24 de febrero.
Entrecierro los ojos leyendo el pequeño papel con las supuestas instrucciones y no entiendo una mierda.
Odio tener que leer instrucciones. Quizás debería ver un video explicativo.
Tomo mi celular y comienzo a buscar algún video acerca de cómo teñirse el cabello sin que se te caiga luego. Veo al menos tres y me replanteo en que esto probablemente sea una mala idea, una muy mala y ni siquiera sé por qué quiero hacerlo. Solo me levanté con ganas de teñirme y me fui a comprar unas cajas en busca de la mejor.
Claro, pero ahora en mi casa estaba sola y sin ningún tipo de conocimiento.
Cuando termino de ver todo, suelto un suspiro prolongado y me preparo mentalmente para hacer un desastre seguro. Solo espero no tener que raparmelo o... Bueno, quizás no quedaría tan mal. Busco las cosas y las llevo al baño. Una bolsa, un bol, pincel especial, una toalla y ropa vieja. Dice que no debo bañarme antes, así que lo primero que hago es desenredarme por completo el cabello y luego acomodarlo para empezar a teñirlo.
Comienzo preparando la mezcla y me pongo una bolsa como protectora sobre los hombros, ahora si divido mi melena en capas, tomo el pincel y lo unto con el tinte para llevarlo frente a mi rostro.
Y empiezo a aplicarlo.
Primero por las raíces y comienza a ser todo un desastre bastante rápido ¡Incluso mancho el espejo! Suelto un soplido cuando uno de los mechones de mi cabello sobre mi rostro embarrándome.
Hasta que el timbre suena.
— Me cago en la puta.
Estoy demasiado concentrada en no morir intoxicada o que me quede mal como para ir a atender, sigo pintándome las raíces como me habían indicado en los videos que vi hasta que escucho una risa ronca detrás de mí. Me volteo, un poco sobresaltada y con el pincel en la mano, encontrándome con un rubio idiota.
— ¿Cómo entraste aquí?
Levanta la mano, mostrándome un par de llaves y alzo una ceja en su dirección, sin entender.
— Tú me diste unas llaves, amor.
— Oh, cierto, verdad – aspiró y frunzo los labios esperando un beso, no parece muy convencido, pero se termina acercando para darme un pico corto — ¿Qué haces aquí?
— Que dulce eres.
— Responde, responde – vuelvo a darme la vuelta para intentar seguir pintándome el cabello. Noto que se mueve para quedar detrás de mí y verme con curiosidad por el espejo.
— ¿Por qué te estás tiñendo?
— Hasta que no me respondas, yo no lo haré.
Suelta una risita y su mano se desliza por mi cintura provocando que me distraiga por un segundo y me embarre la frente, un gemido de frustración se me escapa y me sacudo para que se aleje.
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VIRAHA #2
Teen FictionSEGUNDA HISTORIA DE UNA BILOGIA. ES NECESARIO LEER LA PRIMERA. Viraha. Este término del hindi podría describirse como «el descubrimiento del amor a través de la separación». Hay quien cree en eso de darse un tiempo como pareja y hay quien no; quien...