"Despedida de peliculas"
Stolas golpeó la puerta trasera del local y no pasaron muchos minutos cuando un Shinichiro con el seño fruncido abrió la puerta.
El se sorprendió.
La ojiazul no estaba vestida con su habitual ropa elegante y sofisticada; es más, parecía que los años nunca hubieran pasado y frente a él estuviera aquella niñita dulce y demasiado madura para su edad que solía visitarlo cuando su madre trabajaba. Casi podía percibir un ligero rastro de su olvidado acento argentino en sus palabras como un Susurró para sus oídos.
Sus piernas estaban enfundadas en un amplio Short de algodón color gris con finas rayas laterales color naranja flúor; En su torso vestía una gran camiseta XXL color verde militar que la hacia verse como un duendecillo en arapos, sus medias blancas hasta la rodilla eran combinadas con unas viejas zapatillas deportivas color marrón con blanco y cordones negros.
No había maquillaje en su rostro y su cabello estaba desarreglado. No era ni la sombra de la mujer que días atrás había visitado su tienda con un hombre viejo y prepotente.
Solo era Stolas-Chan. Nada más.
_Hola Shin ¿Puedo entrar?_ Cuestionó sutilmente mientras metía las manos en sus bolsillos.
Asintió en silencio y la dejó adentrarse en la oscuridad de la tienda. Shinichiro cerró la puerta e inmediatamente tomó a la fémina por la cintura para arrastrarla hasta su oficina privada en la zona trasera del local.
_¡Ey! ¡Ey! ¡Alto ahí, Fiera!_ Chilló abrazándose a sus manos cuando se sintió cargada por el mayor sin esfuerzo alguno_ ¡¿Que haces?! ¡¿Estas loco?!.
No pudo quejarse más cuando fue lanzada derrepente por encima del espaldar de un gran sillón de tres cuerpos y finalmente se desplomó en la felpuda alfombra que yacía en gran parte del suelo. Fue un golpe sordo el de su espalda y cabeza en el suelo, el cual la hizo escupir el aire en sus pulmones como quien desinfla un globo con sus manos.
_¡¡NGAH!! ¡¡PUTA BESTIA!!_ Chilló una vez pudo inhalar con normalidas_ ¡¿Quieres matarme?! ¡¡Pues casi lo log-_ La interrumpió tomando su cabello negruzco en un bollo y jalandola hasia si mismo, estampando con fuerza sus finos labios tibios contra la mullida y fría boca de la más joven.
Con fuerza tomó la mandíbula de la chica y prácticamente la obligó a abrir sus labios para el, recibiendo su húmeda y hambrienta lengua sin más opciones.
Las lágrimas invadieron sus ojos cuando una ahogada y forzosa arcada la hizo separarse de chico en busca de oxígeno, permaneciendo unidos por medio de un brillante hilo de saliva. Cuando Stolas hizo el mínimo intento de quejarse o siquiera emitir palabras fue atacada nuevamente por la voraz boca del pelinegro; Sus dientes mordieron con fuerza la carne suave y rosada causando heridas sangrantes y hematomas notables, los cuales rápidamente chupo y saboreo sin descanso.
Sus manos ásperas y callosas recorrieron la tela de algodón verde hasta llegar al final de esta y sin dudarlo la pasó por encima del cuello de la chica, dejando expuesto su pálido torso colmado de chupetones y modidas.
La ira lo hizo vibrar. Su boca se dirigió de lleno a los rosados pezones sin protección alguna y con rabia les ofreció el mismo trato que a los labios de la menor; uno salvaje y deseoso que junto a los rudos amasijos de sus manos calidas la hicieron soltar más de un gemido o Lloriqueo.
Stolas se arqueava contra su tacto y de vez en cuando soltaba fuertes quejas al sentir la interacción de los dientes del joven muchacho con su piel sencible. La sangre en su boca la hacía sentir exitada al punto de enterrar sus temblorosos dedos en las largas hebras onix del Sano.

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S H O R T Y I
FanfictionStolas Shiva, una bohemia niña de corte bob, se ve obligada a dejar atrás su taciturna y dulce niñez para formar parte de una de las tantas peligrosas pandillas que infectan las calles de la ciudad de Tokio. No apto para sensibles. Los personajes y...