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Wonwoo


El domingo por la mañana me despierto cuando la alarma suena a las diez.

Mi padre está en la ciudad. Es la única explicación por la que pondría la alarma el domingo siguiente a una victoria de fútbol y una noche de festejar intensamente, y bien merecido.

Mina está dormida a mi lado. Ambos estamos desnudos, pero estoy bastante seguro que estábamos demasiado borrachos para tontear.

No hay momento como el presente, entonces.

Me giro hacia ella y rodeo con un brazo su cuerpo durmiente. Cierro los ojos. Pero no me quedo dormido. Mi mente regresa a la conversación por mensaje que tuve. Y la asignación que HotbutSoft me pidió que hiciese.

Completa el resto, había dicho.

Había intentado no pensar en ello los pasados dos días. Quiero decir, este trío se supone que sea sobre Mina, no sobre mí. No se supone que esté intrigado por HotbutSoft o me pregunte cómo se sentiría tontear con él.

Pero tiene razón. Si vamos a hacer esto, debería tener una idea de cuán lejos quiero llevarlo.

Así que, bien. Haré la tarea. Quiero decir, ¿qué es lo peor que puede suceder? ¿Tendré un orgasmo? Jesús, qué horror.

De acuerdo… hmmm. ¿Cómo quiero que se vea HotbutSoft? Musculoso. No hace falta decirlo. Paso mucho tiempo entrenando, así que el físico es importante para mí. Un chico debería cuidarse. Aparte de eso, no sé si tengo una preferencia. ¿Atleta o a la última moda? ¿Tatuajes y piercings, o sin nada? Hay una versión excitante de todo, ¿cierto?

La mano de un hombre. Eso es todo lo que necesito para esta fantasía. Una mano grande y dura envuelta alrededor de la base de mi polla.

Mi polla se despierta.

Oh. De acuerdo, entonces. Supongo que nos gusta cómo suena eso. Bajo una mano y la paso por debajo de mi creciente polla. Logro desbloqueado.

La cuestión es, normalmente evito estos pensamientos. El sexo en grupo es increíblemente excitante para mí, pero no fantaseo con chicos. Es como un país peligroso y en guerra del que me mantengo alejado. Pero HotbutSoft dijo que tenía que hacerlo. Así que lo hace un poco menos extraño.

Me permito imaginar una boca. Los labios recorriendo mi eje. Y no unos labios cualquiera, hay una barba incipiente de un fin de semana, tal vez. Está provocando mis muslos…

Y ahora tengo una erección, de forma bastante instantánea. Veranear en mi propia Siria mental es sorprendentemente excitante.

Aparto la mano y beso a Mina en el hombro.

—Despierta, princesa. —Le doy a su suave culo un azote juguetón con mi erección.

—Estoy durmiendo —gruñe. Así que así es como es.

Solo un imbécil molesta a su novia durmiendo por sexo. Le doy un pequeño apretón y luego salgo de la cama para ducharme y afeitarme.

Todavía no se ha movido cuando casi he terminado.

—¡Mina! —exclamo hacia la habitación—. Vamos, soldado. ¡En pie! Muévete.

Un gemido ahogado es todo el sonido que escucho en la habitación. A mi chica le gusta salir de fiesta, demasiado. Simplemente no es tan hábil como yo. Mina siempre es un desastre la mañana posterior.

Mientras me seco el rostro, me doy cuenta que voy a tener que tomar medidas drásticas.

Entrando en la habitación, tiro del edredón, exponiendo su espalda desnuda. Y luego tomo mi teléfono de la cómoda y encuentro una canción con ritmo que sé que le gusta. “Crazy in Love” de Beyoncé comienza a sonar por mis altavoces último modelo.

—Te odio —protesta desde la almohada.

¿Tengo mano con las chicas o qué?
Una mirada al reloj revela que son casi las once.

—Levántate, princesa. Sabes que se enoja cuando llego tarde.

Mina gira su rostro adormilado hacia mí y dice tres palabras que he estado temiendo.

—Ve sin mí.

Joder.

—Dijiste que vendrías.

—Es temprano.

—No lo es. —Subo el volumen de Beyoncé—. ¿Por favor? —suplico—. Realmente quiero que vayas.

Milagrosamente, la almohada se aparta del perfecto rostro de Mina.

—De acuerdo. Pero solo si subes el volumen de la canción, así puedo escucharla en la ducha.

—Claro, nena. —Es un trato fácil. Le subo más el volumen.

Mina sale de la cama, toma una toalla del gancho, la envuelve alrededor de su cuerpo desnudo y se dirige a la ducha.

Gracias, joder.

Me estoy abotonando la camisa cuando escucho un golpe seco y un grito desde el otro lado del pasillo.

—¿… demonios es esto? Voy a… —Lo que sea que esté diciendo mi vecino es ahogado por Beyoncé.

El rostro malhumorado de Kim Mingyu aparece en mi puerta abierta. Está sin camiseta, y me pregunto de nuevo cómo es tan musculoso un tipo que no hace ningún deporte. Su cabello oscuro está despeinado y tiene la marca de la almohada en la mejilla, lo que lo hace parecer más infantil de lo habitual. Pero arruina el efecto gritándome:
—¡Apaga esa mierda!

—No puedo hacerlo —chillo sobre la música.

Abre los ojos de par en par. Luego se acerca a mi altavoz y arranca el enchufe de la pared.

Cae el silencio y tengo que admitir que no me importa. Aun así…

—¡Teníamos un trato! —grita Mina desde la ducha—. ¿Dónde está Beyoncé?

—Beyoncé —gruñe Mingyu—, ¡está en el descanso del café! ¡Es domingo por la mañana y llegué a casa a las cuatro de la madrugada!

—Tranquilízate —mascullo—. No es culpa de Mina que fueses de fiesta hasta tarde.

—De fiesta hasta tarde. —Tiene los puños cerrados—. Sí, estuve fuera hasta tarde pasándomelo bien. Lo que sea, amigo.

—¿Tal vez cálmate un poco? De todos modos, nos vamos.

Pasa la mirada sobre mí, y no de un modo agradable. Capta mi camisa Zegna y mis pantalones Armani.

—¿Té con la reina?

—Almuerzo con mi padre.

—Bien —dice, pero no me pierdo que pone los ojos en blanco—. Vete cuanto quieras. —Se da la vuelta, desaparece en su habitación y da un gran portazo.

Un tipo encantador. Qué sorpresa que no sea más popular. Por otra parte, mi victoria presidencial está completamente asegurada.

Mina comienza a cantar Beyoncé en la ducha. Pongo los ojos en blanco a todo el maldito mundo.

Cuarenta minutos después, me estoy disculpando con mi padre por nuestra tardanza.

—Es totalmente culpa mía —admite Mina—. No salgo de casa sin maquillarme.

—Vales la espera —asegura mi padre, besándola en la mejilla.

Mi padre odia cuando llego tarde, pero le encanta Mina. Así que supongo que me voy a librar de esta.

—Buen placaje durante el segundo cuarto ayer —felicita mi padre mientras me siento—. Buen partido.

—¡Gracias! —Desdoblo la servilleta sobre mi regazo, intentando no mostrar cuánto significa ese cumplido para mí.

¿Muy patético? Tengo veintiún años y todavía intento complacer a mi papi.

De hecho, acabo de leer un estudio donde un científico hizo resonancias magnéticas a algunos perros. (En serio, no puedo imaginar cómo. Quieto… ¡Buen chico!). Y averiguó que sus cerebros se iluminan con el mismo entusiasmo por la alabanza que por la comida.

En otras palabras, soy tan listo como un golden retriever.

Mi chica abre el menú.

—Siempre tomo los huevos Benedict y Wonwoo siempre toma tortitas y tocino. Pero tal vez es momento para un cambio…

—Siempre dices eso. —Dejo caer la servilleta en mi regazo—. De todos modos, siempre pides lo mismo. Tal vez tomaré los huevos Benedict.

Arquea una ceja perfecta sobre el menú.

—No te atrevas. Necesito un poco de tortitas y tocino. Mi padre se ríe con buen humor.

—¿Cómo está tu padre? —le pregunta a ella—. Ha pasado un tiempo desde que le di una paliza en el campo de golf.

—¿Te ha dado una paliza a ti en el campo de golf mientras tanto? — cuestiono.

Papá hace un amago de darme una patada bajo la mesa. Esta es la razón por la que quería aquí a Mina. Aligera nuestra relación a un nivel soportable para mí. Papá se comporta más bobo cuando hay una chica delante. O cualquiera, en realidad.

Mina no tiene ni idea de lo tensa que se está volviendo nuestra relación últimamente. Aunque la graduación está a año y medio, la siento inminente. La interferencia de papá en mi vida solo está empeorando, no mejorando.

Afortunadamente, el camarero regresa para tomar nota. Mi padre pide quiche y una mimosa.

—¿Un vaso también para la señorita? —pregunta el camarero. Pero luego frunce el ceño—. Aunque necesitaría ver alguna identificación.

Mi chica niega.

—Enero, entonces. Finalmente seré legal. Solo huevos Benedict, por favor, y un vaso de zumo recién exprimido.

Después de que el tipo se aleje, mi padre hace una simple pregunta:
—¿Tienen grandes planes para tu cumpleaños?

Mina abre los ojos de par en par, y cuando intento tragar saliva, se va por el conducto contrario.

Bueno, papá, vamos a invitar a un hombre para que se desnude con nosotros y nos haga corrernos a los dos juntos. Como se debe hacer.

Paso el siguiente par de segundos intentando no toser, pero Mina me cubre contando una historia sobre diseñar camisetas para su hermandad. Finalmente recobro el control de mi esófago justo cuando llega a la parte graciosa.
¿Mencioné que le debo a esta chica mucho?

—¿Cómo fue su semana, señor Jeon? —inquiere Mina mientras llega nuestra comida.

—Te conozco desde que llevabas trenzas y aparato dental. ¿Cuántas veces tengo que recordarte que me llames Won? —se burla papá.

—Me esforzaré, señor Jeon. —Guiña un ojo, pero a pesar de la juguetona respuesta, sé que nunca le llamará “Won”, Mina ya me ha admitido que se siente extraña llamando a mi padre por el mismo nombre que a mí. La confunde.

Afortunadamente, nunca ha tenido que estar en la misma habitación que mi padre, mi abuelo Wonwoo y yo. La cabeza le daría vueltas.

—Mi semana fue bastante normal —comenta papá—. La pasé hablando con los administradores en Prebysterian sobre nuestro proyecto clínico. Pero nadie quiere hablar sobre mí… háblame de la campaña, Wonwoo. ¿Has decidido qué vas a hacer para el baile?

Tomo otro sorbo de café, demorándolo.

—Aún no —admito, cuando ya no puedo seguir tragando—. Quiero planear algo diferente, algo que no se haya hecho antes en la fraternidad, pero estoy confundido.

—¿Qué planeó cuando se presentó a presidente? —cuestiona Mina con curiosidad, la pregunta dirigida a mi padre.

Él sonríe.

—No quiero presumir, pero fue la mejor fiesta que he celebrado nunca o he estado en toda mi vida. La mejor noche de mi vida, honestamente. — Se ríe entre dientes—. Pasé seis meses planeándola.

Algo se retuerce en mi interior. ¿Seis meses? He escuchado a mi padre hablar sobre esta fiesta, pero no es hasta ahora que me doy cuenta de cuánto esfuerzo puso en ella.

—El verano antes, mi hermana Subin y yo fuimos a un espectáculo del Cirque du Soleil, y teníamos unos asientos VIP con acceso a una fiesta para conocer a los artistas después.

Por supuesto que tenían asientos VIP. Papá compra la mejor versión de todo.

—Estuve realmente impresionado. Pensé que un circo solo entrenaba perros y payasos. Pero su espectáculo fue tan sobrecogedor y pulcro. Y cuando leí el programa durante el intermedio, tuve una idea. Iban a venir a Nueva Inglaterra durante el año escolar. Y le ofrecí a una docena de ellos dos noches de alojamiento gratis en Alfa Delta a cambio de una actuación privada.

—¡Genial! —alaba Mina—. ¿Una actuación en la casa?

—En una tienda en el jardín —contesta papá, tomando un sorbo de su bebida—. Aunque no había sillas. Era más como una fiesta donde una docena o así de invitados eran contorsionistas, malabaristas y acróbatas. Contraté a un DJ que realmente entendió el ambiente. Y nuestros invitados solo vestían de rojo y azul, como los artistas. Fue una experiencia estar allí simplemente.

Sé que no está mintiendo. Las fotografías son épicas. Me siento cansado solo pensando en ello. ¿Cómo demonios voy a pensar en algo único? Y ahora la presión es doble. No solo necesito planear una fiesta mejor que Kim Mingyu, sino que tengo que mejorar el circo de las maravillas de mi padre.

Y solo tengo dos semanas para lograr esto. Maldito infierno.

Trago el resto de mi agua, deseando que el camarero pudiese darse prisa y trajese la mimosa a la que cedí y pedí. A diferencia de Mina, tengo veintiún años, y un chico necesita una bebida ahora mismo.

Vibra el teléfono de papá y baja la mirada para leer el mensaje.

—Lo siento. Saben que normalmente no permito teléfonos en la mesa, pero los médicos en Columbia me están dando actualizaciones cada hora del ensayo.

—¿Qué ensayo es ese? —indaga Mina.

—Tenemos un ensayo fase III sucediendo ahora mismo con una medicación para la diabetes. Funciona engañando a tu metabolismo a que se acelere mientras duermes.

Ella se inclina hacia delante.

—Eso suena fascinante.

—¿De verdad? —Papá se ríe—. Bueno, estoy contratando. Wonwoo no puede molestarse en tomar mucho interés en los negocios familiares. Tal vez puedas ocuparte tú en cambio.

Y ahí está… el pequeño ataque de hostilidad que siempre está entre nosotros. Y aunque lo sé mejor, me lanzo a la batalla.

—Nunca dije que no estuviese interesado. Dije que primero quería trabajar para otra persona.

Pero en realidad tiene razón. No estoy interesado. Voy a conseguir el título en biología que él quería que obtuviese. Pero no quiero encargarme de una farmacéutica. Simplemente no. Quiero conseguir una licenciatura e investigar, preferiblemente en el campo de la biología marina. La ciencia pura es mucho más interesante para mí que intentar vender pastillas a los baby boomers.

Así que estoy haciendo tiempo. Y discutimos sobre ello. Mucho.

—Bien —contesta él, ajeno a mi dolor—. Voy a preparar unas prácticas para ti en el departamento financiero. Tendrás que presentar los informes a Bo, así que… tendrás que trabajar para otra persona.

Ese es el mayor caso de mierda semántica que he escuchado nunca. Bo trabaja para papá. Por lo tanto, estaría trabajando para papá, solo estaría en… Espera.

—¿Qué? —exijo. ¿Acaba de decir financiero?

—Me escuchaste —afirma—. Sé que te gusta más la ciencia. Y habrá mucho tiempo para eso. Pero para entender las grandes farmacéuticas también tienes que ver cómo funciona la parte del dinero.

—Pero… hay otras prácticas a la que me voy a presentar —gruño.

—¿Como cuáles…? —indaga papá.

Cristo. No estoy listo para discutir la expedición de búsqueda a la que me estoy presentando hasta que tenga una reunión con el estudiante graduado que está a cargo. Y solo estamos en noviembre. ¿Quién tiene su verano planeado en noviembre?

—Eso pensé —dice papá ante mi silencio—. Hablaremos de ello más tarde. Oh, recursos humanos necesita tu currículum, ¿de acuerdo? Eso es parte de los estándares de las prácticas. Envíame uno antes de las vacaciones.

—Claro —farfullo. Pero no estoy completamente seguro. Solo hay dos formas en que esto podría terminar, yo cediendo o él enfadándose de verdad cuando deje de lado sus prácticas por unas que realmente me interesan.

Esta es nuestra relación en pocas palabras: yo decepcionándolo y sintiéndome mal por ello. Soy jugador de fútbol, es su deporte favorito. Pero el equipo ha perdido dos temporadas desde que empecé en Anyang, y es dudoso que vayamos a ver el campeonato este año. Así que solo era exitoso a medias ante sus ojos. Quería que fuese científico, así que me especialicé en biología. Pero no bioquímica, lo que habría sido su elección.

Un futuro trabajo en su compañía puede ser nuestro último enfrentamiento. Y realmente no sé quién va a ganar

TPS- MEANIE - MINWONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora