Capítulo 3

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Nueva York, Año 2016

Tony no recordaba cuando fue la última vez que durmió con una mujer. Lo cierto es que habían pasado varios meses, pues Pepper ya ni siquiera aparecía por el complejo de los vengadores.

La presidenta de Stark Industries estaba demasiado ocupada en la compañía, detalle que interfirió en la relación que mantenían, por lo que ambos se dieron un tiempo para ordenar sus cosas.

Lamentablemente el tiempo con Peppers se había alargado más de lo esperado, no obstante, el castaño tenía mucho más en qué pensar que en temas amorosos y relaciones fallidas.

Luego de la noche en la que él y Natasha durmieron juntos, la pelirroja se marchó a resolver sus asuntos pendientes. Asuntos que había mencionado aquella noche.

Tony insistió en acompañarla pero ella argumentó que podría cuidarse sola. El castaño confió en su pelirroja amiga y la dejó marchar.

Obviamente, Natasha no se marchó con las manos vacías pues Tony no la dejaría ir a ciegas por lo que le proporcionó toda la tecnología necesaria para su misión.

Para la desdicha del castaño, la pelirroja llevaba dos días sin comunicarse y estaba profundamente preocupado, sin mencionar que las llamadas de Thadeus Ross ponían sus nervios de punta.

De solo pensar que el Secretario de Estado podría llamar en cualquier minuto para notificar la captura de Natasha Romanoff su corazón se agitaba y no sabía cómo lidiar con tanto estrés.

Ante la ley Steve Rogers, James Barnes y Natasha Romanoff continuaban siendo prófugos y Thaddeus Ross se había dedicado todo este tiempo a conseguir apoyo y recursos de parte de los consejales de Estados Unidos.

Afortunadamente, la mayoría de los consejales se encontraban agradecidos con los heroicos actos de los vengadores por lo que no consideraban necesario gastar tantos recursos en capturar a los presuntos prófugos.

Justo cuando comenzaba a pensar que al menos tenía el alivio de que aún no habían capturado a su amiga pelirroja, el teléfono volvió a sonar logrando acelerar su corazón y crispar sus nervios.

Era el Secretario de Estado Thaddeus Ross nuevamente, pero aún no sabía nada de Natasha, sólo llamaba para notificar y discutir la orden de arresto del Sargento Barnes.

— ¿Bajo qué cargos planea arrestarlo? Es inocente, T'Challa ya se lo dijo. El verdadero criminal está cumpliendo su condena en Wakanda — Mencionó exausto.

Admitía que hace poco más de una semana atrás no sólo quería encarcelar al James Barnes también quería matarlo con sus propias manos, pero estos últimos días con Natasha había logrado analizar mejor la situación.

El soldado del invierno no era más que un hombre manipulado mentalmente utilizado como un arma para comerter multiples asesinatos. Asesinatos como el de María y Howard Stark.

Natasha de alguna forma u otra parecía sentirse identificada con James Barnes y de cierta manera empatizaba con el caso, pues la pelirroja también había sido utilizada como arma asesina.

Dolía, dolía el pasado de su amiga y dolía la verdad trás la muerte de sus padres. María y Howard Stark no perecieron en un accidente automovilístico habían sido asesinados.

Sin embargo, logró comprender ciertos detalles en los últimos días. James Barnes era inocente y el verdadero asesino había sido el soldado del invierno aquel que se encontraba bajo control mental.

— Al no firmar los acuerdos de Sokovia, debe retirarse — Determinó.

— No han hecho nada heróico — Excusó.

365 días que lo cambiaron todoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora