Lost my voice (Joana Bianchi)

Capitulo 4: Peli.

Mi abuela prepara su especialidad para almorzar, milanesas de pollo. A mi abuela todo lo que cocina le queda delicioso, pero nada como sus milanesas, esas es que levantarían hasta un muerto, si montase un restaurante cualquiera vendría desde el otro extremo del mundo solo para comerlas, son espectaculares.

Me despido de mis abuelos a la hora de salida ya del instituto y corro al bus para ir a buscar a mis amigos. Les espero en la acera de enfrente. Al salir y verme, me hacen señas para que cruce y así lo hago.

E- ¿Se mantiene el plan entonces?- pregunta luego de chocar nuestros puños.
J- Por mi si...- alzo las manos sonriendo- aunque no le he avisado a mi padre pero saben que son bienvenidos a su casa...
Ch- Nos ama lo sabemos...- ríe- bueno, vamos dale.
J- Va...

Nos disponemos a caminar en dirección a casa de mi padre. Él quiere muchísimo a mis dos mejores amigos, ellos siempre han estado ahí para siempre y mi padre sabe que si no me ha sentado peor su divorcio es gracias a que ellos alegran mi vida.

P- Hola Joa...- sonríe abriendo la puerta y me abraza fuerte.
J- Hola viejo...- sonrío y le abrazo por la cintura, nos separamos.
E- Holis...- sonríe.
Ch- Hi...
P- Ya extrañaba yo a estos dos...- ríe saludándoles- venís a quedaros ¿verdad?
Ch- Si compra pizza le juro que si...

Elys le pega un codazo y él hace una mueca de dolor.

P- Una para cada uno mejor ¿no?- asentimos todos con la cabeza y él ríe- entren dale...

Elys, Chesko y yo entramos en casa. Subo las escaleras de mi antigua casa. Cómo extraño vivir acá, era tan cómoda, tan espaciosa, tan linda. Mi madre fue consciente y ya que fue ella quién arruinó la relación de ellos, le dejó la casa a mi padre y solo le pidió una pensión por mí y la custodia, con mi padre solo me venía los fines de semanas, y lo agradecía, pues así no tenía que ver al pelotudo de Peter.

J- Che Karl...- abro la puerta de su habitación y le veo acostada en la cama con los ojos cerrados.
K- Joana...- sonríe abriendo los ojos- que bueno que ya estás acá...
J- Te extrañé...- le abrazo fuerte y ella me corresponde- acá abajo están Chesko y Elys, vinieron para que hagamos una pijamada y veamos pelis de terror...
K- Genial... también te extrañé che...- se estira y bosteza- estaba durmiendo...
J- ¿Cuándo no?- digo divertida- si sos Lakra recordás ¿no?
K- Ay ya...- rueda los ojos- envidiosos que son ustedes...

Nos abrazamos otra vez. Karla es la hija de mi tío Gonzalo, hermano de mi padre, pero él falleció hace unos años y desde entonces mi padre se quedó con la custodia de mi prima, su madre brilla por su ausencia, les abandonó cuando ella era muy pequeña y bueno, a mi tío le atropelló un imbécil que venía borracho. Una historia trágica de verdad.

No soy la única que perdió la familia que tenía, Karla tan siquiera la llegó a tener nunca. Se dice que siempre hay alguien que está peor que vos, y es triste ver que así es. Pero yo quiero mucho a mi prima, es como mi hermana, de hecho a veces nos decimos así.

Mi padre encarga las pizzas, nos duchamos uno a uno, Elys se pone ropa mía y Chesko de mi padre. Es divertido verle vestido así, parece que se irá volando con un fuerte viento. Al caer la noche nos vamos todos al salón a comer pizzas y ver pelis de terror hasta las tantas de la noche. Nos pegamos buenos sustos con esas pelis, de hecho a la hora de dormir cuando estamos estamos todos en mi habitación hablando hasta que nos entra sueño y bueno, Elys se mete en la cama conmigo y me obliga abrazarle porque le da miedo.

Mis amigos y Karla son los únicos que consiguen sacarme de esa tristeza que vivo desde que mis padres se separaron, uno a veces no llega a creer que un divorcio pueda hacerle tanto daño a los hijos, pero creanme que si, es algo muy fuerte si no te lo esperabas o no estabas preparado, o en mi caso, que mi familia era lo más valioso que tenía.