Día 24: Azul y café

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Nota: Esta es una adaptación de una historia que hice para el reto 31 días SamBucky.

Nota temporal: Sigo trabajando en los días pendientes, tengo buenas ideas, pero necesito más tiempo para escribir. Espero pronto poder subirlos.

...

Johnny abrió su casillero y encontró una nueva nota dentro. De la nada empezó a recibir esas notitas de un admirador misterioso, además le había indicado dónde podía dejar su respuesta, claro si deseaba comunicarse con él al método antiguo de los clásicos papelitos.

Hola de nuevo

Te vi en clase de arte, no pensé que se te diera tan bien el dibujo. ¿Me enseñarías algún día?, un amigo mío intentó darme clases, pero me temo que acabe con su paciencia. Te prometo que seré un alumno muy atento y haré mi mayor esfuerzo.

Tomo uno de sus lapiceros y escribió una respuesta.


Hola azul

Te empezare a llamar así porque te niegas a revelar tu identidad, y también porque todos los recados los has escrito con tinta café. Llamarte extraño ya no es una opción, escribirnos a menudo me hace sentir como si te conociera desde siempre.

Y por las clases de dibujo no te preocupes, te enseñaré el tiempo que sea necesario siempre y cuando no tardes en encontrarte conmigo.


Doblo la hoja y la dejó escondida entre el espacio de los casilleros y la pared.

Una hora más tarde, Johnny dejo los últimos libros y en el siguiente recado encontró lo que tanto deseaba ver.


Hola café

No es común que alguien escriba con tinta café y eso es lo que más me gusto de ti, nunca haces las cosas para encajar con los demás, siempre sigues y defiendes tus ideales de todos aquellos que quieren hacerte dudar, eres uno en un millón y por eso destacas en todos los lugares que vas. Fue así como decidí escribirte, sabía que si mi objetivo es ganar tu corazón debía hacer algo fuera de lo común.

Pero ya es momento de vernos cara a cara. Mañana temprano te dejare una pista de como podrás encontrarme.


Johnny contuvo su emoción, le dio pena gritar y parecer desesperado ante los ojos de su enamorado secreto.

Dormir nunca había sido tan complicado, la primera parte de la noche se la paso imaginándose quién podría ser ese dulce chico que siempre alegraba sus días con tan lindas y reconfortantes palabras. Suspiro por enésima vez y se obligó a dormir, aunque sea un poco, por nada del mundo se permitiría llegar tarde o verse agotado.

Al día siguiente bajó del autobús y lo primero que hizo fue correr hasta su casillero. Esta vez vio una rosa roja cuidadosamente colocada en uno de los espacios y a su lado una hoja con algo escrito.


"Preferí hacer nuestro encuentro más emocionante, toma la rosa y sigue los papeles cafés y azules".


A mitad de recorrido, Bobby lo detuvo para darle un regalo más.


─ Me pidieron que te entregara esto y lo abrieras. ─ Se acercó a Johnny para decirle algo al oído. ─ Nunca había participado en algo tan romántico. Si que le gustas demasiado.


Johnny dentro de la caja había una lámpara pequeña en forma de media luna color azul sobre una base de madera y en el fondo de la caja tenía escrito.

Para que siempre te acuerdes de mí.

Bobby le señalo a donde debía dirigirse. Johnny agradeció y camino por donde el castaño le dijo.


─ Ya casi llegas, pero antes. ─ Ali se apareció frente a él con lo que parecía ser tela. ─ Debo cubrirte los ojos para agregar más emoción al asunto. ─ Una vez que se aseguró que Johnny no podía ver nada, lo guío hasta el punto de encuentro ─ Uno, dos y tres. ─ Ali le destapo lo ojos y frente a él vio a Daniel.

─ Lamento si no era la persona que esperabas. No digas nada todavía, vine preparado. ─ Las manos del pelinegro temblaban, como pudo sacó su celular y empezó a leer. ─ Johnny, cuando llegue a esta escuela de intercambio jamás imaginé que encontraría al amor de mi vida. Escucharte reír se convirtió en mi cosa favorita en el mundo, eres de esas personas que son capaces de contagiar alegría con tan solo su presencia.

A Johnny no le salían las palabras. Nunca pensó que aquel compañero que con el que casi nunca hablaba podría robarle el corazón. Se consideraba así mismo una persona que gustaba de los detalles sencillos, pero que estuvieran elaborado especialmente para él y Daniel así lo hizo, le demostró que ponía atención a cada cosa que le gustaba o que necesitaba. Un ejemplo de eso fue cuando no pudo llegar a la primera clase y después encontró en su casillero los apuntes de esa día.


─ Johnny, ¿Te gustaría darnos una oportunidad?

─ Acepto.

Reto LawRussoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora