27. Me dijo papá

367 28 20
                                    

- No me quiero levantar. No quiero que te vayas – le dije mientras me escondía en su cuello.

‐ Pero tengo que ir a trabajar.

- No me importa. Yo te mantengo.

- Amor – dijo riendo – me gusta mi trabajo.

- Y lo sé. Solo quédate media hora más aquí conmigo.

- ¿Si recuerdas que tengo que grabar? ¿Y ustedes...

- Mami – dijo Sara del otro lado de la puerta.

- Ya voy princesa. El deber llama – dijo levantándose – Hola mi vida.

- ¿Kinder? – pregunto mostrando su mochila de frozen, que es con la que iba al kinder. No debería ser posible que una niña sea tan adorable.

- Hoy no. Es sábado. El lunes vas al kinder. Hoy me vas a acompañar al trabajo ¿si?

- Chi ¿Y papá?

- Si, Villa también viene.

Dos horas más tarde estábamos en un camerino mientras peinaban a Ginger y Sara dormía.

- ¿Qué me ves así tan confundido? Como si no me conocieras ‐ dijo riendo.

- Solo que se me hace extraño – me miro confundida a través del espejo – nos conocimos mientras tú actuabas porque yo no se que hacía pero actuar no – dije riendo.

- Ey. Más seguridad en ti. No estabas tan mal, peor estuvo Alejo con su muerte.

- Seguimos molestando a Alejo por su forma tan increíble de morir.

- Para el último concierto del año ya estamos libres. Iremos con Sara.

- Genial porque pasarán cosas.

- ¿Qué cosas?

- No debería decírtelo. Pero bueno. Estamos negociando con Amazon para hacer del último concierto un documental.

A ella se le escapa un grito y la mujer que estaba peinandola deja de hacerlo. Supongo que pensando que le había lastimado.

Ella le explica que mi banda tendrá un documental en Amazon y la mujer me felicita riendo.

- ¿Nosotros tenemos que irnos? – pregunté mirando a Sara que dormía en un sofá del camerino.

- Me dijeron que se podían quedar. Igual cuando quieras irte me avisas.

- Me quedaré aquí hasta que termines. Aprovecho para ver cosas de la universidad.

- ¿Te vas a poner tus lentes?

- Sabes que si ¿Por qué?

- Amo verte con lentes ¿No te los puedes dejar siempre?

- Podría. Igual tengo que cambiar estos. Ya es hora creo.

- Yo eligo – pidió emocionada.

- ¿Qué te gustaría?

- Unos como esos. Medios cuadraditos pero de algún color. No muy llamativo pero que no sea negro.

- Los negros me gustan – dije sacándolos.

- A mi no – repitió riendo – ya tengo que ir – dijo mirando su teléfono.

- Deja que te saco una foto – pedí y sonrió – ahí esta. Siempre tan hermosa.

Ella se fue no sin antes dejar un beso en la coronilla de Sara. Saque mi computadora para ir revisando mis apuntes de la universidad. Nadie me aviso que es muy difícil estudiar ingeniera mientras vives de gira.

Nuestra suerte ~ Juan Pablo Villamil Donde viven las historias. Descúbrelo ahora