Capítulo 9

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Umbrella/Ember Island 

*FRIENDS*

Maddison.

7 años antes...

—Se supone que tienes que estar siempre conmigo— le reclamo y es que no entendía porque ahora no quería estar tan cerca de mi. 

Su mirada indiferente me hace lagrimear y él descruza los brazos luciendo arrepentido. 

—¡No!—, se apresura a decir, pero tarde, tiro los juguetes lejos de él y me echo a correr—¡Maddison!— Sus pasos se oyen apresurados detrás de mi y lejos de sentirme enojada, me siento decepcionada. 

Una de sus manos alcanza mi muñeca y me jala hacia él antes de que se me cruce por la cabeza el cruzar la calle sin ver. —No lo iba hacer— mamá me regañó mucho la ultima vez.

—¿Por qué has hecho eso?—me voltea mostrándome la mirada altiva que siempre enfadaba a papá —No lo vuelva hacer—. Advierte zarandeándome por los hombros. 

—Déjame...—susurro, dejando que mis lagrimas mojen mi rostro, sus ojos se suavizan y me trae a su pecho dándome consuelo.   

No comprendía aquella opresión que sentí en el pecho al verlo reír con aquella rubia que siempre intentaba alejarlo de mí. Al principio dude en decirle, pero no me gustaba lo que me presionaba el estomago cada que los veía compartir, y es que ella de una forma u otra siempre intentaba alejarlo de mi con su lloriqueos y favores ridículos. 

—No seas así, princesita...—me dice arriba de mi pelo acariciándome la cabeza como si fuera una bebé.

—¡No me digas así!— lo empujo y al instante me arrepiento al ver sus gemas verdes triste. —Lo siento, lo siento...— susurro —No se que me pasa— admito —No me gusta que estés con Rubí ¿Puedes dejar de hablarle?— pido poniéndome de puntitas para alcanzarle un poco el rostro. 

Sus ojos me ven divertidos y enojada me vuelvo a poner a mi altura. 

—¿Estas celosa?—pregunta burlándose y me encojo de hombro si saber que significa la palabra. 

—¿El qué?

—Mamá dice que es cuando no soporta ver a nadie más con la persona que amas.— reflexiono con el significado de la palabra y lo tomo de la mano volviendo al parque en donde estábamos antes. 

 —Sí—admito —estoy celosa, no me gusta que te le acerques ¿Le dejas de hablar?—, vuelvo a pedir y por alguna razón los ojos le brillan. 

—Esta bien— accede, —con una condición— Asiento energéticamente a lo que va a pedir y se ríe sentándose conmigo en el césped otra vez —No hables con Ivan—arrugo la cejas y lo miro sin comprender. —No me gusta. 

—¿Por qué?— indagué —¿Estas celoso?— supongo que es normal que lo este, ya que me ama, o eso siempre es lo que me recuerda. 

—Claro que no— bufa y me cruzo de brazos molesta. 

—¿No me amas?— exigí saber y se relaja en el césped atrayendo su balón de futbol.

—Lo hago, princesita.

—¿Y por qué no estas celoso?

—Porque se que tu sólo me amas a mí. 

Arrugo la cejas y asiento en silencio dándole la razón, era cierto, no me gustaba el contacto con los demás niños, a excepción del chico rubio que tío Nick había adoptado y que intentaba a toda costa hacerlo mi amigo. Matías aun no lo conocía, pero supongo que no le caerá bien, porque el no soporta ver a otro niño cerca de mi.  

PEQUEÑAS MENTIRAS ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora