Capítulo 22

5 1 0
                                    

                              Marchetti.

Escuchaba música a todo volumen, la casa entera estaba inundada al ritmo de Sam Smith. Mi madre no estaba así que aproveche a montar mi propio concierto privado, a papá no le molestaba por ello era mi momento.

—¡Vamos Cameron, no nos iremos de aquí hasta que logremos el paso!–devolví la canción.

—Lo intentaré una vez más–la música corrió y logramos el paso a la perfección–¡lo logramos!

—La música esta en nuestra sangre–tomé pose triunfal.

—¡Mérida!–Leo corrió hacia mi dándome el celular–te llaman.

—Hola.

Señorita, la llamo para decirle que, ¿si podríamos reunirnos nuevamente, hoy en la noche? encontré algo nuevo.

—¿Donde?

En donde Wilson comenzó su investigación.

—Bien ahí la veré, ¿ya se comunicó con Adam?

Si, ya le informe.

—Vale–colgué, Leo y Cameron estaban expectante cómo si estuvieran esperando que les dijera con quién hablaba–¿qué?

—¿Quién era?–Leo me miró.

—Una amiga.

—¿Y por qué nombraste a Adam?–mierda.

Woo Farid eres muy precavida

—Una cita, mi amiga quería conocer a Adam, así que le reservé algo hoy–no me creía.

—Tengo derecho de tener una novia Leo–llegó Adam salvadome, por su acercamiento supuse que quería abrazar a Leo pero este no se dejo.

—No me toques, sigo molesto contigo por tu obra de caridad.

—Odioso–me pasó el brazo por la nuca–tu y yo iremos a la cocina para que me cuentes todo a detalle–me llevó a paso tranquilo, una vez llegado me habló.

—Ya se sobre la reunión, será donde encontraste el diario, al parecer encontró una nueva pista que podría ayudarnos.

—Si ya estoy al tanto–mire hacia atrás–por cierto, antes de que pasara todo esto una señora se acercó a mí, diciendo que tenía que descubrir la verdad. ¿Sabes quién podría ser?

—¿Unos 46 años más o menos? ¿bajita cabello castaño?–asentí–es Cecilia la madre de Laura.

—La misma que nombra Wilson–susurré–tiene sentido.

En ese momento tocaron el timbre.

—¿Teníamos visita?–apareció Cameron con medio cuerpo visible ya que estaba apoyando las manos en el umbral.

—No lo sé, iré a ver quién es–Iris en estos momentos debe estar con papá y no me molesta para nada ser yo quien abra, no me siento muy cómoda cuando me hacen todo.

Caminé hasta la puerta principal, los trillizos seguían mis paso. Abrí la puerta encontrandome con nada más que Alarick.

Mi habitación queda arriba a mano izquierda》

No me vendas así.

—Señor Gauthier ¿a qué debo su visita?

—Buenas tardes señorita Farid, hoy quedé con su hermano para reunirnos–su voz era como música para mis oídos, vestía un traje color azul marino, siempre estaba impecable tanto su vestimenta como su porte, no había imperfección en su persona.

Más Allá De Las LuciérnagasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora