La lectura del testamento de Choi Siwon se dio al día siguiente del funeral con todos reunidos en el despacho del abogado Johnson. El patrimonio de la familia no era comparable con la de muchas otras grandes familias en la ciudad, pero tampoco era despreciable. La propiedad Choi y algunas cuentas en los bancos a nombre de su padre era todo lo que tenían.
El abogado dio lectura a la última voluntad del viejo Choi.
«Yo, Choi Siwon, por este medio hago público que en pleno uso de mis facultades mentales y sabiendo que mi muerte se acerca, me dispongo a repartir mis pertenencias entre mis tres únicos hijos: Sehun, Hyuna y Baekhyun. Sabiendo que para Baekhyun la propiedad Choi significa mucho más que para Sehun y Hyuna, es mi deseo que el terreno en su totalidad le pertenezca a él, a mi Baekhyun. Y los fondos en las cuentas de banco se distribuyan por la mitad para Sehun y Hyuna.
Espero que mi decisión no cause división entre mis hijos, a fin de que esto es todo lo que puedo ofrecerles, y conociendo las necesidades que atraviesan he decidido que así sea mi última voluntad».
Baekhyun se aguantó las ganas de llorar nuevamente, lo hizo hasta la noche pasada cuando se quedó dormido bajo el recuerdo de su padre. Esa mañana al encontrarse con sus hermanos para ir al despacho del abogado se dio cuenta que no fue el único que pasó la noche llorando. Su hermana tenía los ojos rojos e hinchados a pesar del maquillaje que usó para ocultarlo. Ella se parecía mucho a él, y ambos se parecían a su madre. De cabello rubio claro, la tez blanca poco bronceada por el sol, los ojos azules claros y el rostro fino. Muchas veces en su juventud Baekhyun escuchó comentarios sobre el inigualable parecido entre él y su hermana mayor. Era su versión masculina, decían algunos.
Su hermano mayor, cuyo rostro se ensombrecía bajo una noche de pesar, era bastante más parecido al difunto Siwon. Con el cabello castaño oscurecido, la tez algo morena y los ojos marrón claro, los huesos del rostro marcados y semejantes a los de su padre. Su viva imagen.
Tras firmar varios documentos los tres hermanos salieron del consultorio jurídico y regresaron a la casa en la propiedad, cada uno por su lado. Baekhyun conducía el viejo Austin Healey 3000 que le regalaron sus padres cuando cumplió los dieciocho años. Bebieron té en el salón de la casa, invadidos de ese mismo trémulo silencio que los acompañó durante el sepelio de su padre.
—¿Qué harás ahora, Baekhyun? —le preguntó su hermana una vez que el ensordecedor mutismo de todos le taladró los oídos y se tornó insoportable.
—Me graduaré de la universidad dentro de poco, entonces pienso especializarme en cirugía pediátrica.
—Siempre has tenido un gusto muy particular por los niños.
—¿Y la propiedad? —preguntó Sehun, queriendo saber el futuro que le esperaba al territorio Choi si quedaba en manos del más joven.
—No soy administrador ni fingiré serlo, pero era el deseo de nuestro padre que la finca siguiese produciendo como siempre lo ha hecho. Papá trabajaba con un contador de confianza, y yo procuraré contratar a un profesional en finanzas para que se haga cargo de ello.
—Me parece perfecto y si en algo podemos ayudarte recuerda que siempre estaremos para ti.
Baekhyun les agradeció con la mirada el apoyo que le brindaban, y en silencio continuó bebiendo de la taza de té. Sus ojos viajaron fuera de la ventana frente al salón, por el prado verde y las flores que tanto amaba cultivar su madre, hasta la valla a lo lejos. Últimamente veía mucho en esa dirección, quizás porque tanto sus ojos como su corazón ansiaban encontrar a Chanyeol. Ese era un mal hábito adquirido durante su adolescencia que con los años solo se hizo más fuerte.
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Veneno en los Labios (ChanBaek)
FanfictionBaekhyun estaba arruinado. La herencia de su difunto padre se encontraba comprometida por una deuda impagable. Pero eso no era lo peor, oh, claro que no porque el destino se encaprichó con él. Su acreedor era Park Chanyeol, su vecino y el hombre de...