Capitulo 26: ¿Me estás cargando?

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Luego de darme una ducha y vestirme, salgo en dirección a casa de mi novia. Novia, ¿quién lo diría? Nunca llegué a tener novio y pasé directo a tener novia, bueno, en verdad no es nada raro, o sea, hay muchas minas que nunca han estado con un chico y pasan a tener novias porque de siempre les han gustado las chicas, en mi caso no lo descubrí hasta que llegó Laura a mi vida.
Toco la puerta de su casa y me cargo a la pared a esperar a que abra. No tarda más de cinco segundos, me separo de la pared para observarla.

J- Hola linda...
L- Hola otra vez...- sonríe- ¿pasas?
J- Obvio que si...- miro a mi alrededor- es que acá afuera no te puedo besar...
L- Verdaderamente no...- suelta una carcajada- creéme que nos matarían luego mis padres si se enteran...
J- ¿Morir por intentar ser feliz con vos?- frunzo el ceño y esbozo una sonrisa- vale la pena el riesgo...
L- Entra dale...- niega con la cabeza divertida.

Se aparta de la puerta para darme espacio para entrar, lo hago y me detengo en el centro del salón. Le observo como cierra la puerta y nada más hacerlo, me acerco a ella, le agarro de la cintura, le doy la vuelta y le pego a la pared para besarle con deseo y puede que algo de brusquedad, pero solo porque aún no sé controlar los impulsos con ella, me provoca muchas cosas que son nuevas para mí y debo aprender a manejar.

L- Vos y estos besos...- susurra cuando me separo para que tomemos algo de aire luego de un largo beso.
J- ¿Qué tienen?- mi respiración está muy acelerada.
L- ¿Qué no tienen?- me guiña un ojo picara- no sé si es lo mucho que me gustás, pero de verdad que me desarman y me...
J- ¿Y te qué?- achino los ojos.
L- Me da vergüenza...- mira al suelo tímida.
J- Decíme linda...- agarro su barbilla y le hago mirarme- no tengas vergüenza conmigo por favor, quiero que seamos capaces de todo...
L- Me calientan...- suelta.

Me hace sonríe. Me toma un poco de sorpresa la verdad aunque sabía que eso era lo que diría, y es que a mí me sucede igual.

J- Es algo normal ¿no?
L- Si ya...- se encoge de hombros- pero no sé, nunca me había pasado, de ahí que...
J- ¿Qué?- le animo a continuar.
L- Nada...- me besa rápido en los labios- ¿vamos a mi cuarto?
J- Si che...

Le tomo de la mano y aunque he venido mil veces acá ya, dejo que ella me guíe a su habitación. Me siento en la cama.

J- ¿A qué hora regresan tus padres?- pregunto mientras me quito los zapatos.
L- Creo que me dijeron que no vendrían...- cierra la puerta y se sienta a mi lado- le han pedido a la vecina que me vigile.
J- ¿Te quedarás sola esta noche entonces?
L- No si mi novia se queda conmigo...- hace pucheros- ¿querés?
J- Obvio que quiero...- sonrío.

Nos miramos fijamente a los ojos. Me encanta esta rubia Dios, me encanta como nunca me ha encantado nadie. Le agarro de las mejillas y le atraigo a mis labios. Le beso obligándole a estirarse encima de la cama. Ella enreda sus dedos en mi pelo atrayéndome a sus labios. No sé exactamente qué hacer, pero siento que quiero hacerlo. Me gusta demasiado y aunque no tengo ni idea de nada, bueno si, un poco si, pero la práctica es nula, me gustaría dar otro paso más con ella.
Nunca hemos pasado de besos, pero es que los suyos me revuelven todas las hormonas y aunque he intentado alejar el día, retrasar el momento por miedo de mi desconocimiento, hay un momento en que ya no se puede más, y bueno, si yo estoy perdida, espero que al menos ella me enseñe y me sepa guiar.

L- Amor espera...- interrumpe cuando encima suyo, mis manos entran por debajo de su blusa tocando sus caderas.
J- ¿Qué sucede linda?- le observo preocupada- ¿te he incomodado? No era mi intención...- me siento en la cama bajándome de encima suyo.
L- No, no es eso...- se sienta en el colchón.
J- ¿Entonces qué?
L- Que no sé cómo...
J- ¿Qué no sabés cómo qué?- le miro desesperada porque se decida a decirme las cosas de una vez- habla Lau, decime lo que sucede...
L- Que no sé cómo se hace esto...

Niego con la cabeza. Cómo si yo supiese, estoy perdida.

J- Linda yo tampoco sé cómo se hace esto con una chica...- retiro un mechón de pelo de su frente y lo coloco detrás de su oreja- pensé que vos sabías pero veo que tampoco, entonces, habrá que improvisar...
L- No...
J- ¿No?- frunzo el ceño.
L- No me habés entendido...- me mira y suspira- que no sé cómo se hace esto, ni con una mina ni con un pibe...
J- ¿Cómo?- siento como mi corazón se dispara- ¿qué querés decir?
L- Pues que soy virgen Joabi...
J- ¿Me estás cargando?
L- No...

Se encoge de hombros y mirando al suelo, niega con la cabeza. Dios, esto ya es demasiado. ¿Virgen? ¿Es en serio?

Lost my voice (Joana Bianchi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora