Nuestra suerte ~ Juan Pablo Villamil

12. Se consiguió la visa.

Ginger Amor

- Muchas gracias Nath. Entraría en crisis si no me ayudaras.

- No entiendo porque estamos vistiendo a Sara como una Catrina.

- Yo tampoco estoy segura. Tengo una amiga desde hace muchos años, es como una tía para mí, que es mexicana y tiene un niño que cumple 2 hoy. Esta obsesionado con Coco y como sino me equivoco mañana es día de muertos – dije confundida y ella asintió dándome la razón – decidió que el cumpleaños de su hijo va a ser de Coco y todos los niños tienen que ir disfrazados como en Coco. Así me dijo ella para que entienda como tenia que disfrazar a Sara, como en Coco – dije riendo.

- ¿Tú no? – preguntó mientras le pintaba algo en la cara a Sara – quédate quieta princesa.

- Ella no me dijo eso. Así que si es así, lo siento.

Cuando ya estaba lista, fuimos al cumpleaños. Era su primer cumpleaños de alguien que no sea parte de la familia.

Había varios niños de la edad de Sara y yo no sabía como ella iba a comportarse. En la guardería siempre me decían que se llevaba bien con el resto de los niños pero me daba miedo que este no sea el caso.

- No deberías observarla tanto. Ella está bien Ginny.

- Lo se Maria.

Conozco a Maria desde que comencé a doblar. Ella era practicante en el estudio de doblaje donde doblé y a lo largo de los años mantuvo el contacto siempre con mi familia.

- La que no está bien soy yo.

- ¿No? ¿Por qué?

- Tuve que pedirle a Nath que me ayude a vestir a Sara porque no tenía ni idea como hacer eso – dije señalando a mi hija – mis padres siempre me criaron con ambas culturas, la colombiana y la estadounidense, y yo no puedo ni entender la cultura de donde nació y donde estamos viviendo.

- Nos conocemos desde que tienes que ¿9 años?

- 8 – corregí.

- Y tú no viste lo que hacían tus padres. Mientras doblabas ellos estudiaban la historia de Estados Unidos, geografía y todo eso, para que puedan criarte con ambas culturas – explicó – ellos buscaron la forma de que te sientas parte de tu país de origen y del de ellos. Solo tienes que hacer lo mismo.

- No se como ¿Y si me vuelvo allá? – bromee.

- Igual no le puedes negar su origen.

- No se lo niego pero no se como inculcarle cosas que no entiendo. Para mi el 31 de octubre es halloween, noche donde la gente dicen que los espíritus recorren la tierra y los que creen en dios dicen que te puede poseer un demonio, y no los preparativos del día de muertos.

- Entonces inculcale eso. Que viva ambas festividades. Siempre que este en México va a tener día de muertos así que solo asegúrate de que sepa que tú no lo celebras y porque no lo haces – me aconsejo.

- ¿Con la edad viene la sabiduría? – la moleste.

- No me faltes al respeto – dijo riendo – por cierto, se parece a su padre.

- Lo sé. Tiene esa estúpida mirada que me encanta y odio a la vez. No recordaba que lo conocías.

- ¿Acaso no recuerdas con quien fuiste a mi boda?

Cierto, fui con él. Fue el último lugar al que fuimos juntos. Días después me fui a España a grabar el video de Morat y luego, bueno, vino Sara.

- No me acordaba. Recuerdo la boda pero no que había ido con él – confesé.