Nota: Será corto, pero bonito.
...
Daniel le acerca una papa frita a la boca, Johnny la come y le sonríe en agradecimiento.
─ Nos vemos a las ocho en punto. ─ Dice Bobby.
─ ¿No crees que es muy temprano? ─ Se queja Tommy.
─ Como si fueran muy puntuales.
─ Yo me encargo de que Johnny llegue a tiempo. ─ Daniel le da otra papa y el rubio asiente.
─ Ahí estaré.
─ Daniel ¿Por qué no llegaste antes? ─ Bobby levanta las manos al cielo, esto solo puede ser un milagro, desde ahora empezará a creer en un tipo de fuerza todopoderosa. ─ Johnny besa la mejilla del pelinegro.
─ También me lo pregunto. ─ Daniel se sonroja.
─ Todos dicen que hacen bonita pareja, por ahí escuche que los alumnos recolectarán firmas para que puedan elegir a dos reyes o dos reinas este año.
─ Los dos ya son los reyes del karate y ahora serán reyes del baile.
─ Nosotros les conseguiremos ese título. ─ Asegura Susan. ─ Sus caras estarán pegadas en todas las paredes.
─ Las ayudaremos, amigo, lo conseguirán estamos seguros.
Mientras sus amigos planean las estrategias que usarán para conseguir esas coronas, Johnny se roba a Daniel y lo lleva bajo las gradas.
─ Extrañe hacer esto. ─ Johnny lo besa. ─ Con ellos molestando no puedo besarte como a mí me gusta. ─ Daniel pasa los brazos por sus hombros.
─ Mi madre no volverá esta noche. ─ Se coloca sobre el regazo del ojiazul. ─ ¿Quieres venir y quedarte conmigo? ─ Nuevamente se sonroja y baja la mirada.
Han sido novios por casi 6 meses y nunca fueron más allá de besos, caricias y toques por encima de la ropa.
Daniel lo pensó durante un tiempo y finalmente se convenció de que quería hacerlo.
Johnny entrelaza sus manos y dulcemente le pregunta:
─ ¿Estás seguro? Iré, pero no haremos nada que tu no desees.
─ Quiero hacerlo. ─ Responde tímido.
─ Aun así, si en el momento sientes que no estás preparado, yo me detendré. Te amo y respetare lo que decidas. ─ A Daniel le brillaron los ojos.
─ ¿Dijiste que me amas? ─ Johnny no se asusta, a juzgar por la linda sonrisa de su novio sabe que ha esperado mucho para oírlo. El rubio se le acerca para susúrrale al oído.
─ Sí, te amo. ─ Al alejarse nota que los ojos cafés se cristalizan, por fin lágrimas de alegría.
─ También te amo. ─ Contestas mirándolo fijamente. ─ Te veo esta noche. ─ El timbre suena. Daniel se despide con un beso y se va corriendo.
Johnny se lamenta por Bobby, porque no llegará a las ocho en punto.