Capítulo 20

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                               Trillizos

Desde mi habitación se podía escuchar la risa escandalosa de Adam.

¿Adam?

Estoy peor que tu.

Baje rápidamente las escaleras para encontrar con nada más y nada menos que mis primos.

—Harris, Hubert y Hamish-grité llamando su atención, los tres voltearon al mismo tiempo de manera graciosa.

—Mérida-corrió Adam agarrándome de la cintura mientras me daba vueltas.

—Farid-se acercó Cameron para unirse al abrazo.

—La van a aplastar-dijo Leo.

—No seas exagerado, no ves que teníamos mucho tiempo sin ver a nuestra Mérida favorita-dijo Adam mientras me apretaba más hacia el.

—Me estas asfixiando-intente quitármelo de encima pero el ataque de risa que me dio me hizo la tarea un poco difícil-déjenme detallarlos.

Me aleje para mirarlos a cada uno. Habían crecido, el cabello rojizo predominaba en su apariencia mientra que se combinaba con el azul de sus iris.

—Veo que comenzaron a ir al gimnasio-hablé para luego apretarle el brazo a Cameron-¿pretendientes?

—Por montón-contestó Adam para luego agarrar a sus dos hermanos y pasar los brazos por cada uno de ellos-los trillizos Visier no pasan desapercibidos.

—Vamos Adam, sueltame-Leo se retiro-hola Mérida, yo si te voy a saludar de manera educada.

Espere a que se acercara para luego enredarlo con todas mi extremidades, este se quejo pero no tuvo más remedio que correponderme.

—Aún sigues siendo el mismo gruñón de siempre.

—Calla.

Me separé,visualice a mi tía Anabella quien esperaba su turno de manera tranquila en una esquina.

—¡Mamá oso!-corrí para fundirme en sus brazos-no saben como los extrañe a todos

—¡Abrazo grupal!-gritó Adam.

Reí por su tontería.

—¿Se quedarán?

—Pasaremos algunas semanas en la ciudad, por cierto-mamá oso busco algo en su cartera-felicitaciones por lo del vino.

—No tenías porque molestarte-dije mientras abría la caja pequeña-oh por dios es hermoso.

Sostuve la joya entres mis dedos, se trataba de un collar en forma de V simbolizando la letra de nuestro apellido, pero al voltearla podias apreciar una fotografía donde saliamos los trillizos y yo.

"Nuestro amor superará a la eternidad"

Traía escrito, sentí un nudo en la garganta y lo primero que hice fue abrazarla.

—Gracias tía.

—Demasiado sentimentalismo señores-Marion arruino mi momento conmovedor.

《¿novedades? Para nada.

—¿Donde esta el tío Albert?–se cuestionó Cameron.

—Esta descansando, recuerden que no se puede agitar demasiado.

—¿Qué quieren hacer? podemos pedir unas hamburguesas y hacer nuestra propia pijamada–propuso Adam.

—Me anoto–respondí

—Yo también–le siguió Cameron,ambos miramos a Leo–¿tú?.

—No puedo negarme.

Sonreí, hoy sería la mejor noche.

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—¡Adam! ¿Donde demonio dejaste la crema batida–lo acusé con una cuchara de madera.

—Me declaro inocente de todo lo que se me acusa–se asomo en el umbral de la cocina, este tenía la boca llena de crema–me parece una falta de respeto de tu parte Mérida.

Se volteó indignado.

No lo soporto

—¡Traela que la necesito!.

—Bien bien bien–se acercó.

—Gracias Hamish ¿quieres crema?–mi mano se movía por todos los platos para dejar una buena porción de crema batida por todas las fresas.

—La pregunta me ofende.

Terminamos en la cocina para dirigirnos a la supuesta sala de cines. Colocamos todos los muebles en forma de círculo para luego colocar una amplia sabanas soportadas por unos cuantos hilos, y al final terminamos por tirar todos los cojines al suelo.

Antes de entrar por la "puerta" Adam se me adelanto.

—Muy pronto entraras a un mundo desconocido para tu diminuta mente–entecerre los ojos–un mundo cuyos mortales ignoran, ¿está usted preparada madame?

—Nací lista–se quito para ingresar. Cameron y Leo ya nos esperaban con la comida chatarra, más dulces que terminaríamos antes de culminar la película.

—Al fin–se quejo Cameron.

—Muévanse, ya va a comenzar.

Nos sentamos rápidamente, la pantalla mostró la película y me reí por lo obvio.

—¿En serio?

—Volvamos a los viejos tiempos–dijo Leo acomodándose mientras en la pantalla se reflejaba "Valiente".

A la mitad de la película mi celular vibro advirtiéndome que alguien me estaba llamando.

—Apaga eso–demandó Leo.

"Número desconocido"

《Ya se esta volviéndo costumbre》

Ni me lo digas.

—Sigan viendo, ya vuelvo–salí de nuestro cine para contestar la llamada. Deslice mi dedo por la pantalla.

—Hola.

¿Señorita Visier? soy yo Laura ¿me recuerda?

《Claro que lo hacemos》

Si claro que la recuerdo, ¿puedo ayudarle en algo?

Necesitamos reunirnos los tres mañana en un parque cercano, intentaremos pasar lo más desapercibido posible.

¿Mañana? ¿Los tres?.

Se que tiene dudas, mañana serán resueltas algunas.

—Pero, ¿cuales tres? si somos nosotras nada más.

—Yo soy ese tres–voltee rápidamente notando la presencia de Adam

《¿Pero qué carajo?》

Más Allá De Las LuciérnagasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora