12 horas

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TODOROKI SHOUTO

—Eres Iida Tenya ¿No? —preguntó Midnight con una mano en la cintura. Llevaba puesto un traje ceñido de cuero en lugar del uniforme que debería, pero siendo ella la jefa de todos los otros guardias del lugar, no había quién le dijera nada—. De la famosa familia de corredores. Ustedes desaparecieron del mapa hace como cinco años, luego de que el hijo Iida mayor fuera asesinado en una purga ¿No? ¿Qué sucedió?

—Un importante y amado miembro de nuestra familia murió —respondió Tenya todo lo educadamente posible que pudo ante tal mención—, eso sucedió.

—Oh, lo siento —Al menos ella mostraba haberse dado cuenta de su indiscreción.

—Tenya nos apoyará esta noche —intervino Shouto—, debe tener total acceso a los planes.

—¿Disculpa? —Midnight tenía una sorprendente capacidad de pasar de un estado de alegría relajada a total seriedad en un parpadeo. Sin importar su manera de actuar, ella era una mujer peligrosa.

—Es de mi total confianza —dijo Shouto.

—Mía no. No lo conozco. Y no me arriesgaré. La seguridad de tu padre está en mis manos.

—Yo estoy respondiendo por él —insistió Shouto.

—No importa —lo cortó Tenya rápido—. Yo no estoy aquí para cuidar a Enji Todoroki. Sino para resguardar a Shouto Todoroki. Así que no necesito saber nada mientras pueda permanecer a su lado.

—¡Me encanta! —dijo ella señalándolo con un dedo directo a la cara, porque como podía pasar de relajada a seria, en viceversa era exactamente igual—. Puedes quedarte a su lado toda la vida.

Shouto sonrió un poco ante la cara que hizo Tenya ante eso.

Se encontraban en su propia casa. La residencia Todoroki era grande y contaba con una muy buena movilidad en caso de que entraran. También tenía varias salidas y un par ocultas. Todas y cada una de las personas que apoyaban a Enji en la policía estaban ahí. Para ser el de mayor rango en el país no eran tantas como uno se esperaría debido a la personalidad de este. Pero no dejaba de ser un héroe ante la mirada de muchos. Estaban bastante cubiertos, pero no cometería algo tan tonto como confiarse.

Sus hermanos se habían ido del país la semana anterior para evitar incidentes. Enji estaba, como había sido planeado, al centro de toda la casa. Pero no estaba de bueno humor. Si bien, generalmente no estaba de buen humor, eso empeoraba debido a que estaba siendo obligado a ser 'protegido' por otros, y eso era algo que odiaba bastante. Pero Midnight había insistido. Lo cazarían, necesitaba más ayuda que sus meras habilidades. Y había cedido cuando Shouto la había secundado.

Enji Todoroki debía vivir.

No porque su vida en particular fuera excepcional, Shouto aún tenía sentimientos mezclados al respecto. Sino por lo que podía lograr. Él era la persona que podía terminar con todo de raíz. Ya no era sólo un deseo, tenía una obligación para con todas las personas que estaban depositando sus esperanzas en él, con todas las personas que habían muerto inocentemente, con su madre, con su hermano. Y Shouto se encargaría de que lo cumpliera.

Ya que la condición de que Iida estaría junto a Shouto todo el tiempo evitaba que este estuviera en la misma habitación que su padre por las prevenciones que Midnight tomaba, decidió dar una última vuelta al perímetro antes de que la alarma sonara.

Todo parecía en orden y al mismo tiempo parecía insuficiente.

—Tal parece que Enji Todoroki pasara la noche a salvo —dijo uno de los guardias que estaban de pie en la puerta del salón de entrenamiento a otro sin despegar la mirada de donde vigilaban a pesar de que la purga en sí aun no hubiera comenzado.

Noche de PurgaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora