S H O R T Y I

22

"No te contengas..."

Cuando Masato ingreso al cuarto, Stolas sintió la excitación recorrer su menudo cuerpo de mujer. Con un movimiento de mano le pidió acercarse en su dirección, fijando su mirada hambrienta en las suaves curvas apenas cubiertas por la tela de la ropa interior.

_Eres en verdad muy hermosa_ Murmuro acariciando el pálido rostro de la menor, haciendo especial énfasis en los labios mullidos y rosados de la fémina.

Se permitió inclinarse sobre ella y tomar en su boca aquella deliciosa y tibia boca lasciva, acaricio sus labios haciéndolos danzar entre si. Rozándose los unos con los otros y jadeando por la temperatura alta. Masato entreabrió su boca y dejó que su lengua cálida y húmeda violara la inexperta cavidad bucal de la pelinegra, bebiendo la saliva de la chica como lo mas exquisitamente adictivo del mundo.

_ Por favor... Por favor follame..._Lloriqueo una vez se separaron, un fino hilo de saliva aun los mantenía unidos_ Lo necesito...

Y no mentia. Su intimidad estaba ahogada en dulces jugos de amor, los cuales ya se extendían a lo largo de sus piernas casi hasta la mitad del muslo.

Masato la observó minuciosamente y con cuidado guión su mano a la zona baja de la pelinegra, perdiendo la mano entre la piel y la tela y enterrando los dedos en aquella flor jugosa y rosada de ella. Acarició los pliegues con ternura y con el pulgar rascó el pequeño guijarro perlado que la hacia retorcerse entre sus brazos.

_Porfavor... Señ-_ Los labios del hombre la silenciaron apoderándose una vez más de ella.

_Masato, gime mi nombre..._ Gruñó contra su mejilla mientras esta vez invadía el pequeño agujero de la chica_ Estas muy estrecha...

Stolas gimió aún más fuerte ante aquel placer desconocido.

_Ma-Masato-San... Porfavor..._ Lloriqueo sintiéndose envestida por los largos y gruesos dedos del mayor.

_¿Cual es tu nombre?... _ Cuestionó mientras la guiaba a la cama sin dejar de acariciarla.

Una vez la dejó caer no dudó en admirarla, con las piernas abiertas y temblorosas; su rostro sonrojado y el seño ligeramente fruncido lo miraba tan inocente como si no hubiese estado rogándole por ser follada hasta hace segundos antes.

_Shorty... llámeme así..._ Musito mientras se enderezaba y sin pudor comenzaba a desprender su brazier.

Masato se relamio los labios al ver los senos medianos y sonrosados de la chica, con pezones pequeños y aureolas bastante más grandes. La boca se le hacía agua al verlos valanceandose cuando se quitó las bragas y, ¡Dios!, ¿Alguna vez había visto una Vagina más linda?.

_Shorty... Mi Shorty..._ Musito mientras se arrodillaba entre sus piernas y la miraba con devoción.

Ella le sonrió y acaricio su rostro para quitarle los anteojos con suavidad. No podía dejar de mirarlo, era tan hermoso en verdad.

_Dejaremos esto a un lado..._ Declaró simpática señalando sus anteojos_ Podríamos romperlos y, eso, no sería bueno ¿Verdad?.

No espero una respuesta y se puso de pie, dando media vuelta con la intención de dejarlos en algún lugar lejos de la acción.

Un empujón la hizo perder el equilibrio de sus altos tacones y caer de pecho sobre la cama, con su cuerpo de la cadera hasia abajo fuera del colchón.
Masato no lo dudo y luego de abrir los labios menores de la fémina con sus pulgares enterró el rostro entre sus muslos para saborear toda aquella tentadora dulzura.

_¡Ah! ¡Masato-San!_ Chilló al sentir los labios del hombre chupar fuertemente su Clitoris y luego enterrar su lengua en su interior_ ¡Mgnah! ¡Deténgase! ¡Rompere sus anteojos!...