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Wonwoo



—Es linda... —Lamiéndose el labio inferior, Mingyu asiente hacia el otro lado de la habitación abarrotada. Esta noche, Alfa Delta está lleno de gente, más de cien personas hacinadas mientras la música alta hace eco a través de la casa de la fraternidad—. ¿Qué piensas?

La nota sensual en su voz hace que entrecierre los ojos. ¿Está sugiriendo lo que creo que está sugiriendo? Porque en el casi año que hemos estado juntos, ni una vez ha dado indicios de que nos estuviésemos perdiendo algo en la cama. Demonios, lo vi borrar la aplicación Kinky de su teléfono.

¿Y ahora me está diciendo que quiere invitar a una chica al azar a nuestra cama? ¿Esto es lo que ha estado intentando discutir conmigo la última hora?

Mi confusión muere cuando pongo los ojos en la hermosa rubia a la que Mingyu está sonriendo. Es Mina.

—Oh, que te jodan —gruño, pero ambos nos reímos. Mi ex novia nos ve mirándola y responde con un gesto de la mano entusiasta. Luego se gira de nuevo al chico alto vestido con un polo con el que ha estado flirteando toda la noche.

—¿Qué? —cuestiona Mingyu inocentemente—. Tiene un culo genial. Pongo los ojos en blanco.

—No va a suceder.

Acerca la boca a mi oído. Un cálido escalofrío me recorre la columna vertebral.

—No te preocupes, el único culo que estaré follando esta noche será el tuyo, Jeon.

Oh, demonios, sí. El deseo crece en mi entrepierna y mi polla pasa a estar semidura.

Kim claramente sabe qué ha provocado su maliciosa promesa a mi región inferior, porque me guiña un ojo y dice:
—Abajo, chico. Primero tenemos que hablar.

—¿Sobre esta fiesta? —No puedo ver de qué hay que hablar.

—Bueno, claro. Tenemos que sonreír y asentir, y fingir que la fiesta de Chan no es lo más malditamente patético que haya visto jamás.

Reprimo una risa. Quiero decir, tiene razón. Lee Chan, uno de los dos candidatos presidenciales a Alfa Delta, planeó una fiesta común y corriente. Sin decoración, ni tema, solo barriles de cerveza y Doritos.

Pero supongo que no todas pueden ser playas en el patio trasero y strippers.

—Nadie superará nuestras fiestas —le susurro a Mingyu al oído. Luego le muerdo el lóbulo de la oreja, solo porque está justo ahí.

No puedo escuchar su gemido en respuesta sobre el golpeteo del bajo, pero percibo un estremecimiento recorrer su musculoso cuerpo. Estoy tentado a deslizar una mano por su sinuosa espalda y apretarle el culo, pero me refreno. Pensarías que después de un año saliendo, habríamos superado la fase de la luna de miel, ese frenético periodo donde todo lo que quieren hacer es arrancarse la ropa el uno al otro. Pero no es así.

No es que me esté quejando.

—¿Qué crees que ha pensado Hansol para mañana? ¿Beer-Pong? ¿Una excitante partida de dardos? —se burla Mingyu.

—Hmm, no, creo que tiene algo loco bajo la manga. —Le doy un codazo a mi novio en el brazo—. Mira su rostro.

Ambos nos centramos en Chwe Hansol, que está de pie junto a la puerta de la cocina, con una expresión engreída mientras observa el trabajo de su competidor. Sí, Hansol cree que tiene esto ganado. Para ser honesto, no me importa cuál de ellos gane. Ambos son sólidos, inteligentes y el que gane será un buen presidente. Así que probablemente usaré una moneda para elegir mi voto.

Mingyu pone la mirada en mí, un brillo contemplativo en sus ojos.

—¿Crees que echaremos de menos este lugar el año que viene? — Vamos a graduarnos en mayo, y nos mudaremos de Alfa Delta poco después de eso.

—¿Honestamente? No lo echaré de menos —admito.

No me entiendas mal, echaré mucho de menos a los chicos, pero estoy ansioso por tener algo de privacidad real. Mingyu y yo planeamos encontrar un apartamento juntos. Eso esperamos, de todos modos. Depende de en qué programa de postgrado termine. Y Mingyu estará trabajando para la compañía de mi padre.

—Tampoco lo echaré de menos —confirma—. Pero te echaré de menos cuando llegue junio.

—Lo mismo digo. —Un par de semanas después de nuestra graduación, voy a salir en otra expedición de orca con el doctor VanBoerk—. ¿Es de lo que querías hablar? ¿El Gran Willy Remix? —Ese es el nombre que le da Mingyu a la expedición, y el tonto nombre es pegadizo. Incluso los correos del profesor tienen “GWR” como título en el asunto estos días.

—No, ven aquí un segundo, ¿de acuerdo? Quiero mostrarte algo. Me giro para seguirlo, pero Hyunjin nos detiene.

—¡Atrapados! —exclama con una sonrisa. Luego mira la hora en su teléfono—. ¡Eh! ¡Eunwoo! Yo gano. ¡Todo el mundo me debe veinte dólares!

—¿Por qué? —Ahora mismo estoy confuso. La cerveza mala debe estar subiéndoseme a la cabeza.

—Te estás escapando a tu nidito de amor con Kim a las diez en punto. Tenemos una apuesta.

—No nos estamos escapando a ninguna parte —insisto—. Kim dice que tiene que mostrarme algo.

—Sí, su polla —se burla Hyunjin.

—Espera, ¿hay una apuesta? —pregunto, repentinamente molesto—. ¿Quién apostó por medianoche? —En realidad, me encantaría escabullirme arriba ahora mismo. Pero ahora tengo algo que probar, maldición.

—Nadie tiene medianoche —interviene Eunwoo—. No somos tan estúpidos. Cuando el tercer piso se sacude, no vayas a tocar.

—Si pones “Love Shack” de nuevo, te mataré —gruño. Mingyu y yo recibimos nuestro justo montón de bromas. Solo estoy malhumorado porque es bien merecido.

—Sean indulgentes con estos chicos —dice Shownu, acercándose y poniendo los brazos sobre Kim y sobre mí al mismo tiempo—. Si no fuese por ellos, no tendría un gran anuncio que hacer.

—Espera, ¿qué? —pregunto. No siendo consciente de ningún gran cambio en su vida. Ya entró en la escuela de leyes de su primera elección. Se va a mudar a California este verano.

—Daehyun va a venir conmigo en otoño. A Stanford. —Sonríe.

—¡De ninguna manera! —grito—. ¿Es en serio?

—Es la única. —Deja salir un suspiro de felicidad—. Mis padres no están contentos. Siguen diciendo que soy demasiado joven para mudarme al otro lado del país con alguien. Lo que realmente quieren decir es que no quieren que conviva con una stripper. Pero es una lástima. Daehyun es la mejor.

—Oh, por favor —protesto—. Hasta que no les has contado a tus padres que eres gay y que cambias de rumbo académico, realmente no has probado su amor.

Mingyu se aclara la garganta.

—Esta es una charla divertida, niños, pero realmente necesito mostrarle algo a Wonwoo.

—¡Sigue siendo tu polla! —exclama Hyunjin con una risa. Porque no puedes llevarlo a ninguna parte.

Mingyu está imperturbable.

—Ya la ha visto. Ve a tomar unos Doritos. Mi chico y yo tenemos que hablar.

—Hablen lo que quieran —dice Eunwoo—. Mi apuesta es para las diez y media.

Negando, Mingyu me lleva al vestíbulo, donde están los buzones.

—Al fin. Me estoy muriendo aquí. —Saca un sobre de mi buzón y me lo entrega.

—Espera, ¿es...? —Jadeo ante el remitente, que dice universidad de Seul. Es mi primera elección de universidad. Si entro en el programa de postgrado de Seul, podremos vivir juntos al empezar el otoño. Sopeso el peso del sobre en mi mano—. ¿Dirías que es grueso o fino?

—¿Se están tocando el uno al otro, chicos? —grita Hyunjin desde el salón—. Si se están manoseando ahora mismo, necesitaremos una decisión sobre dónde deja eso la apuesta.

Ambos lo ignoramos. Nos estamos mirando el uno al otro.

—Ese sobre tiene un gran grosor, cariño —murmura Mingyu—. Hay más que una hoja de papel ahí. Nadie diría que te jodan en tres o más páginas. Ábrelo.

Pero no lo hago. No todavía.

—Siempre Hay otras opciones si no logro entrar en Seúl.

—Ábrelo —urge. Luego me sonríe—. Va a salir bien.

—¿Estás intentando gafarme? —grito.

Kim me quita el sobre, pone la esquina entre sus dientes y realmente lo muerde. Es juguetón y ridículo. Mingyu es más divertido de lo que solía ser, ahora que se siente más cómodo con su vida. Estallo en risas mientras sacude el trozo de papel como un perro y luego lo saca de sus dientes.

Por un largo momento no tomo la carta de él. Pero luego la agarro y rompo el extremo, sacando las páginas. Se desdobla en mis manos.

Bienvenido al programa de graduación en Artes y Ciencias...

—¡SÍ, CARIÑO! —grita Mingyu—. ¿Adivina quién va a buscar apartamento en Seúl esta primavera?

Y no sé quién se mueve primero. Pero, un instante después, le he empujado contra el puesto de buzones, y me está manoseando el culo mientras nos besamos.

—¿Quién tiene las diez y cuarto en la apuesta? —chilla alguien.

—Ignóralos —susurra Mingyu contra mi boca.

Y lo hago. Porque la persona que más importa está justo aquí entre mis brazos.


Fin













Y justo así llegamos al final de otra bella historia, esta historia fue dedicada a mi bebé -ohmyblue, y también agradezcamos le haber terminado en dos días, porque no se si recibí más mensajes por whats, insta o señales de humo para que actualizará. Te quiero bebesita💕

TPS- MEANIE - MINWONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora