Cuando la cebolla entra en contacto con el sarten, el aroma en la cocina se vuelve espectacular. La carne uniéndose a la mezcla, embebida en sal, vino, especias y mantequilla, no hace más que perfumar el ambiente con seductoras notas a hogar familiar.
El arroz se hierve en agua caliente hasta que, sin prisa, se convierte en el mejor de los acompañantes. Incluso las gotas ácidas de vinagre de ciruela que se cuesian junto a una generosa cantidad de verduras dejaba fluir su esencia picosa.
La madre de espaldas a su hija, removía los ingredientes en la olla sobre el fuego.
_Mamá ¿Que es esto?_Preguntó la joven pelinegra de melena alocada _ ¿Es un pijama? Parece uno...
La mujer se volvió sobre su hombro, con ojos laxos y una mirada pasiva observó lo que la niña sostenía en sus manitos pálidas. Era un uniforme negro y desgastado que fácilmente podía entrarle; con vistosas letras doradas recorriendo pecho, brazos y espalda, la niña lo tomo por los hombros de la "caja de recuerdos" y lo meneó.
La mujer sonrió y dejó de lado la cuchara de madera para después limpiar sus manos en el delantal azul amarrado en su cintura.
_¡Ey! Eso era mío _ Vocifero vivazmente.
Con ternura tomó el traje de tela y lo observo, cambiando esa mirada maternal de sus ojos a una melancólica y triste.
_ Cuando yo tenia tu edad, más o menos, solía usarla para..._ Se quedo en silencio por algunos segundos y luego de suspirar con visible incomodidad agregó _ Jugar... Si, Para jugar con mis amigos...
La niña torció la cabeza y bajó sus ojos a algunas cosas que había en la caja. Una de las tantas fotos llamó su atención. Era pequeña y estaba bastante deteriorada, en ella había un grupo de niños variopintos con rostros alegres y ligeramente familiares para ella.
Al voltearlo encontró una inscripción; "Santuario Musashi-Shubuya-(Nacimiento de la Tokyo Manji Gang; Miembros fundadores) verano de 2001".
La niña elevo sus finas cejas y acaricio el rostro de uno de los niños; De cabello corto como el suyo y liso, un niño de ojos azul ocre sostenía una mueca ligera de fastidio, siendo el único que vestía ropa formal.
Con duda elevó sus ojos y abrió si boca por la sorpresa de encontrarse el mismo par de ojos calmos y almendrados mirándola. Su cabello seguía corto aunque ahora no tanto y sus facciones infantiles se mostraban más finas y femeninas.
Era ella.
_¿Esta eres tu?_ Preguntó atónita.
La fémina mayor dejó el conjunto de lado y luego de echarle un vistazo a la fotografía asintió.No podía creerlo, en verdad ¿Ese niño era su madre? Era quizás lo más extraordinario que había oído.
Para Sasori, Su madre, era la persona más perfecta de toda la historia. Si hace algún tiempo atrás alguien le dijera que aquella mujer tan amorosa y amable fue una pandillera de aspecto ambiguo con puro amigos hombres no lo creería.
Es más, seguramente se burlaría de quien si quiera lo creyese.
_ Fue hace mucho tiempo igual... Ya sabes, cuando uno es joven hace tonterías y aveces..._ la mujer parecía no querer hablar sobre el tema pero ¿Como podría simplemente dejarlo ahí? Esto era oro puro.
Sasori revolvió un poco más en la caja y encontró muchas cosas interesantes; Llaves de motocicleta, un anillo hecho con la envoltura de un Dorayaki, banderitas de países extranjeros, muñequitos hechos de tela, un jabón rosa con olor a desinfectante, una caja de cigarrillos, un cubre bocas, anteojos rotos, una goma de cabello, una chamarra blanca, una bandera vieja con una sauvástica que compartía los color del uniforme de su madre y una larga tira de tela blanca.
_ Mamá... Todo esto... ¿Que es? _ Preguntó con un álbum de fotos en sus manos _ ¿Por qué yo no sabia nada de esto?.
La mujer sonrió con algo de pena y apagó el fuego de la cocina para tomar asiento en la mesa, frente a su hija. De refilon miró el reloj verde que yacía sobre el umbral de la puerta.
_ Tenemos tiempo antes de que llegue tu padre..._ Mencionó y rápidamente le dirigió una mirada cómplice y juguetona a su hija _ ¿Quieres oír la historia?.
La más pequeña del par asintió sin dudarlo, algo nerviosa meneó sus hombros como de costumbre y observó como su madre respondía a esto con una risita algo enigmática.
_Sa-Chan, debo advertirte que esta no es una historia bonita..._ Explicó con voz calma la mujer _ Hay muchas cosas que tu no sabes y, que cuando la sepas, desearas nunca haberlas oído... No todos somos lo que demostramos ¿Comprendes Cariño? Solo quiero que tengas eso en cuenta...
Sasori nunca había visto unos ojos tan sinceros como aquellos; mostraban pavor y un claro sentimiento de culpa. Pero no se negó a oír lo que su madre estaba a punto de contar.
_ Lo comprendo... _ Declaró con total ataraxia_ Ahora dime Mamá... ¿Que es la Tokyo Manji Gang y por qué la tienes tan olvidada en esta vieja caja polvorienta? ...
Stolas sintió como si por un momento el tiempo dejase de fluir y nuevamente volviera a aquel año. El dos mil cinco fue una época de oro que atesoraba en su corazón junto a muchos recuerdos preciosos de amistad, aventura, peleas, motocicleta y ¿Como no? Pandillas.
Negó brevemente al encontrarse totalmente perdida en su propia mente; Este no era el dos mil cinco y ella ya no era una pandillera.
Suspiró y volvió la vista a su hija.
De la caja de recuerdos tomo un trozo de papel deteriorado por el implacable paso de los años y lo dejo sobre la mesa justo al frente de la niña.
Una mujer de pelo alocado y sonrisa infantil sostenía en sus brazos a una niña de cabello completamente despeinado. Ambas, con ropa amplia y un poco varonil, observaba la cámara fotográfica con alegría sincera mientras de fondo se observaba la puerta de un rocoso departamento.
_Mi madre se mudo desde Córdoba, Argentina, para tener una mejor calidad de vida... _ Explicó ante la duda plasmada en el rostro de su hija _¿Sabes? Para contar una historia se debe empezar por el comienzo, y, ¿Tienes una idea de en donde comenzó todo esto?_ la pequeña negó _ Bueno, Todo comenzó en mil novecientos noventa y cinco... Era una epoca prometedora y la ciudad de Tokio esperaba con los brazos abiertos a los jóvenes aventureros dispuestos a grandes proesas antes del cambio de siglo...
Antes las cosas eran fáciles; ya sea para criar a un niño sola en una ciudad desconocida o para que un hombre idealista encuentre su vocación; ser pandillero...Nota Homosexual:... Extrañaba escribir eso...
Holaaaa homies ¿Como están? Yo acá, sin importarme mucho mi orgullo y escribiendo de nuevo xd.
Si si, se lo que van a pensar"¿no que no volvías? ", y Si, no volvía.
Pero después de que mi hermana me tratara de loca retorcida por encontrar Troya II y algunos manuscritos, pensé "Debería fumar marihuana" y lo hice.
Fue bueno, era un nevado con coca peruana, me desperté adentro de la cuna de mi sobrino con una mamadera llena de fernet con coca cola.
Con resaca y la espala a la miseria escribí el prólogo de SHORTY que, si bien no es TROYA, es lo mejor que tengo por el momento.
L@s amo.
Atte: La Escritora.

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S H O R T Y I
FanfictionStolas Shiva, una bohemia niña de corte bob, se ve obligada a dejar atrás su taciturna y dulce niñez para formar parte de una de las tantas peligrosas pandillas que infectan las calles de la ciudad de Tokio. No apto para sensibles. Los personajes y...