Día 23: Mascotas

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Nota: Esta es una adaptación de una historia que hice para el reto 31 días SamBucky.

...

Micho lamia sus patitas delanteras mientras se calentaba con los rayos del sol que entraban por la ventana, en eso el ruido de su humano abriendo la puerta llama su atención. Se estira lo más que puede y con mucho porte camina hacia la puerta.


─ Ey amigo, es viernes en la noche eso significa que tú y yo tendremos un maratón de series policiacas. ─ Micho maúlla con fastidio, su humano tiene la edad suficiente como para salir a fiestas y emparejarse con uno de su especie, pero prefiere quedarse en casa con su gato. ─ Ya sé que te emociona. ─ El minino rescata la puerta y Johnny entiende que quiere salir. ─ No regreses muy tarde. ─ Y su dueño le abre.

Ya en el parque busca a uno de sus amigos, un perro algo grande y peludo de color café.


─ Max. ─ El gatito se acercó al can.

─ ¡Hola! ─ Dio un lengüetazo a Micho como saludo. ─ No tengo mucho tiempo, mi humano y yo recibiremos a su novio.

─ Que suerte tienes, el mío de nuevo se quedara en casa comiendo como si no hubiese un mañana.

─ Tal vez otro humano le serviría. Desde que mi humano Chozen y yo conocimos a Mike las cosas cambiaron, Mike lo ama y a mí me adora, cada vez que nos visita trae juguetes y croquetas para mí.

─ Definitivamente necesita pareja, pero ¿en dónde podría conseguirle un novio?

─ Mira al gato que está tratando de atrapar las hojas que caen. ─ A poca distancia un gatito blanco de cola esponjada jugueteaba debajo de un árbol. ─ Es Gatsby, su humano vive en el edificio frente al tuyo podrías ofrecerle un trato.

─ Muchacho es hora de irnos, Mike está a una cuadra. ─ Max movió la cola. ─ Nos vemos luego.

─ Divierte y gracias.


Micho fue cauteloso a la hora de acercarse, no quería arruinar su única oportunidad.


─ ¿Eres Gatsby? ─ el gatito dejó de jugar para contestar.

─ Si, soy yo ¿y tú eres?

─ Micho, vivo en el edificio frente al tuyo.

─ Oh, ya sé quién eres, siempre te veo tomar el sol al mediodía. Tal vez no deba decir esto, pero mi humano dice que el tuyo es muy guapo. ─ Bingo, las cosas le estaban resultando de maravilla. ─ La primera vez que lo vio fue cuando bajó a la tienda por mis croquetas, al regresar me contó del lindo muchacho con el que se topó.

─ Entonces lo que vengo a decirte te gustara.


[.]


Para Gatsby su humano era el más especial, Daniel lo había rescatado de la calle hace 2 años y desde ese momento el gatito le daba amor como agradecimiento.

Gatsby se preocupaba mucho por él pues la humana que lo hacía feliz un día no volvió y su humano lloro mucho. Preocupado se acurrucaba a su lado y lamia las lágrimas que rodaban por sus mejillas.

Hasta que un día regresó a casa con una sonrisa enorme, una sonrisa que hace mucho tiempo no veía.


─ Oh Gatsby, vi al hombre más guapo de la ciudad y creo que también tiene un gatito. Lo escuche reír y es encantador. ─ Gatsby maulló de felicidad. ─ Pero no me atreví a pedirle su número. ─ El minino gruño. ─ No me regañes, ya sé lo que piensas y no soy un cobarde, solo que aún no me siento listo.

Es por eso que cuando Micho le explicó su plan acepto de inmediato.


...


Daniel se preocupó por Gatsby pues generalmente no tardaba tanto en volver a casa.


─ Gatsby. ─ El gatito escucho la voz de su dueño, era hora de poner el plan en marcha.

─ Miau.

─ Aquí estás ¿Por qué tardaste tanto? ─ Gatsby se hace a un lado.

─ Miau. ─ Tras el aparece otro gatito con su patita lastimada.

─ Así que estabas cuidando a tu amigo.


[.]


Daniel terminó de vendarle la patita a Micho y busco algún número de celular en su collar.

En menos de un minuto Johnny tocó el timbre y Daniel se sorprendió pues el dueño del gatito era ni más ni menos que su crush de la tienda.


─ Ho ... hola. ─ Daniel tartamudeo. ─ Micho está en el sofá, adelante.

─ Muchas gracias por cuidar de Micho. ─ Sacó su billetera para pagarle por todo lo que gasto en curarlo.

─ No, no es necesario, todo eso ya lo tenía.

─ Debe de haber una manera en la que pueda agradecerte.

─ Miau. ─ Como si Johnny pudiera entender lo que su mascota sugirió asintió.

─ ¿Quieres ir a mi departamento? En un rato empieza el maratón de mi serie favorita, tengo pizza y cervezas.

─ Sí. ─ Se apresuró a decir y Gatsby ronroneo. ─ Quiero decir, sí me encantaría.


[.]


Gatsby y Micho observaban con curiosidad a los dos pequeños humanos en la cuna.


─ Los humanitos por fin dejaron de llorar.

─ No puedo creer que nuestros humanos mayores no entendieran que tenían hambre.


Los bebés de casi año y medio acariciaron a los gatitos.


─ Gatsby. ─ Dijo la bebé.

─ Mico. ─ Hablo el bebé.

─ Por las dios, sus primeras palabras fueron los nombres de nuestros gatitos.

─ No los culparía, nuestros amigos no se separan de ellos en ningún momento.

Reto LawRussoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora