26. Papá

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- ¿Qué fue lo que pasó Juan Pablo? Porque yo te di a mi hija sana y me la devolviste con un brazo roto.

- Ella quería que le compre una pelota y no me pude negar. Entonces comenzamos a jugar a pasarla. Corrió para patear antes de que la pelota llegue a ella y se tropezó con sus pies o la pelota. No lo sé... corrió y se cayó.

- ¿Y la pelota? Dices que le compraste una pelota pero en ningún momento la vi.

- Me robaron la pelota mientras llamaba a emergencias. Por favor amor, no estés enojada conmigo. Fue un accidente. Te prometo que si hubiera sido mi culpa no estaría aquí – me acerque a ella aunque se negaba a tocarme.

- Fui a ver al padre de Sara – murmuró llorando.

Esperen ¿que?

- ¿Qué dijiste?

- Estoy molesta porque yo creí que seria una buena idea dejarte a Sara mientras veía a su padre.

- ¿Viste a tu ex? Me dijiste que ibas a ver a un excompañero de la escuela.

- Técnicamente fue un compañero. Teníamos algunas clases juntos – dijo saliendo de la habitación para no despertar a Sara.

- No puedo creer que me hayas mentido. ¿Qué te costaba decirme que ibas a verlo?

- Mira como te pones. No quería que te molestes.

- No me hubiera molestado si me hubieras dicho pero preferible mentirme. Ahí si me enoja. ¿Por qué lo viste?

- ¿Seremos de esos? ¿Controlaremos que hace el otro?

- No. Solo quiero saber que fue tan importante como para mentirme.

- Quería conocer a Sara. No te dije porque no quería escuchar cosas como "al fin harás que el padre se haga cargo".

- ¿Qué te hace creer que yo diría eso Ginger?

- Todos dicen eso. "Sara necesita de su padre". Mi hija no necesita de quien la abandonó y negó su existencia. Ni ella ni yo necesitamos de nadie – dijo molesta.

- Yo no creo que Sara necesite de su padre. Y aunque lo crea, no deberías haberme mentido. Yo te hubiera apoyado con eso – trate de calmarla porque no quería discutir con ella.

- ¿No lo crees? – preguntó mirándome.

- Se que tu ex creía eso y te lo decía seguido pero no soy él. Yo se que todo es por Sara y que si ella te lo pedía harías lo posible por comunicarte con él – dije mientras ella me abrazaba.

- Eres un idiota. Le rompiste el brazo a mi hija.

- Y tú viste a tu ex. Estamos a mano creo.

- Le vuelve a pasar algo a Sara bajo tu cuidado y te corto el pito.

- Ya no nos podremos tener sexo.

- ¿Es lo que único que te importa Juan Pablo?

- Claro que no. Yo solo quería hacer un chiste.

- No es momentos de chistes.

- Perdon. ¿Quieres ir a dormir?

- No tengo sueño. Podemos charlar si quieres.

- Claro pero volvamos a la cama.

Ambos volvimos a la cama y nos acostamos viendo al techo.

- ¿Ya te dije que terminamos la nueva canción?

- No ¿Cuál de las dos?

- La que nombra a Madrid – dije poniéndome de lado para mirarla.

- Oh. Quisiera escucharla. Aunque no me gusta Madrid – dijo riendo.

Nuestra suerte ~ Juan Pablo Villamil Donde viven las historias. Descúbrelo ahora