Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ XIII

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Al día siguiente llegué al trabajo a eso de las ocho y media, y Lisa, Roseanne, Daniel y Mark enseguida hicieron corro en torno a mí. Todos se mostraron aliviados al ver que no me había pasado nada, y luego me preguntaron por la inundación y lo que había sentido durante mi encierro en el ascensor, y quisieron saber cómo me las había arreglado para salir de allí.

—Conseguí llamar a un amigo antes de que mi móvil se quedara sin batería—expliqué—. Él apareció y... Bueno, después todo fue sobre ruedas.

—Llamaste al señor Park, ¿verdad? —preguntó Mark—. Charlie me dijo que fue él quien te sacó de ahí.

— ¿Nuestro residente el señor Park? —preguntó Lisa, y sonrió al ver que yo asentía de mala gana.

Ye-ji vino a mi cubículo, con cara de preocupación.

—KyungSoo, ¿te encuentras bien? Wendy Son telefoneó y me contó lo que sucedió ayer.

—Me encuentro perfectamente —dije—. Listo para trabajar, como de costumbre.

Mi jefa rió. Quizá fui el único que percibió la sombra de condescendencia que hubo en su risa.

—Veo que eres un hombre de recursos, KyungSoo. Bravo.

—Por cierto —me dijo Lisa—, esta mañana hemos tenido media docena de llamadas, todas preguntando si el omega del ascensor eras tú. Supuse que los medios de comunicación locales querían sacarle todo el jugo posible al hecho de que seas un Doh. Así que me hice la tonta y dije que no, que era otra persona.

—Gracias —dije, consciente de que Ye-ji entornaba los ojos. Por mal que me cayera ser un Doh, a ella le caía aún peor.

—Bueno, gente —dijo Ye-ji—, a trabajar. —Esperó a que los demás hubieran salido de mi cubículo antes de decir, en un tono la mar de dulce—: KyungSoo, ven a mi despacho y tomaremos un café mientras me cuentas qué tal fue tu reunión con Wendy.

—Ye-ji, lo siento, pero no voy a poder recordar todas las cosas que hablamos.

—Pero lo tendrás guardado en tu ordenador ¿verdad?

—No tengo el ordenador. El pobrecito se ahogó.

Ye-ji suspiró.

—Oh, KyungSoo. Me gustaría que tuvieras un poco más de cuidado con el material de la empresa.

—Lo siento, pero es que no hubo manera de salvarlo. El nivel del agua no paraba de subir y...

—Consulta tus notas, entonces. Porque supongo que tomaste notas, ¿verdad?

—Sí, pero las llevaba en mi maletín.., y todo lo que había dentro de él se estropeó. Llamaré a Wendy e intentaré reconstruir la reunión lo mejor que pueda, pero...

—Perdona que te lo diga, KyungSoo, pero no entiendo por qué no estuviste más pendiente de tu maletín —dijo, al tiempo que me reñía suavemente con la mirada—. Supongo que te dejaste llevar por el pánico y todo se te cayó de las manos, ¿no?

—Ye-ji, la filtración dentro del ascensor era algo más que un charquito en el suelo. —Estaba claro que ella no entendía lo que había sucedido allí abajo, pero lo último que se le podía decir a mi jefa era que no entendía algo.

Ella puso los ojos en blanco y sonrió como si yo fuera un niño que trataba de excusarse exagerando las cosas.

—Con el talento que tienes para el melodrama, cualquiera sabe lo qué sucedió realmente.

—Hola —nos interrumpió una voz profunda y melodiosa. Mi hermano JongIn entró en el cubículo.

Ye-ji se giró hacia él y se remetió detrás de la oreja un mechón de perfecto cabello negro que se había salido del sitio.

—Hola, JongIn

—Hola, Ye-ji. —Mi hermano fue hacia mí, me hizo un rápido repaso visual y luego me apretó contra su pecho en un breve abrazo. Yo me envaré un poco—. Sí, ya lo sé, pero me importa un rábano que no te guste que te toquen —dijo, sin dejar de abrazarme—. Menudo susto me diste anoche. Pasé por tu apartamento hace unos minutos y no contestó nadie. ¿Qué estás haciendo aquí?

—Trabajo aquí—dije con una sonrisa.

—Hoy no. Vas a tomarte el día libre.

—No necesito tomarme el día libre —protesté, consciente de que Ye-ji nos estaba observando con una expresión pétrea.

JongIn me soltó por fin.

—Y tanto que sí. Relájate. Echa una buena siesta. Y asegúrate de llamar a JongDae, Sehun, papá y HongKi... Todos quieren hablar contigo. Nadie llamó a tu apartamento por si estabas durmiendo.

Puse mala cara.

— ¿Estás diciendo que voy a tener que repetir toda la historia cuatro veces?

Cᴀᴇᴄɪʟʟᴜs Dɪᴀʙᴏʟᴜs || CʜᴀɴSᴏᴏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora