5 horas

70 25 1
                                    

KATSUKI BAKUGOU

Hay un fuerte pitido.

Abrió los ojos sin saber en qué instante los cerró. Su vista tardó unos momentos en dejar de ser borrosa. Miró a un lado buscando a Deku, pero no estaba allí. Ni siquiera estaba dentro de la camioneta. No, su transporte estaba a la distancia, en llamas.

De repente Deku apareció frente a él. Tenía sangre en la cabeza y parecía estar gritando algo, pero Katsuki solo escuchaba ese fuerte zumbido.

Logró diferenciar una sombra detrás de Deku que contrastaba con la iluminación del fuego al fondo. Era peligroso. Necesitaba protegerlo.

Solo un segundo, menos de un segundo cerró los ojos para parpadear.

Pero cuando los abrió otra vez, la sombra ya no estaba. Ni Deku. Ni la camioneta, ni el fuego. Todo era obscuro.

Al menos, el sonido había regresado.

Algunas voces hablaban al fondo. Un motor. Estaba dentro de otro medio de transporte. El aire contra su rostro sudado le dejó saber que no tenía su máscara puesta. Mierda. Los habían secuestrado. Quizás los llevarían a uno de esos eventos. Y, al parecer, tenía una contusión.

Trató de girar un poco la cabeza para buscar a Deku. Vio que estaba en una clase de furgoneta sin ventanas. No había nada que pudiera darle una pista sobre cualquier cosa. Había una persona sentada al fondo, sentado relajadamente contra lo que serían las puertas traseras, fuertes quemaduras en lo visible de su piel y algo que definitivamente parecía un lanzallamas. Decidió ignorarlo por ahora, si quisieran matarlo, ya lo habrían hecho. Era evidente que era más importante transportarlo.

Giró su atención al otro lado donde dos sujetos estaban sentados charlando entre ellos. Su cabeza aun estaba un poco confundida, pero no parecían estar hablando de nada relevante. Conversaban sobre un programa de televisión.

Lo importante era que Deku no estaba allí con él.

Eso lo ayudó a despejarse un poco más. Podía sentir sus manos atadas en su espalda.

Las preguntas ¿Qué sucedió? Y ¿Dónde está Deku? Se amontonaron en la punta de su lengua, pero sabía que preguntarlas podrían darle una imagen desesperada. Podía imaginarlo por sí mismo. Habían sido atacados por sorpresa.

Deku y él habían identificado una tercera camioneta a la distancia. Apenas iba a mencionarle cómo podrían acercarse, seguramente fue en ese momento en el que los atacaron. Lo más probable es que estuviera siendo transportado en ese mismo transporte que visualizaron.

Para haber terminado tan aturdido se imaginaba que habrían usado explosivos. Algo que definitivamente rompía la regla de armas de superiores a nivel 4 prohibidas. Pero todos estaban calmados.

Y si lo iban a llevar a ser cazado, ¿Por qué no habían tomado a Deku también?

Recordó el rostro sangrante que lo miraba con preocupación. De acuerdo, Deku también había perdido la máscara, pero había estado con vida. Había estado con él. ¿Qué sucedió?

No serviría de nada forcejear mientras estuviera atado así que decidió ahorrar su energía. Volvió a cerrar los ojos y trató de concentrarse en sí mismo. Los dolores más fuertes venían de su cabeza y de sus manos atadas. Sus brazos y hombros también protestaban ante la innatural posición. En general todo el cuerpo le dolía, pero nada era tan fuerte que debiese temer alguna herida perpetua o mortal.

El dolor en su cabeza y el hecho de que quedó inconsciente era algo con lo que debería tener cuidado. No necesitaba moverse para comprobar que algún cambio de posición brusco seguro lo marearía. Pelear para escapar de esa manera sería un riesgo. Pero tenía más posibilidades aquí que esperar llegar a un centro de ricos.

Noche de PurgaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora