Capitulo 74: Tenés un problema...

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Abro los ojos y siento que todo mi cuerpo me duele. Me duele el intentar tomar aire, me duele el intentar expulsarlo. Me duele la cabeza y creo que ya voy entendiendo lo que me sucede. La paliza ayer en el bar fue lo que me trajo hasta acá, hasta este hospital y sentó a mis amigos y familia en sillas a mi alrededor.

J- Hola...
_- Hija...- mis padres se levantan rápidamente y vienen desesperados hacia mi.
M- ¿Cómo te sentís?- me acaricia el pelo muy preocupada.
J- Me duele todo...
P- Te pegaron muy fuerte...- me besa en la frente.
Ch- ¿Querés que llame a un médico?- me toca los pies desde el frente de la cama.
J- No...- niego con la cabeza haciendo muecas de dolor- ni Dios puede quitarme todos estos dolores...

Miro a Elys aún sentada en su silla. Tiene cargada sus codos encima de sus rodillas inclinándose hacia delante, me mira muy seria. Hace tiempo que siento que está decepcionada de mi, y me da la impresión de que siempre lo que hago es empeorar las cosas, pero tengo derecho, ella más que nadie lo sabe.

J- ¿No me preguntarás cómo estoy?- me agarro el abdomen y me intento sentar.
M- No te movás hija...- con sus manos en mis hombros me hace con delicadeza, volver a acostarme
E- ¿Pueden dejarnos a solas por favor?- dice seria, muy seria.

Los tres asienten con la cabeza, Chesko y mi padre me sonríen y salen de la habitación. Mi madre me acaricia la mejilla.

M- Cualquier cosa me llamás ¿está bien?
J- Si mamá...- intento sonreír- tranqui...
M- Estaremos acá afuera...

Mi madre le sonríe a Elys, esta no deja de observarme y la mujer que me trajo al mundo, sale de la habitación.

J- ¿Cómo supiste que estaría en ese bar?
E- Desde hace semanas tengo la ubicación de tu móvil en tiempo real...- responde acercándose a la cama.
J- Por eso me buscás siempre a los lugares...
E- Las veces que no apagás el móvil si...

En estos últimos meses que he vivido, me he metido en bares y lugares para beber. Siempre ella ha sabido donde me encontraba, y siempre junto a Chesko o quizás ella sola ha venido a por mi. Beber es lo único que me alivia, me he llevado buenos golpes en broncas en los bares.

E- Joana tenés un problema...
J- ¿Qué problema?- frunzo el ceño.
E- ¿De verdad?- se cruza de brazos molesta- ¿de verdad me lo decís?
J- Es que no sé de lo que me hablás...
E- De que estás enferma Joana... tenés una adicción por el alcohol...
J- ¿Qué decís? Claro que no...
E- ¿No?- niego con la cabeza- ¿cuándo fue la última vez que estuviste más de un día sin tomar? ¿eh?- me quedo pensando intentando recordar para desmentir su teoría- no lo recordás porque no ha pasado Joana, y miráte...- me señala- tenés el tabique destrozado, no me alcanzan los dedos de las manos para enumerarte todas las costillas que tenés rotas o fracturadas... peleas con todo el mundo, y no es la primera vez que terminás acá... la diferencia de este caso a los anteriores, es que siempre te he encubierto...- suspira mirándome a los ojos muy seria- pero ya me cansé Joana...
J- Mi vida es una mierda Elys...
E- ¿Y?- se lleva las manos a la cintura- ¿creés que por emborracharte se van a deshacer todos tus problemas? ¿creés que por beber Peter va a dejar de abusar de ustedes, vas a olvidar que te forzaron y que Laura regresará? ¿de verdad lo creés?- alza la voz.

Giro mi cabeza a la derecha y es para ocultar las lágrimas que aparecen en mis ojos.

E- Me arrepiento cada puto día de haberte devuelto esa cerveza el día que Laura se marchó...- su voz se quiebra- me arrepiento y me siento culpable porque te hice entender que merecías estar inconsciente para afrontar el dolor... pero no es así Joana, no podés beber, no debés hacerlo...- sorbe por la nariz- extraño a mi amiga, a la que nos contaba todo, a la que quería tenernos en su vida, a la Joana valiente que la pasaba putas si, pero lo afrontó todo... si Laura te viese ahora mismo estaría tan decepcionada de vos...- le miro y aunque me duela, tiene toda la razón- tenés un problema y no me dejás ayudarte... mejor dicho, no lo querés ver...

Ella viene hacia mí con sus ojos brillosos de un montón de lágrimas que los acosan. Me toma de las manos.

E- Si seguís así acabarás convirtiéndote en un Peter más... y no sos como él... ¿verdad?

No, no claro que no soy como él, no quiero ser como él. Es verdad lo que dice, necesito ayuda. De solo imaginar que podría terminar como él, se me eriza la piel y me dan escalofríos, no puedo terminar siendo alguien que solo hace daño, ellos ya no merecen más daño del que les he hecho.

J- Ayudáme Elys...- consigo decir aunque siento un nudo en mi garganta- ayudáme...

Elys asiente con la cabeza, se sienta a mi lado y con mucho cuidado, me abraza fuerte. Me duele el abdomen pero eso no impide que me eche a llorar. Ella tiene razón, tiene toda la razón del mundo. Necesito que me ayude, necesito librarme de esta enfermedad que yo misma me busqué, pensando que sería la solución a mis problemas, pero que en verdad, me ha dado muchos más.

Lost my voice (Joana Bianchi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora