Durante la noche de ese día, Chanyeol mandó preparar una cena especial para su esposo cuyo postre era un húmedo pastel de manzana con helado de vainilla. Baekhyun no pudo ser más feliz de recibir el gesto que representaba tanto para él. Los sirvientes de la casa estaban en completo regocijo por el cumpleaños del joven esposo y lo celebraron con ellos haciendo más cálido el ambiente.
El año pasado durante su cumpleaños se sintió la soledad de su hogar, sin sus padres ni sus hermanos, aunque los trabajadores de la propiedad se propusieron hacerlo tan ameno como podían. Incluso así, no era lo mismo y se sintió solo. No obstante, este año, luego de todo su sorpresivo matrimonio y las locuras que ello implicaba, estaba rodeado de muchas más personas, especialmente por Chanyeol y era él quien no lo hacía sentirse solo.
Sin embargo, había ocasiones cuando ese matrimonio los empujaba a situaciones incómodas más allá de los límites.
—¡Beso, beso! —gritaban los sirvientes entusiasmados siendo guiados por Minho.
Chanyeol y Baekhyun se miraron incómodos, como siempre sucedía cuando una situación se ponía en frente. No importaba que durante esos meses los besos y las caricias se hayan repetido para deleite de su exigente público, seguía siendo extraño y la costumbre no tenía cabida.
El joven esposo pasó saliva dificultosamente antes de acercarse al rostro de Chanyeol, poniéndose de puntillas, compartieron el aliento por segundos y luego se besaron, uniendo sus bocas en un beso profundo, aunque solo fuesen sus labios húmedos conectados. Baekhyun gimió por segundos y casi perdió el equilibrio cuando sus piernas temblaron, siempre le pasaba cuando Chanyeol le tocaba, pero el fuerte brazo de su esposo apresó su torso e impidió que cayera al piso. Así se permitieron disfrutar, dejando sus lenguas hicieron un breve contacto antes de alejarse como si repelieran el fuego del infierno.
—Feliz cumpleaños, otra vez.
Superando la vergüenza que lo embargó al inicio, Baekhyun logró recomponerse y esconder el sonrojo naciente en sus mejillas, así hasta que su celebración de cumpleaños acabó. De regreso en su recámara, tomó ropa limpia y se dispuso a tomar un baño luego de un ajetreado día. Cerró la puerta del baño con seguro y se desnudó frente al pequeño espejo colgado en la pared. Su mirada se topó con su figura, recorriéndolo de pies a cabeza de forma curiosa.
Siempre se preguntó qué hacía a su cuerpo tan delgado y cuando estudió la universidad supo que se debía a su metabolismo acelerado y a los genes de su madre que en su juventud fue igual de grácil. Sus hombros eran solo un poco menos anchos que los de la mayoría de hombres, sus caderas tenían los huesos marcados y algo prominentes, algo que Jennie siempre llamaba 'caderas de mujer', lo cual era ridículo pues carecía de curvas pronunciadas que las hiciesen más notorias.
Siendo rubio, el vello de su cuerpo era del mismo tono, casi imperceptible a la vista por lo que muchos lo consideraban lampiño, aunque a él le constaba que sí tenía vello corporal. Algo que le gustaba de él eran sus clavículas salidas, eran curiosamente adorables y siempre consideró muy sexy que alguien, aka Chanyeol, pudiese dejar una marca sobre ellas. Y bajando su mirada por su plano abdomen se encontró con su intimidad. Un rubor le asaltó las mejillas. Jennie siempre decía que su pomposo trasero era atractivo junto a sus piernas torneadas. Ugh. Ese era otro asunto. Sus piernas no eran tan robustas como las de otros hombres, eran algo delicadas y muy finas. Su madre solía decirle que era un hombre muy peculiar diferenciado de las mujeres únicamente por poseer un pene entre las piernas y la carencia de senos en el pecho. Algo hilarante, aunque no dejó de atormentarlo por algún tiempo.
Ahora era diferente.
En su juventud siempre detestó toda su anatomía porque no parecía un hombre muy acuerpado. Empero, al crecer y descubrir su sexualidad reparó en que no necesitaba ser como el común de las personas, no necesitaba parecerse a otros hombres cuando podía ser hermosamente diferente. Aprendió a querer sus caderas, su trasero, sus piernas flacas y su rostro poco masculino. Se decía que la persona que lo amara amaría también sus imperfecciones, le gustaría cada detalle de su raro cuerpo y sabría disfrutarlo.
ESTÁS LEYENDO
Veneno en los Labios (ChanBaek)
FanfictionBaekhyun estaba arruinado. La herencia de su difunto padre se encontraba comprometida por una deuda impagable. Pero eso no era lo peor, oh, claro que no porque el destino se encaprichó con él. Su acreedor era Park Chanyeol, su vecino y el hombre de...