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Mingyu


Me vibra el teléfono con una notificación mientras me estoy cambiando a mis pantalones cortos de deporte. Cuando lo miro, es un mensaje de Hotandsmartguy.

Hotandsmarguy: ¿Sal marina y vinagre, o barbacoa? ¿Antojo de patatas?

No me gusta aceptar cosas de él. Lo sabe. Escribe.

Hotandsmartguy: Dijiste que irías a dar una vuelta conmigo. Iba a llevar aperitivos.

Hotandslft: Nada para mí. Voy a salir a correr.

Después de pulsar enviar, me arrepiento de mi respuesta. Las patatas fritas suenan bastante bien ahora, y Dios sabe que estoy hambriento. La cena casi con seguridad será otra lata de sopa y algunos trozos de queso. Estoy atrasando hacer la compra porque solo tengo cien dólares para pasar la siguiente semana. O más, dependiendo del problema de tuberías en Jill’s.

Pero mi arrepentimiento es más que eso. Sé que no me matará aceptar una bolsa de patatas de Wonwoo. No me mataría pasar más tiempo con él, o decirle más a menudo cuánto me gusta su compañía.

Aunque no lo hago. El afecto no me resulta natural, diciéndolo suavemente. Y he estado al límite desde que Wonwoo sacó a colación las palabras “P” y “S”. Y no, no me refiero a polla y sexo. Me encantan esas palabras. Estoy hablando de él preguntando si somos una pareja, señalando que estamos saliendo.

Joder. ¿Cómo llegamos a esto? He tenido arreglos de amigos con beneficios anteriormente, pero ninguno ha durado más de tres meses. Y claramente Jeon está desarrollando sentimientos.

Lo veo en la forma en que me mira. Es una combinación inquietante de fascinación, ternura y frustración. Lo veo morderse mucho la lengua, como si quisiese profundizar más en mi psique, quitándome las capas como una cebolla.

Me gusta mucho Wonwoo. Pero nadie llega a hacer eso.

Normalmente soy bueno manteniendo mi armadura. No dejo que nadie vea lo que no quiero que vean. Pero se está haciendo más difícil hacer eso con Wonwoo. Realmente me gusta el chico. Me hace reír. Me hace correrme. Pero esta charla de pareja y salir hace que me pique la piel con disconformidad. Hace que quiera huir.

Afortunadamente, ahora que la primavera está aquí, soy capaz de volver a mi rutina de correr. Así que me ato las zapatillas y dejo el teléfono sobre la mesa con todo menos mis llaves.

Luego bajo las escaleras y me dirijo directamente afuera. Me encanta sentir el viento golpeándome el rostro mientras mis zapatillas cruzan el pavimento. Encuentro mi ritmo mientras me dirijo al final de la calle.

Hay un gran sendero cerca del campus, y hoy lo recorro dos veces, esperando que los cinco kilómetros de soledad ayuden a aclarar mi mente atontada.

Pero la intranquilidad que estoy sintiendo con mi arreglo con Jeon se aferra a mi como pegamento y me persigue de vuelta a casa. Estoy sudando a través de mi sudadera para cuando llego corriendo a la casa de Alfa Delta. Cuando abro la puerta, Eunwoo está posado en una silla que nadie usa al final de las escaleras, viéndose preocupado.

—¿Pasa algo malo? —digo jadeando.

—¿Tal vez? —contesta—. Dime tú.

Inmediatamente estoy en guardia. La preocupación en sus ojos hace saltar mi alarma interna. ¿Por qué me está mirando así? ¿Es sobre Jeon?

Oh, mierda. ¿Y si Eunwoo fue arriba anoche para encontrarme, o algo por el estilo, y escuchó los gemidos ahogados de Wonwoo mientras lo follaba hasta dejarlo sin sentido en la ducha?

Mi cerebro se pone en modo control de daños. Solo porque escuchase a dos tipos follando, eso no significa que esos tipos tuviésemos que ser Wonwoo y yo. ¿Tal vez puedo fingir que estaba con algún tipo al azar? Tal vez…

—Tienes un hermano llamado Youngmin, ¿cierto? Parpadeo.

No esperaba que dijese eso. Y una vez lo hace, mi siguiente pensamiento es: Mierda.

—Sí —contesto lentamente—. ¿Por qué?

—Acaba de estar aquí. Enderezo la espalda.

—¿Aquí? —repito.

—Sí. —Eunwoo se levanta y mete las manos en los bolsillos—. Dijo que necesitaba hablar contigo. Le comenté que habías salido a correr y aseguró que necesitaba dejarte una nota en la habitación.

—¿Lo dejaste subir? —Puedo escuchar el pánico en mi voz—. Por favor, di que no.

—Bueno, le pedí que me mostrase una identificación. Y lo hizo. Así que le indiqué dónde estaba tu habitación y subió.

Sin otra palabra, corro pasando junto a Eunwoo y subo dos escalones a la vez. ¿Qué robaste, Youngmin?

Eunwoo está justo detrás de mí.

—Amigo, lo siento. Parecía un poco extraño, pero es tu hermano. Se parece mucho a ti. Pero ni siquiera sabía que tenías un hermano.

Mi tono es más tenso de lo que está mi espalda.

—Sí, hay una razón para eso.

En la cima de las escaleras, veo que mi puerta está abierta. Eso no es sorprendente, ya que Youngmin aprendió a abrir una cerradura antes de aprender a afeitarse, y las cerraduras de nuestras habitaciones no son exactamente cerraduras de seguridad.

Estiro la mano y pruebo con la puerta de Wonwoo. Está cerrada y tengo mi primer indicio de alivio.

Si Youngmin me robó, no es el fin del mundo. Además, soy tan pobre que apenas hay dinero en mi habitación.

O había. Seguro, el cajón inferior de mi escritorio está un poco abierto. Ahí es donde guardo mi lata de café. Cuando lo abro por completo, la lata está vacía.

—Mierda —maldice Eunwoo—. Lo siento mucho. Pero en serio, estoy mayormente aliviado.

—Amigo, no es culpa tuya. Y de todos modos no importa tanto. Solo tenía cien dólares ahí. ¿Cuánto tiempo estuvo fuera de tu vista?

—Tres minutos, máximo.

—Muy bien —contesto, dándole una sonrisa—. Podría haber sido peor. No te preocupes por ello.

—¿Tal vez deberíamos decirle al resto de chicos que no le permitan entrar? —sugiere Eunwoo, manoseándose el cabello con los dedos.

—Supongo que sería mejor hacer eso. En la próxima reunión — confirmo. No puedo esperar a escuchar qué tiene que decir Changkyun sobre eso. Lo único rescatable es que Wonwoo no estaba en casa cuando apareció Youngmin. No quiero a mi hermano convicto cerca de follamigo.

Venga ya.

La voz desaprobadora trae un trozo de culpa. De acuerdo, eso fue duro. Wonwoo es más que un follamigo. Somos amigos.

Venga ya, exclama la voz de nuevo.

Que te jodan, le contesto.

—Gracias por el aviso, hombre. —Palmeo a Eunwoo en el hombro.

—Por supuesto. ¿Un póquer después?

—Tal vez. Necesito una ducha y revisar una tarea, pero estaré libre más tarde esta noche.

Es realmente extraño no tener planes. Por primera vez en una eternidad, realmente tengo todo el fin de semana libre. Es un descanso muy necesitado. Y con los finales llegando, puedo seguir adelante con mis trabajos de curso, así no estoy corriendo para escribir ensayos en el último minuto.

—Genial —comenta Eunwoo. Luego desaparece por las escaleras y yo desaparezco en la ducha. El sudor de mi carrera se desliza por el desagüe, pero ningún montón de agua ardiendo puede lavar la capa de disgusto mugriento evocado por la visita de mi hermano.

No, no una “visita”. Un robo.

Cierro los ojos bajo el fuerte chorro. Mi disgusto se disuelve en vergüenza. Tampoco puedo quitarme eso de la piel. ¿A alguien le extraña por qué no confío en nadie? Mi propio hermano acaba de robarme. Mi madre es una sanguijuela.

¿Por qué demonios quiere Wonwoo salir conmigo, de todos modos? ¿Qué está mal con él?

Hablando del diablo, está sentado en mi cama cuando entro después de mi ducha.

—Hola —saluda.

—Hola. —Me dirijo al armario y tomo unos calzoncillos—. ¿Qué sucede?

—¿Está todo bien? Pareces tenso.

—Nah, estoy bien. —No menciono a Youngmin. Sé que no debería esperar a la próxima reunión para contárselo a Wonwoo, pero… Un suspiro se aloja en mi pecho. No quiero ver los ojos de Wonwoo suavizándose con compasión. No quiero que intente hablar conmigo de ello.

—Genial —contesta—. Ahora vístete. Hagamos un viaje. Realmente no estoy de humor.

—¿Puede esperar? Necesito revisar mi redacción. Inclina la cabeza.

—¿La que cuya fecha no es hasta dentro de dos semanas?
—Sí, pero…

—Pero nada. —Con una sonrisa engreída, se pone en pie—. Vámonos. Lo prometiste.

Miro su espalda musculosa mientras sale de la habitación. Lo juro, nada asusta a este hombre. Puedo mirarlo fijamente y fruncirle el ceño todo un día, y no pestañeará. Mi modo meditabundo no lo molesta. Mi negación a hablar de mis sentimientos no prueba su paciencia. Es una roca estable, y no lo entiendo.

¿No se da cuenta que está malgastando su tiempo?

Y, aun así, a pesar de mi reticencia a bajar la guardia a su alrededor, me encuentro montándome en el asiento del pasajero del BMW de Wonwoo veinte minutos después. Nadie dijo que fuese listo.

—Vamos a salir a cenar —indica mientras sale a la carretera—. Voy a secuestrarte, porque quiero un filete.

Un aumento impulsivo de furia hace que me recueste contra la tapicería de cuero y cierre los ojos. Milagrosamente, no digo nada maleducado. De hecho, no digo nada. Respiro hondo.

—Eres un buen amigo, Wonwoo. —Sabe que estoy teniendo una crisis financiera. También ha logrado no ofrecerme dinero. Lo que aprecio mucho.

Es suficientemente listo para no decir nada más. Respiro hondo otra vez.

—Así que, ¿a dónde vamos… Outback? ¿Longhorn? —pregunto, nombrando los dos únicos asadores cerca de Anyang.

—Sí. —Es su respuesta, lo que no me dice nada. Con suerte iremos a Longhorn. Su filete es para morirse.

Una ligera llovizna cae sobre el parabrisas mientras Wonwoo deja el campus y se dirige directamente a la autopista. El Bluetooth se enciende, y un momento después, una voz familiar estalla por los altavoces del auto.

Miro hacia él con una sonrisa irónica.

—¿En serio vamos a escuchar Beyoncé ahora mismo? Me devuelve la sonrisa, bajando el volumen.

—Mina compartía una lista de canciones conmigo en Spotify. La Reina B es su número uno.

Me da un vuelco el estómago. Por el amor de Dios. El tirón de celos es completamente indeseado. ¿Qué me importa si Wonwoo todavía es mejor amigo de su ex novia?

Aparto la mirada de su rostro a sus manos, observando mientras tamborilea los dedos sobre el volante. Tiene unas manos tan sexys. Y un rostro sexy. Un cuerpo sexy.

Estoy tan ocupado admirándolo que me lleva varios minutos antes de darme cuenta que todavía estamos en la autopista. Salir del campus a un restaurante no necesita tanto viaje.

Frunzo el ceño.

—¿Adónde vamos? Me guiña un ojo.

—¿No te gustaría saberlo?

—Sí —digo con irritabilidad—. Me gustaría saberlo. ¿Nos dirigimos a Hartford?

—No.

Mi molestia incrementa. Algo en su expresión satisfecha me está afectando de mal modo.

—Entonces, ¿dónde? —exijo.

Wonwoo lanza una sonrisa diabólica en mi dirección.

—Eso es para que yo lo sepa y tú lo descubras.

TPS- MEANIE - MINWONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora