Capítulo 9

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Guardó su traje en el armario blanco de su habitación, sus manos acariciaron con anhelo el empaque transparente imaginándose el momento cuando entre una nube de tormenta se convertiría en el esposo de Park Chanyeol. Un espasmo le recorrió el cuerpo haciéndole temblar anticipadamente. La situación le parecía ser la más hermosa nube de tormenta bajo la cual quería dejarse mojar. Una nube con un destello brillante apenas perceptible.

Siempre fantaseó infantilmente con una boda preciosa donde su flamante prometido lo esperase con una radiante sonrisa al final del pasillo. Chanyeol estaría con la mano extendida ansiando tomarlo y decir el 'sí, acepto' que los embarcaría en una romántica cruzada matrimonial.

Baekhyun Park, siempre soñó con poder llamarse a sí mismo de esa manera y ahora se volvería realidad. No sonaba mal, aunque la situación no era la más apropiada para festejar que su nombre se acoplara a la perfección al apellido de su forzado prometido. Sin embargo, si Baekhyun no festejaba por esas nimiedades, entonces no celebraría nada durante su matrimonio y se desplomaría en caída libre sobre una fosa de desdicha.

Su vista se dirigió a la bolsa palo de rosa sobre la cama, adornada con suave crepé blanco y en su interior un empaque negro cuyo vergonzoso contenido fue el obsequio de Jennie. Ella logró su cometido al obsequiarle lencería femenina que, para su desgracia, era de su talla. Siendo que Baekhyun no era particularmente musculoso o de cuerpo muy ancho, la talla de una mujer un tanto más grande era perfecta para él. Claro, él no se lo probó, mas Jennie se aseguró que, al menos de vista, fuese del talle correcto. Y aún si ella compró ese vergonzoso trozo de encaje con sobreprecio, Baekhyun se negaba a usarlo pues, a fin de cuentas, no había necesidad de ello en absoluto. Chanyeol no estaba enamorado de él y, por supuesto, no lo iba a tomar como esposo. No habría una noche romántica de bodas donde se consumase el matrimonio, así como no habría la necesidad de usar lencería para un apasionado momento que nunca se daría. Además, él no era una mujer como para llevar lencería. El regalo de Jennie quedaría como una broma que le recordaría el calor de un amor ficticio que tuvo un trágico inicio y un tormentoso final.

Empero, ese no era su único regalo, junto a la minúscula pieza de encaje también estaba un objeto aún más penoso. Un consolador color negro. Ugh. Cuando Baekhyun lo vio sintió pena de sí mismo. Era la primera vez que veía un consolador y se le hacía humillante. Jennie estaba siendo demasiado desvergonzada y una mala amiga al regalarle tales cosas como si fuera un juego. Ya suficiente tenía con aquella lencería de mujer totalmente ridícula como para incluir un juguete.

Diablos.

Un llamado a la puerta lo sacó de su ensoñación, se trataba de una de las sirvientas de la casa que se asomó por la puerta para dar un mensaje.

—Joven Baekhyun, su prometido, el Señor Park, está aquí —informó ella.

Su prometido. Baekhyun aún no se acostumbraba a llamarlo así y más le costaría llamarlo 'esposo'.

Solo un día después de enterarse Baekhyun de la condición impuesta por su padre, las dos casas, Choi y Park, estaban informadas ya sobre el compromiso de sus amos. La especulación no se hizo esperar; los comentarios curiosos retumbaban en cada pasillo y pronto toda la ciudad estaba enterada del impactante acontecer.

Muchas personas demostraron cierto disgusto y hasta repugnancia por la unión entre dos hombres, a pesar de no ser la primera que se daba en la ciudad, aún no tenía gran acogida. Siempre resultaba difícil y, ¿por qué no decirlo?, doloroso escuchar los mordaces comentarios que se soltaban en las calles. La gente estaba, aparentemente, genéticamente diseñada para criticar todo cuanto era diferente y lo que no entendían. La homosexualidad era una de esas situaciones que se le salieron de las manos a los ortodoxos y sobre la cual no se pudo hacer más que crear absurdas ideas y prejuicios que se arraigaron en la idiosincrasia de la sociedad con tal fuerza de voluntad que era casi irrisorio.

Veneno en los Labios (ChanBaek)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora