Over and over again/Nathan Sykes
*FEARS*
Maddison.
La euforia del concurso aún no mermaba de mi pecho, mis compañeros de laboratorios me felicitan con poco entusiasmo, pero no me importa, la sonrisa no se borra de mi rostro ni cuando comienza a murmurar entre ellos. Axel, también mi compañero de laboratorio, es el único que me sonríe feliz felicitándome; también había quedado seleccionado para la olimpiada nacional de física, y ambos nos habíamos esforzado por ello.
—Pueden volver a clases...—Abel, el profesor, nos da vía libre para irnos y feliz me quito la bata poniéndola en mi puesto y largándome con la emoción creciendo en mi.
«No lo imaginé», los latidos se me aceleran cada que recuerdo al pelirrojo musitando esas palabras. La piel me hormiguea y me volteo sintiendo que me sigue, pero el impulso de írmele encima a quien creo que es queda a medias cuando detallo quien se acerca, «Axel».
—¡Por fin tendremos un descanso!—dice desatando una risita de mi parte, las practicas de física eran fuerte, poca veces teníamos tiempo para respirar, y eran muchas, las horas que pasábamos encerrados en el laboratorio resolviendo ejercicios y ejecutando experimentos.
—Ni que me lo digas...—me da un leve empujo y le sonrío viendo como sus rizos marrones caían desordenados por su frente, no compartíamos clases, estaba en un curso mas bajo, pero sus actitudes para pertenecer al equipo lo llevaron a quedar seleccionado, y el profesor no se había equivocado al darle una oportunidad.
En silencio cruzamos el pasillo y sonrío feliz cuando detallo a April y Olivia venir hacia mi dando brinquitos, me despido de Axel antes que me atropellen y me uno a mis amigas quienes me llenan de halagos.
—¡Te veías tan bien!—empiezan—. Vi a mas de uno babeando por ti.
Los comentarios no causan mas que gracia y cuando por fin merman la emoción las volteo con la intención de seguir el camino, pero me paro en seco cuando diviso al pelirrojo recostado en unos de los laterales de los muros de una de las aulas charlando con su amigo. Los ojos no me lo quita de encima consiguiendo que Massimo voltee el rostro y me repare tambien.
—Que miradita tan caliente...—volteo a mirar a April cuando suelta aquello, y el que me señale al pelinegro rapado me hace blanquear los ojos, Olivia la mira divertida y la tomo de los brazos a las dos haciendo que nos acerquemos hacia donde están.
—Ya entiendo porque eres la presidenta estudiantil —es lo primero que dice el italiano haciendo que su amigo sacuda la cabeza negando divertido.
—Te cerré la boca, ¿No?— Matías suelta una risita, y me atrae a él posando uno de sus brazos en mi hombro.
Massimo lo mira como si no lo reconociera y mis amigas solo ven el intercambio divertida.
Me aclaro la garganta y volteo a mirarlo haciendo que su gemas verdes se posen en mis ojos.
—¿Hoy no tienes un partido?—pregunto cuando recuerdo el mensaje del capitán pidiéndome que lo fuera a ver.
—¿Cómo sabes?
Me quita los mechones de los rizos que caen sobre mi rostro dejando un deje de frío cuando sus anillos hacen contacto con mi piel.
—Su eterno enamorado supongo...
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PEQUEÑAS MENTIRAS ©
Ação"Tan imposible es avivar la lumbre con nieve, como apagar el fuego del amor con palabras." - William Shakespeare.