Noche de Purga

3 horas

KATSUKI BAKUGOU

Katsuki no sabía que cortadas en sus encías dolerían como la mierda hasta que lo tuvo que experimentar.

La verdad era tan cliché que era aburrido estarlo viviendo. ¿Tratar de sacarle la información de un grupo de personas que podían interponerse en su malévolo plan de hacer la purga crecer más? Patético.

Pero claro, no era fan del dolor. No es que siguiera allí porque quisiera probarles a base de fuerza de voluntad que era mejor que ellos ¿Quién aceptaría lastimarse a propósito? Solo un idiota.

Cuando iniciaron logró morder con fuerza la primera mano que intentó tocarlo. Casi sintió que se quedaba con el trozo de carne en la boca, pero lo dejó ir porque eso habría sido asqueroso. Pero cuando ya fueron tres personas diferentes quienes lo sujetaban, no pudo evitar que el pequeño cuchillo entrara por detrás de sus dientes, y bueno, eso había dolido mucho más de lo que él resistía.

Los golpes en su pecho con un palo que llegaron después fueron menos dolorosos, si era honesto. Aunque ahora le costaba respirar y definitivamente tenía costillas rotas, podía ignorarlo. Los cortes en su boca todavía le sacaban lágrimas. Intentaba evitar el reflejo de tantear con su lengua sus zonas heridas y el espacio donde ahora 3 muelas le habían sido arrancadas, porque eso revivía el dolor.

—Estoy aburrido —dijo Shigaraki—. Estoy molesto. No está diciendo ningún nombre.

Katsuki quería burlarse, pero en ese punto usar su boca dolía, así que se aguantó sus palabras.

—Dijiste que Toga se quedó con uno —apuntó Shigaraki al que ya identificaba como Dabi—. Dile que lo traiga.

Dabi levantó los hombros con una pequeña sonrisa y sacó su celular.

—Solo son nombres —murmuró molesto Shigaraki rascándose el cuello—. Solo matar a los más relevantes y perderán sus deseos de ser héroes. ¿Creen que pueden salvar a los purgadores? Qué broma.

Katsuki siguió escuchando sus berrinches con la atención puesta en el sujeto con quemaduras. Aún no encontraba la manera de huir, si también traían a Deku todo se complicaría más. Pero el tipo se mantuvo solo con el celular en la mano durante un rato hasta que se giró otra vez hacia ellos.

—No contesta —les dijo—. Ni ella ni Twice.

—¿Por qué no contestan?

—¿Cómo voy a saber?

—No es normal —comentó el que había sido el chofer de la camioneta en su momento—. Ambos siempre atienden a sus celulares. Incluso si es solo para decir que no quieren hablar y colgar inmediatamente después.

Katsuki tuvo un poco de esperanza. Quizás Deku había huido de ellos y los había dejado inconscientes en el proceso. Deku no sería traído con él. Deku estaba a salvo.

Shigaraki se rascó con más fuerza mirando el techo exasperado.

—Solo Ice-Fire —dijo regresando su mirada a Katsuki—. Ya no necesitamos los nombres de todos. Si matamos a las dos cabecillas del grupo y los colgamos en un lugar público, con eso acabará su moral.

—Ya escuchaste —dijo Dabi regresando frente a él con una sonrisa. Katsuki sintió desagrado por la expresión que casi parecía enfermiza—. Quítenle los zapatos —ordenó a dos sujetos que lo hicieron de inmediato—. Ice-Fire usa un lanzallamas también ¿verdad? —comentó apuntando la punta metálica hacia sus pies—. ¿No será esto irónico?

Un pequeño escalofrío lo recorrió e instintivamente trató de alejar los pies, pero claramente no funcionó de nada.

Bien, ese era el momento.