Lost my voice (Joana Bianchi)

Capitulo 75: Necesito ayuda...

Ya está decidido, ingresaré en un centro de desintoxicación, no puedo seguir así. Ninguna de las personas que me rodean merecen sufrir por mis irresponsabilidades. Elys y yo lo hemos decidido, ahora solo queda decírselo a mis padres.

E- Voy a llamarles ¿si?
J- Va...- intento sentarme.
E- Te vas a terminar de destrozar las costillas si seguís intentando sentarte...
J- Me podés ayudar si querés ¿eh?- le miro irónica- no me molestaré con vos si lo hacés...
E- Dejáme ayudarte anda... no vaya a ser que te las agarres a golpes conmigo también...
J- Que graciosa...- le pego en el brazo y eso me estremece todo el cuerpo- Dios...
E- Dale...

Con sus manos debajo de mis brazos, me ayuda a sentarme aunque siento que todo el cuerpo se me debilita. Es como si me hubiesen cogido las costillas y las presionaran con las manos, así como le hacés a un limón.

E- Ayer te peleaste con la mina más peligrosa de todo el bar, que sepás...
J- ¿No jodás?- le miro boquiabierta sin poder creerlo- ¿de verdad?
E- ¿Por qué creés que pudo levantar un banco de la barra y estrellarlo contra tu cara? Con lo que pesan esas cosas...
J- Bueno, la práctica...- alzo los hombros y hago una mueca de dolor- ay...- me agarro el brazo- no habré sido la primera a quien se lo hizo...
E- Espero que si...- alza las manos divertida- iré a llamarles...
J- Dale...

Elys camina a la puerta, saca la cabeza por esta, dice algo y al instante entran mis padres y mi mejor amigo.

P- ¿Cómo te sentís?- vienen hacia mi.
J- Me duele todo pero me siento un poco mejor ahora luego de haber hablado con Elys...
M- ¿Haber hablado de qué?- me mira confundida.
J- Pues...- miro a mi amiga y ella esboza una sonrisa, sonrío- pues que necesito ayuda... no lo quería ver pero tengo un problema, desde que los padres de Laura me amenazaron con llevársela y le tuve que dejar...- miento mirando a mi amiga pero ella me entiende así que me apoya con una sonrisa- no he dejado de beber y ya no puedo dejar de hacerlo, tengo adicción, estoy enferma...
P- Lo primero es reconocerlo... estoy orgulloso de vos...
M- Yo pensé que era que salían y se divertían ustedes...- mira a mis amigos.
Ch- No, nosotros nunca salimos...- interviene- decíamos eso para justificarla...
J- Me iba sola y me emborrachaba sola... falté muchísimo a clases por ello pero me inventaba siempre una excusa en la escuela para que no te llamaran...
M- Pero eso está mal...
J- Ya lo sé... y no volverá a suceder...
P- Bueno hija...- toma mi mano entre las dos suyas- nosotros te ayudaremos, creo de verdad que habés llegado muy lejos y no podés dejar que tu vida y tu bienestar dependan tanto de una persona, Laura ya no vive acá en Buenos Aires pero quién sabe si regrese, y estoy completamente seguro de que no querrás que ella te vea mal ¿no?
J- Pues no...- niego con la cabeza y sonrío- quiero estar bien, necesito estar bien, por ustedes, por toda mi familia, por mis amigos y sobre todo... por mi...

Mis padres se miran entre sí, y aunque mi madre está muy seria por lo que le conté, por las mentiras y todo, asiente con la cabeza esbozando una sonrisa y me abraza fuerte. Internarme, es la mejor opción.