Capítulo 21

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Llegó el 30 de mayo y los pequeños frutos en los árboles de manzana estaban a la vista. La cosecha de ese año prometía ser abundante pues en cada rama un racimo florecía sinfín. Los caballos parecían estar mejor que nunca, con diez crías recién nacidas cuyo pedigrí era tan precioso como el de sus progenitores. Dos frisones, tres puras sangres ingleses, un percherón, dos rocky mountain, y dos andaluces.

La primavera parecía sonreírle a la casa Park.

Chanyeol salió a pasear con uno de sus caballos, un holandés sangre caliente llamado Raven, disfrutando de la brisa fresca y el paisaje agreste. Lo mejor de la primavera era eso precisamente, poder apreciar toda la abundancia y belleza de la naturaleza que lo rodeaba.

Aunque en Salisbury la primavera era fresca y el verano poco caluroso, Chanyeol siempre creyó de sí mismo un hombre de sangre caliente y le gustaba salir, en casos sui generis, sin camisa a cabalgar, una costumbre adquirida durante los raros veranos calurosos que atestaban su cordura y corroían su cuerpo. Era vigorizante, aunque muy poco pudoroso. Y ese día se decidió por dar un paseo así que terminaría con una visita al lago cerca de la casa.

Durante esos momentos cuando se permitía cierta libertad, su mente se despejaba de cualquier preocupación que la turbara; sin embargo, en esta ocasión su mente no se veía exenta de las gotas negras que teñían sus pensamientos. Baekhyun. Llevaba todo el mes pensando en ese muchachito y en sus gustos particulares. Él no juzgaba si su esposo tenía a bien disfrutar de ciertos objetos sexuales, la imagen mental no era desagradable, pero su pobre cabeza no dejaba de recordarle ese maravilloso descubrimiento. Y sin querer, muchas noches tuvo que tomar duchas frías para calmar su calor, aunque el método no fuese efectivo siempre pues su torpe anatomía se sentía mejor si se liberaba culposamente por medio de la masturbación. Ugh. Estaba harto ya de eso. No era un muchacho de veinte que se calentaba con la más mínima tontería y no debería comportarse como uno. Casi un mes después de ese suceso, su cuerpo no se sentía conforme con tocarse y, en su lugar, exigía que llevase a cabo sus más exquisitas fantasías con el culpable de las mismas. Solo por medio de su tambaleante autocontrol logró no abalanzarse sobre su esposo como tanto ansiaba.

¡Por Dios!

¿Cuánto tiempo lograría mantenerse cuerdo?

Soltó un suspiro largo y profundo. Montado sobre el caballo y con dirección a la laguna, no era consciente de que una sombra más pequeña iba siguiéndolo dando pequeños pasos sobre los que el caballo ya marcó. Baekhyun, en su día libre, estaba tan aburrido dentro de la casa que decidió salir a pasear, aunque convertirse en un acosador no estaba entre sus planes, su cuerpo dejó de funcionar cuando sus ojos se toparon con la exquisita figura de Chanyeol cabalgado con el torso desnudo. Era un regalo de los dioses.

Cuando Chanyeol llegó al lago, desmontó a Raven y lo dejó irse a los campos, lejos de ahí. Entonces se permitió caminar con parsimonia sobre el verdoso pasto, ensimismado en lo que su conciencia le reclamaba a gritos. Se acercó hasta la orilla del lago y se decidió por tomar un baño ahí. Sin cuidado de que algún empleado apareciese por el lugar pues, desde que compró la propiedad, ese lugar era para su uso exclusivo, empezó a desprenderse de las botas campiranas y los calcetines, el jean deslavado y el bóxer. Todo lo dejó tirado sobre la hierba y se sumergió en las aguas cristalinas del lago. El contacto del agua fría con su piel caliente le sacó un jadeo de profunda satisfacción.

Hundió su rostro y se dejó bañar completamente, flotando sobre el agua en total paz y tranquilidad y cuando resurgió se vio embargado por un calor febril producto de las perversiones que anegaban su mente. Apoyado contra el bordillo de la laguna, Chanyeol se dio el lujo de rendirse, otra vez, ante sus deseos.

Veneno en los Labios (ChanBaek)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora