Nombre: Para estar contigo.
Número de palabras: 1075.
...
Ali miró con desaprobación a Daniel, ¿Qué no le fue suficiente con ganar el torneo?
─ Danny, puedo darte 100 razones por las que esto es una mala idea.
─ Nadie va a salir lastimado. ─ Tiro la caja en el bote de basura.
─ No sabes como va a reaccionar Johnny.
─ Puedo defenderme ahora ¿Lo olvidas?
─ No creo que al señor Miyagi le agrade esto.
─ Hace un par de días recibió una llamada del que fue su comándate, creo que perdió a su hijo y nuera en un accidente de auto.
─ Pobre señor Miyagi.
─ El siempre tiene las palabras correctas, supongo que por eso su amigo le pidió que fuera.
─ A ti te hace falta un buen consejo suyo.
─ Nada va hacerme cambiar de opinión.
─ Respóndeme una pregunta ¿Cómo las conseguiste?
─ Fui a una tienda de ese tipo de juguetes, pagarlas fue la peor parte porque justo enfrente de mí vi al maestro de historia y puedo jurar que la mujer a su lado no era su esposa.
─ Suerte.
─ ¿No te quedaras?
─ No. ─ Se despidió y se fue antes de ser testigo de a tragedia que estaba por ocurrir.
Daniel esperó paciente a que los amigos de Johnny lo dejaran solo. Gracias a la hija de la encargada de asignar horario sabía que clases tenía cada uno de los ex cobras.
Bobby chocó manos con Johnny y se fue a su siguiente clase. El rubio se colocó los audífonos, el pelinegro se arrastró por el pasto sigilosamente.
Estando a milímetros del brazo suspiro profundo y esposo a Johnny lo más rápido que pudo. El ojiazul sintió la presión en su muñeca, detuvo la música y al bajar la mirada se encontró con un par de orbes cafés. Las pestañas del menor revolotearon ante el susto y antes de que pudiera escapar lo agarraron por el cuello de la playera.
─ ¿Quieres más problemas LaRusso? Pensé que estábamos en tregua.
─ Hombre, es solo una broma no es necesario que te enojes.
─ Eres el ser más irritable que he conocido en mi vida.
─ Pues tú no eres fácil de soportar.
─ Por lo menos no hago estúpidas bromas infantiles.
─ ¿Quieres hablar de bromas infantiles? Por que puedo recordarte la estúpida tarta en mi asiento.
─ "Hombre, fue solo una broma no era necesario que te enojaras" ─ Dijo Johnny imitando su voz.
─ Eso es aún más maduro.
─ Quítame esta cosa que no quiero verte.
─ Así pues ... pues ... ─ No sabia como contestar, entonces hizo lo primero que se le paso por la mente. ─ pues tendrás que soportarme, aunque no quieras. ─ Y se esposo a sí mismo.
─ LaRusso esto no es divertido, quítalas.
Daniel también se estaba arrepintiendo, pero no lo aceptaría fácilmente.