Capítulo 15

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                               invitados

Escuche el repetitivo sonido de la puerta siendo tocada cada 5 segundos volvían a tocar. Rodé por toda la cama tapándome con las almohadas para intentar bloquear el sonido pero lo único que conseguí fue caerme de la cama con un golpe certero.

—Maldición–maldije mientra la tela se enredada en todas mi extremidades, el sonido persistía y eso hacia que mi ira creciera más.

—¿Quién carajo toca a esta hora de la mañana?–bramé mientra me levantaba.

—Señorita Visier lamento interrumpir su sueño pero ya son más de las 4 de la tarde y su padre solicita verla.

¿4 de la tarde?

Mire el reloj colgado, ¿tanto había dormido?. Me senté en la cama mientras mis piernas se estiraban.

—Dile a papá que ya me tendrá ahí en unos minutos.

—Si señorita.

Mi cuerpo cayó de nuevo al suave colchón, quería seguir durmiendo pero se que esa misión estaba lejos de ser posible.

Cinco minutos más 》

No, luego de esos cinco minutos pasarán media hora realmente.

Con mucha pereza camine o mejor dicho me arrastré hacia el baño y antes de entrar mi mirada se enfoco en el diario de cuero que descansaba en mi mesa de noche.

Más tarde le echamos otro vistazo》

Si.

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Toque antes de entrar.

—adelante–escuché.

Al ingresar a la alcoba me di cuenta que papá no era el único allí.

—¿Reunión familiar?–pregunté.

—Diosa estamos aquí para finalizar los preparativos de la feria–contesto mi padre.

—¿Eso no fue acordado la reunión pasada?.

—Si, pero este tipo de detalles lo ponemos nosotros personalmente–explico Lucas.

—Aja ¿y cuales son?–me senté en unos de los sillones que habitaban el lugar.

—Listas de invitados especiales –respondió Marion sacando una carpeta que al parecer contenía los nombres de las personas invitadas–los Russo.

—Nuestra empresa vecina–respondí recordando algunas ocasiones donde interactuamos.

—Marchetti.

—¿Serán invitados? pero si aún no llegan al estatu suficiente–cuestionó Lúcas de piernas cruzadas.

—Si es cierto que aún no llegan, pero de que lo van a lograr, lo logran–Papá estaba tomando una taza de café–es mejor tenerlos cerca.

—Y por último pero no menos importante, los Gauthier.

Me quedé quieta, parecía que el tiempo se hubiese pausado con el solo escuchar de aquel apellido. Mi manos se hicieron un puño donde mis uñas se clavaron en la suave piel de las palmas.

—¿Ellos vendrán?–pregunté intentando recuperarme pero ya un nudo peligroso se estaba instalado en mi garganta haciendome imposible la tarea de hablar de forma normal.

—No han aceptado la invitación aún, pero lo más seguro es que asistan–Lúcas me miro de manera fija para luego apartar la mirada.

《¿Y a este que ahora?》

Si vendrán–aseguró mi progenitor–Vladimir se toma muy en serio el dicho de "mantén a tus amigos cercas pero aún más cerca a tu enemigos" y en esta historia somos su competencia.

—No creo que quiera desperdiciar este tipo de oportunidades–reforzó mamá.

—No participaré.

Me miraron de inmediato todos con una expresión diferente.

—¿Por qué Diosa? tienes que participar y más cuando el vino fue hecho en homenaje a ti.

—Tu padre se ha esforzado en esto deja de ser una niña caprichosa y asume tu responsabilidades de una vez–Marion me regaño.

Si no iba me sentiría culpable pero si voy..lo veré

Podemos hacerlo》

¿tu crees?

《No, no lo creo, lo sé 》

Con esa pequeña motivación y valentía decidir ir.

—Bien ¿A que hora?–pregunté con determinación.

Es hora de afrontar los monstruos que te acechan y empezar a cazarlos por ti misma. Porque si no atacas tú, te atacarán a ti.

Y no pienso ser una presa fácil.

Más Allá De Las LuciérnagasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora