18

967 112 16
                                    

Mingyu

No hay una votación real. Nadie más se postula en el último minuto para desafiarme. Después de semanas compitiendo con Wonwoo por una posición que solo quería porque me evitaba el dinero de la renta, soy proclamado presidente de Alfa Delta. Por defecto.

El resentimiento rueda por mi estómago mientras me siento durante el resto de la reunión. De algún modo logro no saltar sobre la mesa de café y darle un puñetazo en la mandíbula a Jeon Wonwoo.

¿A qué maldito juego está jugando ahora? Me están temblando las manos con furia, así que las presiono contra mis muslos y mentalmente urjo a Namjoon a que deje de balbucear. No me importa que la semana infernal comience mañana, o que se nos estén acabando los productos de limpieza. Necesito respuestas de Jeon Wonwoo III.

Pero una vez Namjoon determina que la reunión terminó, es imposible tener a Jeon a solas. Changkyun y sus otros compañeros de fútbol lo arrastran a la cocina, y sus voces apresuradas y enfadadas me dicen que tampoco están emocionados por su repentina decisión.

Apretando la mandíbula, mantengo un ojo en la puerta de la cocina, pero no parece que estén terminando.

—¡Señor presidente! —Eunwoo se acerca y me da una palmada en el hombro—. ¡Lo logramos!

—No, no lo logramos —murmuro—. Gané por defecto.

—¿A quién le importa? Todavía tenemos el resultado que queríamos. Vamos, salgamos a celebrarlo. Unos cuantos vamos a llevarte a Cinnibar… a nuestra cuenta.

Tomo una respiración tranquilizadora. Es un gesto bonito, y cualquier otra noche saltaría ante la idea de cerveza gratis. Pero Wonwoo y yo tenemos cosas que hablar. Abro la boca para mentir, luego me doy cuenta que no hay razón para ello.

—Estoy esperando para hablar con Jeon —comento a Eunwoo—. Quiero saber por qué demonios hizo eso.

Eunwoo aprieta los labios pensando.

—Sí, fue un poco extraño. Pero… ganaste. ¿A quién le importa por qué se retiró?

—Me importa a mí. —Detrás de Eunwoo, veo a varios de nuestros hermanos deambulando, esperándonos—. Chicos, vayan primero — apremio—. Me encontraré allí con ustedes después de hablar con Jeon.

—Bien. —Me vuelve a dar una palmada en el hombro—. Pero no tardes mucho. —Para los demás, grita—: Los veo a todos en Cinnibar. ¡El último en llegar paga la primera ronda!

Casi soy aplastado por la estampida resultante. A pesar de los numerosos niños ricos en la fraternidad, nadie quiere pagar con sus preciosas asignaciones. Mientras tanto, Wonwoo y sus amigos todavía están discutiendo en la cocina. Cuando me acerco, escucho a Changkyun gruñir:
—¡No mi presidente!

Ahogo una risa. Oh, por el amor de Dios. No he tomado el mando todavía y ya soy una etiqueta.

Están hablando una eternidad. Tanto de hecho, que tomo el teléfono del bolsillo y abro Kinky.

HotbutSoft: Tengo que hablar contigo. Ahora.

Sin respuesta, obviamente, pero me complace escuchar el sonido de la notificación en la cocina. Bien. Espero que alguien le pregunte a Wonwoo quién le está enviando un mensaje. Estará demasiado avergonzado para admitir que usa Kinky, y acelerará esta conversación.

Pero eso no sucede. En cambio, para mi incredulidad, Wonwoo, Changkyun y sus amigos salen de la cocina y pasan junto a mí mientras se encaminan a la puerta de entrada.

—Jeon —gruño a su espalda—. ¿Unas palabras?

Tensa sus amplios hombros. Mira hacia mí, su expresión un poco avergonzada.

TPS- MEANIE - MINWONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora