Nota:
Parte 1: Día 25, México.
Parte 2: Día 26, Golf N Stuff.
Parte 3: Día 31, Amor, amor, amor.
...
Era casi medianoche, el sonido de un auto acercándose lo sobresaltó, pero al darse cuenta de quien se trataba volvió a sentarse observando el mar.
─ ¿Así es como escapas de tus problemas? ─ Daniel no respondió y Johnny suspiro. ─ Debiste avisar que saldrías.
─ Nadie se dio cuenta.
─ No lo creo. Amanda me llamó para preguntar si estabas conmigo y le dije que sí, pero me preocupé y vine a buscarte.
─ ¿Cómo sabías que estaba aquí?
─ Por que también vengo a este lugar en busca de respuestas. Cuando fue el accidente de Miguel me pase toda la noche aquí.
─ Perdimos por mi culpa.
─ No todo fue tu culpa, si no te hubiera retado en esos estúpidos mensajes. Éramos bueno juntos, aunque odie admitirlo. ─ El pelinegro mira hacia arriba y le pide a Johnny que lo acompañe. El rubio toma asiento. ─ Además, es lo que Kreese y Silver querían. Ese par de nenitas nos tenían miedo. ─ Daniel se recuesta en la arena y Johnny lo imita.
─ Debimos llevarte con nosotros ¿verdad?
─ ¿De qué hablas?
─ La noche después del torneo, debí insistirle al señor Miyagi para quedarnos a ayudar.
─ Estuvo bien, los chicos y yo necesitábamos un momento solos. Pero tal vez yo debí acercarme después y no lo hice. Hombre, podemos lamentarnos por tantas cosas y aun así no cambiaremos el pasado, lo único que tenemos es el presente y deberíamos aceptar lo que no toco.
─ Lo sé, pero él tiempo que pasamos juntos me hizo cuestionarme muchas cosas. Como ... ─ Respira. ─ Olvídalo.
─ Vamos, termina de decirlo.
─ Bien, bien, pero por favor no te burles.
─ Prometo hacer mi mayor esfuerzo. ─ Daniel rodó los ojos.
─ Es broma, no me burlare.
─ Unas semanas después del torneo te vi con esa chica, ¿Cómo se llamaba? ... No importa. Te vi con ella y sentí celos.
─ ¿Celos? Tú me odiabas ¿Cómo que sentías celos?
─ Creo que no te odiaba tanto. Odiaba verte con ella, traté de ignorar ese sentimiento, pero me convencí de que estaba enamorado de ti. Pasaron los años, pensé que era asunto olvidado y 34 años después estábamos en ese partido de hockey, ese sujeto dijo que éramos novios y tu no negaste, ni siquiera te molesto. ─ Johnny no contestó. ─ Sabía que decírtelo no era bueno. ─ Trato de levantarse, el ojiazul lo jalo y Daniel quedó encima suyo.
─ Somos los idiotas mayores. ─ Daniel no entendía.
─ ¿De qué hablas? ─ Johnny lo agarró suavemente por el mentón y sus miradas se encontraron, el pelinegro lo entendió todo y quiso gritar de frustración.
─ ¿Cuánto más nos vamos a hacer esto? Siempre descubrimos la verdad muy tarde.
─ No esta vez. ─ Daniel se acercó para besar al rubio, pero Johnny no lo permitió.
─ Robby y yo nos iremos a México.
─ ¿A México?
─ Mientras estábamos en el torneo ... Miguel se fue a México para buscar a su papá.
─ Es muy peligroso que vaya a un lugar que no conoce.
─ Le prometí a Carmen que lo traería a salvo. Robby se enteró y me pidió acompañarme.
─ ¿Eso significa que se reconciliaron?
─ Un paso a la vez, tal vez este viaje nos acerque más. ─ Daniel comenzó a llorar. ─ Ey, no llores, prometo volver tan pronto como pueda para ayudarte con esos dos psicópatas.
─ ¿No te molestaría si pido ayuda? ─ Johnny no sabía de quien hablaba, pero le molesto imaginar a alguien más entrenando con él, pero tampoco se arriesgaría a dejarlo totalmente solo, así que decidió no ser egoísta por esta vez.
─ Necesitamos toda la ayuda posible, pero no salgas mucho con esa persona. ─ Daniel rio.
─ ¿Escucho a alguien celoso?
─ Digamos que no eres el único que siguen sintiendo algo.
─ ¿Eso quiere decir que ...?
─ Que aun te quiero. ─ Johnny intentó besarlo, pero ahora Daniel lo detuvo.
─ Quiero ese beso, pero solo me lo podrás dar hasta que vuelvas, de esa manera me asegurare que vuelvas pronto. ─ El rubio le sonríe tiernamente.
─ Entonces me daré prisa. Robby está esperándome en la camioneta.
─ ¿Es la despedida?
─ Mejor un hasta luego. ¿Quieres que te lleve a casa?
─ Traje mi auto, estaré bien. ─ Johnny besa su frente y ambos se levantan.
─ Te veo pronto. ─ Dice Daniel. Johnny camina de espaldas y se despide agitando la mano.
...
Amanda sostiene con fuerza la taza de té. Espera preocupada y la puerta se abre. Ve a Daniel llorando y ella sabe que Daniel lo sabe, Johnny le contó de su viaje cuando ella le llamó para preguntar si su esposo estaba con él.
Amanda deja la taza en la mesita, camina hacia él con los brazos abiertos.
─ Johnny volverá. ─ Lo consuela y soba su espalda. ─ Sabe cuidarse y regresará por ti.
...
Robby no dice nada cuando ve a su padre llorar, porque lo entiende, verdaderamente lo hace, de no ser así no estaría camino a México para buscar a Miguel.