16. Monuos

329 32 11
                                    

Juan Pablo Villamil

- Salgo con alguien.

- ¿Cómo es ella?

- Pelirroja, ojos verdes como una aceituna y tiene millones de pecas. Aunque muchas veces se las cubre con maquillaje y no me gusta. Me parece tonto cubrirse, algo tan hermoso como las pecas, con maquillaje.

- ¿Y como persona? ¿Por qué decidiste salir con ella?

- Ella es buena. Tiene una hija y le importa más su felicidad que la suya. Siempre tiene algo ingenioso que decir o si no esta con su hija se la pasa coqueteandome. Tiene una de esas sonrisas que son muy grandes con una risa muy fácil – sonrei al recordarla – no se cuando fue o porque quise salir con ella. Solo paso y no me arrepiento de nada.

- Dijiste que tiene una hija...

- Sara. Cumple tres en dos días. Ya la conocí y creo que salió bastante bien.

- ¿Cómo te sientes con qué sea madre?

- Me da miedo. No sé si pueda. Así hay aún más motivos para no cagarla. Si yo hago algo mal puede que afecte a esa niña y no quiero.

"No quiero que le rompas el corazón."

- ¿Lo hablaste con ella?

- No del todo... cuando conocí a su hija, no fueal planeado. Nadie estaba listo. Así que cuando se durmió ella me dijo que no quería que conociera a Sara aun porque quería asegurarse de que no le haría daño a su hija.

- ¿En que sentido podrías dañar a esa niña?

- No lo se. No le pregunte. Supuse que hablaba de dañarla tanto física como psicológicamente.

-¿Tienes pensado dar un siguiente paso con ella?

¿El siguiente paso no era conocer a Sara? ¿No estamos yendo demasiado rápido? Si quiero que conozca a mis padres y yo a los suyos pero tampoco quiero que sientas que la fuerzo a ir a mi ritmo.

Salí del consultorio prometiendo que pensaría sobre todo lo que hablamos, lo cual no pasara. Tome mi teléfono y vi que ella me había escrito.

Ambas venían a Colombia por el cumpleaños de Sara, el de uno de los padres de Ginger y las fiestas decembrinas. Tienen una escala en Bogotá de más de 12 horas así que le ofrecí que se queden en mi departamento.

- Mira quien es Sara.

- Papo – dijo señalandome.

¿Por qué quisiera dañar a esta bonita niña?

- Hola Sara.

- Irá – se dio la vuelta mostrándome una mochila de pato – pato.

- Muy bonita como tú.

- Gachas.

- ¿Vamos? Seguramente están cansadas.

- Si por favor.

Durante el trayecto del aeropuerto a mi departamento Ginger se la paso haciendo llamadas.

- Te prometo que no es necesario. Tenemos un hotel. No se, no recuerdo el nombre. Esta por el centro – dijo riendo – nos vemos mañana ¿si? Yo también te quiero.

- ¿Quién era?

- Es mi novio – la mire confundido – ¿Celoso? – preguntó con curiosa y negué – es mi hermano bobo ¿Me crees capaz de estar así contigo y hacer todo lo que hacemos teniendo novio?

- No, para nada.

- Aún no tengo novio. El chico que me gusta aún no me lo pide – dijo con un puchero.

- Quizás ese chico esta asustado. Porque si es tu novio tiene que ser padrastro.

- Quizás ese chico debería dejar de estar tan asustado y ser mi novio.

- ¿Me estas pidiendo que sea tu novio?

- Si ¿Por qué?

Busque un lugar donde poder frenar.

- No puedes decirme eso.

- No puedo besarte cuando quiero, no puedo pedirte que seas mi novio ¿que puedo hacer? – bromeó.

- Hablo enserió cuando digo que tengo miedo.

- Y yo cuando dije que no deberías estarlo. No voy a pedirte que digas que Sara es tu hija ni que ella te diga papá.

- ¿No?

- ¿Pensabas eso?

- Es la primera vez que salgo con una madre. No sé cómo va esto.

- Solo con que nos aceptes a ambas estamos bien.

- Chi.

- De acuerdo. Esto hubiera sido más romántico sin Sara presente pero para que sepas en que te metes – dijo riendo.

- Mami.

- ¿Si mi vida?

- ¿Pocate?

- Ya veremos ¿Quieres ver videos en mi teléfono? – ella asintió y Ginger le dio su teléfono con YouTube abierto – Villa estoy dispuesta a aguantar la distancia y lo que implica solo si tú nos aceptas a ambas por igual. No quiero promesas vacías que es posible que se cumplan o no. Quiero que lo pienses y que si aceptas es porque realmente estás dispuesto.

El sol comenzaba a ponerse sobre Bogotá y los rayos que quedaban iluminaban su rostro provocando un bonito color dorado. Su cabello estaba amarrado en un moño que admiro como podía verse tan prolijo con la cantidad de cabello que ella tiene.

- Ya lo tenia pensado de hecho. Iba a proponertelo con un ramo de flores así bien bonito – dije nervioso.

- ¿Eso es un si?

- Claro que si hermosa.

- Ahora tienes de cuñado a Sebastian, lo sabes ¿cierto?

- Lo sé ¿es tan molesto como él asegura que lo es contigo?

- Aún peor – dijo riendo.

Volví a retomar el rumbo hacia mi departamento. Aunque terminamos parando en McDonald’s para cenar. Cuando llegamos Sara quizo mostrarme los juguetes que tenía en su mochila. Así que estuve un largo rato en el suelo viendo todo lo que tenía ahí.

- Antes de que me olvide. Pueden dormir en mi cama. Yo tengo cosas que hacer de la universidad así que supongo que me quedare despierto toda la noche.

- ¿Puedo hacerte compañía?

- Por mi encantado. Creí que ibas a querer dormir.

- Prefiero pasar estas horas contigo. Sara es hora de dormir.

- No.

- Sara. No hagas una escena. Hay que ir a dormir.

- No, papo – dijo abrazándome y reí.

- No te rías o pensara que es un juego. Sara, vamos – dijo cargandola.

- No, no. No quedo – y en ese momento comenzó a llorar – no quedo domi.

- Pero hay que dormir princesa. ¿Segura que no estas cansada?

- Mi cama.

- ¿Queres tu cama? – asintió llorando – es solo unos días ¿si? Mañana veremos a la abuela y a los abuelos ¿no quieres verlos?

- Chi peo mi cama.

- ¿Qué te parece si te duermes aquí con nosotros en el sofá y luego te llevo a la cama?

- ¿Monuos?

- No hay monstruos en la cama. Te lo prometo. Además yo dormire en la misma cama que tú.

- ¿Chi?

- Si mi amor. Solo deja de llorar – dijo secándole las lágrimas – It's you, they add up to. I'm in love with you and all these little things – comenzó a cantarle suavemente mientras se movia hacia los lados para dormirla.

Definitivamente yo no caí, yo me tire de cabeza y sin casco.

Nuestra suerte ~ Juan Pablo Villamil Donde viven las historias. Descúbrelo ahora