white day | jakehoon.

15: en tiempos locos.

La fiesta de graduación de la academia de policías fue algo nuevo para Sunghoon, pues uno de sus compañeros, quien posteriormente se convertiría en su colega y amigo Soobin, había ofrecido su casa para hacer un "pequeño festejo". 

— Jay, ¿qué es esto?

Pero la escena con la que se encontró el joven e inocente Sunghoon fue una que probablemente hubiese meritaría que los vecinos llamaran a la policía.

La música se escuchaba desde la cuadra anterior, y la verdad es que la escena que encontraron al entrar era justamente lo que Jay recordaba de su juventud en Holanda, de lo que hacían los jóvenes ricos y superficiales al juntarse de noche en alguna mansión de Ámsterdam.

— Esto es justamente lo que necesitas, Sunghoon.

Adentrándose en la fiesta y luego de tomarse una bebida ofrecida por su amigo, Sunghoon empezó a sentirse mareado y repentinamente feliz, pero lo que más se quedó con él fue creer haber visto a Jaeyoon en medio de la gente. Sólo entonces se dio cuenta de que estaba ebrio, y el regaño de Jungkook al día siguiente se lo confirmó.

Pero esa ilusión lo mantuvo esperanzado y melancólico, como quien se fuerza a ver el vaso medio lleno a pesar de saber en su interior que lo ve medio vacío.

Pero ahora la situación era distinta, pues estaba en una fiesta en alguna discoteca a la que Jay los había invitado, junto a todo el departamento de policía y los empleados amigos de I-Land Holdings. Y a pesar de los efectos que el alcohol estaba teniendo en él, sabía que esta vez, Jake estaba en carne y hueso junto a él, disfrutando de la nueva libertad que le otorgaba el saber que Cha Eunwoo, su "tío" Lee Dongmin, ahora yacía preso en una celda, incapaz de hacerle daño a él o a los que ama. 

Shim Jaehyun había vuelto a sus labores como CEO de I-Land Holdings, haciendo un mejor trabajo por su cuenta de lo que lo hizo en todos los años compartiendo la empresa con su socio. Era algo trabajoso tener que volver a organizar el esquema de su empresa para sacar a Dongmin de él, pues tenía que promover a su equipo personal a otros departamentos, lo cual no era fácil, pero no quería despedir a nadie. Todo su equipo había probado su lealtad y su cooperación al ayudar a los chicos con su operación a pesar de probablemente estar al tanto del peligro que corrían, y esa lealtad no le era ajena. Por lo que, mientras reorganizaba todo, les había ofrecido vacaciones pagas a sus empleados mientras el equipo de I-Land en Tailandia, Japón y ahora en Malasia, serían los encargados de mantener la compañía andando por las próximas dos semanas, con toda la colaboración posible de su CEO.

Yoon Sol estaba de vuelta en América de nuevo, para ser específicos, estaba en Vancouver en un set para la secuela de la película que estaba promocionando, la cual había sido un completo éxito en taquilla. Se sentía un poco mal al no estar en casa para brindarle apoyo a sus hijos y a su esposo a través de todo ese estrés, pero intentaba mantenerse tan presente como le era posible, sobre todo para Jake y Niki. Los llamaba todas las noches para asegurarles que todo estaría bien, y que estaban un paso más cerca de volver a su extraña normalidad. Niki había empezado a apreciar el inmenso amor que su madre le demostraba, y la secretaria del set hacía que sus co-protagonistas se derritieran de la ternura cada vez que llegaba con un nuevo arreglo de flores enviado con amor por sus hijos.

 Y mientras los mayores se divertían en una discoteca, Niki y Sunoo estaban en la habitación de Niki mientras Sunoo hacía una de sus terapias, ya que habían descubierto que la posición y la comodidad de la cama de Niki era más conveniente para ella. Niki leía para Sunoo mientras él lo miraba con todas las estrellas de la galaxia encerradas en sus ojos, y Niki se distraía de vez en cuando con la hermosa sonrisa de su novio.