23. Demasiados pensamientos.

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Ruby condujo en un estado de shock y confusión hasta la dirección de su amiga, Amanda.

Ya le había enviado un mensaje con anterioridad avisándole que iba a ir, que era una emergencia. Amanda al verla en su puerta rápidamente se hizo a un lado para que la pelirroja entre en su casa, y la abrazó acompañándola hasta el sofá de la sala.

- Ruby... ¿Qué ha ocurrido?

Pero ella no podía hablar, y no lo hizo por un buen rato ahogada en un desconsolado llanto. Amanda, a su lado la consolaba frotando su espalda y suspirando apenada por su amiga. Esperaba que nada grave haya sucedido.

Cuando por fin pudo recuperar un poco el aliento, en una voz nasal y sus mejillas empapadas se alejó un poco para ver a Amy a los ojos.

- Amy... Estoy embarazada. - soltó por fin.

Su amiga la miró en shock por unos segundos, no comprendía por qué Ruby estaba tan destrozada por aquella noticia.

- ¿Estás embarazada?... ¿Tu no querías tener hijos? - preguntó algo confundida intentando encontrar el hilo de toda aquella situación.

- No es eso... - suspiró. - Es una larga historia. Pero justo ahora, un bebé era lo que menos esperaba.

- Puedes contarme.

Ruby asintió con la cabeza, y comenzó a contarle todo lo ocurrido a su amiga. Después de toda aquella historia, Amanda por fin comprendió el temor de su amiga.

- Oh Ruby... Escucha, se que debes tener mucho temor ahora mismo. Incertidumbre y enojo por no poder controlar la situación. Pero... - suspiró y tomo su mano. - Escucha tu corazón. No pienses en Alex, en los planes que ustedes tenían. Piensa en ti, en el deseo que está en el fondo. Tu siempre quisiste ser madre, ¿Cierto? Lo hemos platicado.

Ruby la oía atenta y apenada, secando más lágrimas rebeldes.

- Primero debes pensar en eso, y ya después puedes pensar cómo hablar ésto con Alex. No deberías temer por su reacción... Es decir, entiendo que no fue algo planeado y es una sorpresa para ambos. ¿Pero considerarías abortar a éste bebé? ¿Realmente lo harías?

Ruby se quedó pensativa por unos segundos mirando sus manos. No quería tomar ninguna decisión, y tampoco podía. Su mente estaba bombardeada de tantos pensamientos, que sentía que le iba a estallar.

- No puedo pensar en más nada. Solo sé que no quiero volver a casa por hoy.

- Ruby, debes enfrentar esta situación. Alex es tu pareja, y el padre de ese bebé...

- Déjame quedarme aquí solo por hoy. - suplicó Ruby.

- No es que no quiera que te quedes, eres mi mejor amiga Ruby. Es sólo que... Quiero que hagas bien las cosas.

Después de un buen rato, Amanda comprendió que Ruby no tenía intenciones de volver a su casa, así que le insistió para que al menos le llamé a Alex para que sepa que estaría en casa de ella.

• • •

Al día siguiente Ruby asistió al trabajo, y cuando la jornada acabo, le agradeció a su amiga por haberla hospedado en su casa con tanto amor, y se retiró dispuesta a volver a casa.

Al llegar a ésta finalmente, la notó silenciosa, vacía. Aunque claro, Alex debería estar allí, en alguna habitación.

Y efectivamente, estaba en la habitación que él usaba como estudio, tocando algunos acordes sueltos en su guitarra acústica negra. Al sentir la presencia de Ruby, volteó rápidamente su cabeza sorprendido.

- Volviste... - musitó dejando las cosas en su lugar y caminado hasta Ruby.

Notó que en su rostro no había ninguna emoción. Ella le tendió un papel, que Alex tomó con temor.

Al abrirlo, comprendió toda la situación. Ruby quería huir, estar sola. Pero se quedó allí viendo su reacción.

Alex cerró el papel, y suspiró. Luego paso una mano por su cabello, pensativo.

- ¿Por ésto no volviste a casa anoche? Debí ser el primero a quien se lo hayas dicho.

- No empieces... ¿Por qué no te pones en mi situación?

- No digas eso... Hablemos, ven.

Alex tomó su mano, y Ruby muy a duras penas lo siguió hasta su habitación. Se sentaron sobre la gran cama y mientras Alex buscaba su mirada, Ruby solo podía mirar hacia el frente sintiendo aquel nudo otra vez formarse en su garganta.

- ¿Por qué no volviste a casa Ruby?

- Temía ver tu reacción. Esa es la verdad... - cubrió su rostro con sus manos.

Alex suspiró, quería abrazarla y decirle que no llore. Pero entendía la situación, el tenía ganas de hacer lo mismo para ser sinceros.

- ¿Por qué dices eso? ¿A caso me tienes miedo? Porque suena a eso...

- No es eso. Pero después de lo que hablamos, se que claramente tu no quieres tener un bebé.

- Escucha, olvida lo que hablamos. Ahora la realidad es otra...

- No voy a olvidarme de lo que dijiste. Sé qué es lo que piensas. ¿Por qué mejor no hubieras pensado tú en otras palabras mas suaves?

Alex sabía que una vez más, la había cagado. Pero ahora era demasiado tarde, Ruby estaba embarazada y ellos tendrían un bebé si todo salía bien.

No sabía bien qué decir, así que solo suspiró y frotó la espalda de Ruby.

- Se que tú te tomaste el día de ayer para pensar. No lo tomes personal, pero yo también quiero pensar las cosas. ¿Quieres que me quedé contigo, o puedo ir a tomar un poco de aire y pensar?

- Está bien, ve. - Ruby se paró de la cama.

- No te enojes, por favor...

- No me enojo. - volteó a verlo con los ojos rojos e hinchados. - Ve.

- Volveré temprano, te lo prometo. Solo necesito un rato.

Ruby asintió con la cabeza, y desapareció en el baño de la habitación.

Alex tomó su abrigo, y salió de la habitación, dispuesto a salir de su casa por un paseo. Y más que un paseo, una caminata para pensar y aclarar su mente.


Baby, I'm yours | Alex Turner ( Stuck on the puzzle parte II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora