habían quedado en que iría más a menudo a verla a su casa, a llevarle el chisme de la oficina y llevarle los más ricos postres para no perder la costumbre de merendar juntas.

• • •

Una tarde, Ruby se animó a salir sola por primera vez en mucho tiempo aprovechando que Alex trabajaría y no quería molestarlo.

Optó por ir al centro comercial, y caminó por un largo rato viendo vidrieras como solía hacer. También se animó a comprarse una bonita blusa que le había gustado, eso la había animado bastante.

Baby, I'm yours | Alex Turner ( Stuck on the puzzle parte II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora