Nuestra suerte ~ Juan Pablo Villamil

9. Hormiga Mutante

Ginger Amor

- Feliz cum...

- No, no la saludes – dijo riendo el director frenando al traductor – la conozco desde que tiene 10 y no le gusta su cumpleaños.

No me gusta mi cumpleaños. Tendría que ser masoquista para gustarme el día en el que me abandonaron. Porque si, damas y caballeros, me abandonaron horas después de nacer.

Veintidós años y contando sabiendo que me abandonaron, que no fui lo suficientemente para que mis padres biológicos quieran criarme.

Pero no los odio. De hecho, agradezco mucho que no hayan sido lo suficientemente responsables para criarme porque de otra forma no hubiera conocido a mis padres.

- ¿No te gusta tu cumpleaños? – preguntó confundido – yo amo mi cumpleaños.

- No es mi fecha favorita del año pero no me molesta que me saluden. Puedes decirme feliz cumpleaños si quieres.

- En ese caso feliz cumpleaños.

- Gracias.

En este trabajo debía haber un traductor y escritor porque era una película italiana y ni el director ni yo sabemos italiano como para resolver si algo no suena tan bien o por si no entendemos que dice en la original.

Juan Pablo Villamil

- ¿Nervioso? – preguntó Martín y asentí.

Antes de seguir con la gira, pase por Bogotá y visité a los padres de Dany. Desde aquel día, no habían entrado a su cuarto. Hace un mes lo hicieron y encontraron una carta de ella para mí. Mi psicólogo me dijo que lo lea cuando me sienta listo. Nadie sabe que dice esa carta.

Quería leerla.

Voy a leerla y Martín lo sabe.

Desdoblé la carta. Su letra desprolija se hizo presente rápidamente.

"Hola Amor, escribo esto por pedido de mi psiquiatra. Él me pidió que le escriba a las personas que amo. Si estas leyendo es porque algo pasó. No sé qué pero no quiero que leas la carta mientras yo esté. Es algo más simbólico el hecho de escribirla. Te amo y creo que no esta siendo fácil esta situación. Se que ya no me amas como antes y que no quieres decírmelo por todo esto. No me ves como antes y lo entiendo. Nadie quiere estar con alguien que escucha voces y ve cosas que no están. Nadie quiere estar con una demente. No tienes idea lo doloroso que es verte y ver en tus ojos tristeza porque es lo único que hay ahí.

Quiero que me olvides, que no te quedes anclado a mí. Solo soy una carga en tu vida, al igual que en la de mis papás. Aunque lo odie no quiero atarte. Quiero que cumplas tus sueños, que sigas en Morat todo el tiempo que dure y que se vuelvan la mejor banda de todo el mundo. Solo no te desvíes de lo realmente importante por mi culpa.

Lo que más me gusta de ti es como me cantas para ayudarme a calmarme y a dormir. Me gusta verte tocar. Como arrugas tu nariz para componer. Podría escucharte por horas hablar sobre música.

Te ama, Dani.

Pd: Si alguien se cruza en tu camino, no me pongas como excusa. Vuelve a enamorarte, como lo estuviste algún día de mi."

No me di cuenta que estaba llorando hasta que Martín me abrazó susurrando "hace mucho no lo veía llorar".

Cuanta razón tenía el niño. Desde aquel día, dejé de llorar. Sentía que era tonto llorar por ella, cuando ya sabíamos que nunca mas sería la misma Dani.

- ¿Sabe que no está mal llorar?

- Lo sé. Te aseguro que lo sé.

- A mi me gusta llorar de vez en cuando. Ya sabe, ponerme una película triste, comer helado y llorar para sacar todo – admitió.