Llegó diciembre, tan frío y tormentoso, y era ya el tercer mes de Baekhyun como asistente del Doctor Larson, un profesor de su universidad quien lo ayudó para empezar a trabajar en el hospital central de la ciudad. Aunque el hombre fue sumamente amable al ofrecerle su ayuda, Baekhyun bien sabía las razones tras ello. Adolf Larson no era conocido sino por ser un médico que gustaba de usar su jerarquía para aprovecharse de sus subalternos, y en la mayoría de casos los estudiantes eran el blanco perfecto. Sin importar si eran hombres o mujeres, Larson parecía tener una fijación por el dominio y ningún prejuicio sobre la sexualidad.
Era una verdad a susurros que corría por los pasillos de la facultad y sobre la cual nadie podía hacer nada. De hecho, incluso las autoridades lo sabían pues ya en el pasado se presentaron demandas contra el hombre por agresión sexual; sin embargo, por su notable carrera médica nadie podía hacer nada.
Así que para Baekhyun la única esperanza recaía en parecerle poco atractivo al pediatra. No se consideraba a sí mismo un adonis, pero tampoco un esperpento. Tenía su encanto, quería creer.
Y a pesar de ello, descubrió en la primera semana de trabajo que el hombre sí parecía tener un siniestro interés por él. Coqueteos vulgares, palabras subidas de tono e insinuaciones. Ese era el repertorio, el pan de cada día, mas Baekhyun se decía que debía ser profesional y evadir al hombre cuando la situación lo ameritara. Perder su trabajo no estaba dentro de sus planes, no al menos hasta conseguir saldar su deuda con el banco.
Al menos su deuda con Park parecía ir por buen camino pues, aunque aún no se obtenía efectivo, habían comprado ya varios caballos más para enlazar a las yeguas de la finca, así como se hizo un pedido de árboles de cidra para plantar cuando la nieve se derritiera al llegar la primavera. Chanyeol le enseñó el plan de retorno de la inversión para tres años, aproximadamente. Un plan que incluía varias negociaciones con nacionales y extranjeros, así como un plan de exportaciones de sidra de manzana a Francia. Fue entonces que Baekhyun admitió que poseía nulas aptitudes para los negocios y que si de él dependiese pagar la deuda por medio de esos métodos pues sería esclavo de los intereses toda su vida.
Ese domingo durante la cena, la casa Park tenían como invitada a Jennie. La mujer insistió en ver a Baekhyun; sin embargo, debido a que su amigo estaba trabajando en el hospital el tiempo libre se convirtió en un privilegio muy escaso.
—¿Tus padres siguen siendo los dueños de esa finca? —increpó Chanyeol.
—Sí, aún conservan esas tierras, aunque no van ahí muy seguido. Mamá prefiere las comodidades de la ciudad al igual que mi padre.
—Creí que la venderían.
—Se los he sugerido, Señor Park; sin embargo, mi padre cree que es un lugar donde podría pasar su vejez. Yo creo que es ridículo, si no les gusta ahora, no creo que en el futuro eso cambie.
Chanyeol sonrió de medio lado y dijo:
—No todas las personas están hechas para vivir en el campo. Yo en realidad soy lo opuesto, no puedo acostumbrarme al ruido de la ciudad.
—Es ruidosa y enloquecedora, pero aun así tiene su encanto.
—Quizás es demasiado caótica para mí —comentó Baekhyun —. Siempre me gustará aquí.
Aquí. Esa era una palabra cuyo ambiguo significado causó un sombrío temblor en Chanyeol. 'Aquí' podía significar en el campo. O 'aquí' podía significar que era ese lugar en particular, esa casa, esas tierras y esas personas. La duda sembrada con esa sencilla palabra empezó a germinar con rapidez dentro del corazón de Chanyeol generándole gran ansiedad por cosechar el fruto para saborear la verdad, dulce o amarga, no importaba.
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Veneno en los Labios (ChanBaek)
FanfictionBaekhyun estaba arruinado. La herencia de su difunto padre se encontraba comprometida por una deuda impagable. Pero eso no era lo peor, oh, claro que no porque el destino se encaprichó con él. Su acreedor era Park Chanyeol, su vecino y el hombre de...