Lost my voice (Joana Bianchi)

Capitulo 80: Gracias mamá...

Hace tiempo pensé que la vida no era justa, cuando Laura se fue sentí que ya todo en mi vida estaba perdido. Había encontrado a la persona perfecta para mi y la perdí cuando más la necesitaba. Pero a pesar de todo, debí seguir adelante porque no podía depender mi vida de una persona, tenía que ser egoísta y pensar solo en mi para encontrarle sentido a todo nuevamente, y la única solución que encontré fue beber. Entonces ahí dejé de depender mi vida de una persona, para hacerlo de una enfermedad, de una adicción. Todos creían que mi dependencia por algo o alguien, surgió cuando apareció Laura, pero no, la única verdad es que existe desde que nací, y viene siendo por la persona que me trajo al mundo: mi madre.

Siento que algo me absorbe el pecho, el nudo que me impide respirar se va deshaciendo, vuelve otra vez a contraerseme el pecho y con fuertes tirones, me hace abrir los ojos y dejar de verlo todo oscuro.

_- ¡Ha despertado!- gritan.

Miro a mi alrededor muy desorientada y mareada. Veo muchas personas vestidas de blanco. Todos pendientes a mi y corriendo de un lado a otro. Me siento como drogada, todo va en cámara lenta. Es horrible.

_- Ya estás acá con nosotros...

Miro al frente y veo a un doctor que me sonríe. Me siento muy mareada. Asiento con la cabeza con muy pocas fuerzas y cierro los ojos.

Siento que me acarician la frente, son unas manos tiernas y cálidas, unas manos que me tocan con delicadeza como si pudiese sentir, la persona dueña de ellas, lo que estoy viviendo. Me encuentro en una playa oscura, de repente se ilumina toda la oscuridad. Miro a mi alrededor y la luz se hace más fuerte enfrente mío, observo hacia allí y veo una mujer, una mujer iluminada como una total diosa, sonríe y aunque no puedo verle el rostro, quedo totalmente enamorada. Me saluda alzando su mano y hago lo mismo mirándole muy hipnotizada.

J- ¿Quién sos?- logro decir.
_Lo sabrás...- dice sonriendo.

Aparecen una niña a su derecha y un niño a su izquierda. Los dos tienen su mismo brillo, no les puedo ver el rostro, pero mi corazón se acelera muchísimo al verlos a los tres ahí enfrente mío.

_Mamá...- dicen los dos tomándole de la mano.

Ella los mira sonriendo y se dan la vuelta para marcharse pero dejan toda la playa alumbrada a mi alrededor, antes de irse solo puedo ver su pelo largo, su pelo rubio. ¿Laura?

Abro los ojos y lo primero que veo es a mi madre a mi lado, con su rostro lleno de lágrimas y su mano acariciando mi frente. ¿Qué ha sido eso?

J- Mamá...- consigo decir.
M- Hola...- sonríe y sorbe por la nariz- ¿cómo estás?
J- Bien...- intento sonreír- ¿y vos?
M- Muriéndome...- rompe a llorar- perdonáme hija...- sorbe por la nariz- perdonáme por esto, casi morís y todo por mi culpa...
J- Che che...- le tomo de la mano con cuidado de no lastimarme- vos no tenés la culpa de nada... no llorés que no me gusta verte hacerlo...
M- Es que lo he pasado tan mal...- traga saliva con dificultad- pensaba que te perdía y no podía...
J- Ya pero estoy acá ¿no?- asiente con la cabeza retirando las lágrimas de sus mejillas- entonces no llorés que no me va a suceder nada...- sonrío.
M- Le he dejado...- sorbe por la nariz.
J- ¿A quién?
M- A Peter... le he dejado, no quiero estar más con él, no le quiero desde hace muchísimo tiempo, no quiero que te vuelve a poner una mano encima...

Ella me abraza fuerte y yo le correspondo de igual manera aunque me duele el abdomen por la cortada. Pero es que merece una celebración que al fin se ha decidido a dejar al pelotudo que solo nos ha jodido la vida. Es la mejor noticia que he escuchado jamás.

M- Voy a denunciarle y le haré pagar por esto que te hizo...
J- Gracias mamá...
M- No tenés que darlas...- sonríe y me besa la frente- todos están acá afuera esperando por vos... quieren verte...
J- Deciles que pasen...

Mi madre asiente con la cabeza y camina a la puerta. Entran mis amigos, mi hermana, mi padre, Ángela y Gustavo, Flor y Benja, y todos sonríen felices de verme. Se quedan conmigo por horas y aunque pierdo de vista a mi madre, no me preocupo. Hará lo correcto, hará lo que tenía que hacer hecho hace muchísimo tiempo. Al fin podemos ser felices.