Capítulo 7

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               Sonidos en los Arbustos.

El líquido bajaba por mi garganta dejando atrás un ligero sabor dulzón y ahumado.

—Esta realmente bueno-dije mientras dejaba la copa en la mesa.

—Creo que llegamos al punto perfecto–dice mi papá mientras meneaba la copa para luego acercarla a su nariz–tiene buen olor.

—De sabor esta–Mi madre se llevo la copa a la boca para luego escupir el vino en la cubeta–perfecto.

—Listo para embotellarlo y salir a la venta–afirmó Lucas.

—Ahora hay que ponerle el nombre, ¿Que sugieren?-hablo mi madre

—Ya que estas de regreso, quisiera poner "Diosa" al vino como una muestra que aún perteneces a este familia-me agarró la mano-¿que dices?-preguntó Papá.

Eso era un gesto muy amable de su parte, aunque otros no opinaran lo mismo.

—Me parece genial.

—Eso se tendría que llevar a votación, ella no nos ayudó en su elaboración no sería justo que todo el crédito se lo lleve Farid.–opino Lucas.

—Ya todos tenemos un vino representativo, no seamos egoístas.

—Papá no es necesario–quise intervenir.

—Claro que si lo es, ya esta decidido–se levantó–ahora vamonos quiero descansar.

La mesa quedó en silencio, suspiré levantándome de la silla. Fui hacia el columpio a esperar que me llamaran para podernos ir por fin.

El cielo estaba tornándose anaranjado avisando que pronto caería la noche, los trabajadores ya se estaban retirando de su labores en el campo dejando todo en soledad. Me quedé unos minutos más hasta que fui interrumpida por Lucas.

—¿Que pretendes?–lanzó.

—Puedes ser más especifico, es que se me dificulta hablar tu idioma.

—Quisiera saber el motivo de tu regreso.

—Regrese por papá, y si no fuera así no tendría porque darte explicaciones de mi vida-decía aún viendo hacia el atardecer–no vine a quitarte nada, si es lo que te preocupa.

—No representas una amenaza para mi, solo espero que te vayas pronto.

—¿Y que harías si te digo que pienso quedarme? ¿hacerme la vida imposible como años pasados?–inquiri de manera sarcástica.

—No pienso responderte a una pregunta un tanto obvia, estoy intentando ser bueno, esto ya no es como antes. Espero que tengas claro cuál es tu puesto.

—Mi puesto es mantenerme firme como la hija del dueño.

—No intervengas en mi camino.

—Y tu tampoco en el mío–demande esta vez mirandolo directamente a los ojos.

El me miró de manera analítica, cuando estaba apunto de hablar la señora que apareció horas antes nos llamo.

—Jóvenes Visier ya el auto los espera-dijo.

Lúcas se aproximo a la señora dejandome atrás. ¿Que le pasaba?

Nuesto querido hermano nos está buscando》

Y nos va a encontrar.

Caminé detrás de ellos pero un ruido detuvo mi rumbo. Me giré hacia el nacimiento de ese sonido

—Señorita–susurraron.

Me quedé quieta para escuchar de nuevo, solo verificando si mi mente no estaría jugando conmigo.

—Señorita–susurraron de nuevo–acérquese por favor.

¿Me acerco?

¿Y si es un asesino serial?》

No le haré daño, se lo juro.

La curiosidad estaba ganando terreno y la simple precaución que salió en mi mente se disipaba poco a poco. No es lo más inteligente pero me acerque hacia la voz que provenía desde un arbusto.

—Ya me acerque–le susurre de vuelta, al estar más cerca me di cuenta que se trataba de una señora.

—Intente que no la vean–volteé hacia donde estaba Lúcas y al parecer no se habían dando cuenta que me retrase.

—Tranquila, no me vieron.

—¿Segura?–asentí–¿es usted la señorita Visier?

Dudé en responder.

—Si, ¿Puedo ayudarle en algo?-pregunté.

—En mucho, necesito que descubra la verdad.

¿Verdad? ¿Qué verdad?

—Lo siento pero no se de que me habla.

—Necesito que me ayude a descubrir la verdad, culparon a alguien inocente–hablaba demasiado rapido–Su familia me ha arruinado la vida.

Me quedé quieta.

—Hay que resolverlo, todo tiene una explicación, usted se ve diferente–me miró a los ojos–tiene que descubrir todo, su familia no es lo que parece.

—¿Puede ser más específica?

—Busque, se que encontrará–habló rápido–debo irme.

—¡Espere!–salió corriendo sin detenerse, como si su vida dependiera de ello.

—¡Farid! ¿Que esperas? ¿Una invitación?–bramo Lucas.

—¡Voy!.

Corrí hasta donde estaban para luego subirme al auto con la cabeza hecha un lío.

—¿Por que tardaste tanto?–preguntó mi padre.

¿Deberia decirle?.

—Creí ver algo, pero solo fue mi imaginación.

—Bien–dijo con una sonrisa.

¿En serio ellos podrían hacerle algo malo a alguien?. La duda nació aunque intente que no pasara paso.

"No todo es lo que parece"

Recordé las palabras de aquella señora, pero eso solo puede ocurrir en distintos casos.

¿Seremos uno de ellos?.

Más Allá De Las LuciérnagasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora