Sin aviso
No se si conozcan ese fanart de Diona más grande, no tiene nada que ver pero me parece muy lindo.Me dio bloqueo btw
------------Ibas de visita a la casa de tu padre en Mondstadt, también hablar con tu hermana pequeña y saber que había hecho en esos meses, pasar el tiempo con ella y cosas similares; hacía dos meses que no los habías visitado, era el día perfecto para llegar. Al llegar al pequeño pueblo llamado aguaclara fuiste en búsqueda de tu padre, preguntaste y solo dijeron que el había salido de caza y que Diona estaba en la ciudad no muy lejana.
Al llegar al lugar preguntaste a vários lugareños con características de tu hermana pequeña, mientras tomabas un descanso lograste divisarla junto a otra niña de colores rojizos, al darse cuenta toco el hombro de la niña de cabello rosado y le dijo algo, al voltear sus ojos brillaron y salieron corriendo a tu dirección.
—¡___! — Grito la niña de felicidad al verte.
—Dionita, te estuve buscando— hablaste con felicidad.
—Estuve jugando con Klee— Dijo volteando a ver a la otra niña.
—Con que tú eres Klee, Diona me ha hablado muchísimo de tí, mi nombre es ___ y soy la hermana de Diona— dijiste poniendote a su altura.
—Yo soy Klee, soy amiga de Diona— se presento la menor— ¿Quieres jugar con nosotras?— pregunto con entusiasmo.
—¡Claro! Solo diganme a que jugaban— Dijiste sonriente, amabas jugar con los niños.
Una vez explicadas se pusieron a jugar, estaban divirtiéndose las tres juntas, poco después Klee tenía que irse y quién parecía ser su madre te dio las gracias por no despegarle el ojo.
—Vayamos a casa, seguro no comiste en la tarde— dijiste tomando la mano de la niña.
—Claro que comí, fue un sándwich que me preparé en la mañana— Hablo orgullosa.
—¿Desayunaste algo? —Al lanzar aquella pregunta la menor desvio su mirada— Es claro que no lo hiciste, no puedes seguir sin desayunar, es importante para tí Dionita— te pusiste a su altura y la tomaste de sus hombros— ¿Que ha estado haciendo papá con el dinero que mando? No es posible que no desayunes algo, al menos algo que compres con Sara.
—Papá...— no sabía si decirtelo— Ha gastado parte del dinero en alcohol— Tenía miedo de decirte y que la regañases como su padre solia hacer cuando estaba bajo los efectos del alcohol, en cambio le diste un abrazo lleno de cariño, sabías lo difícil que era para ella.
—No te preocupes, nunca tengas miedo de decirme algo, siempre te apoyare Diona— Desde que su madre murio cuando Diona nació, por los malos ratos que habias pasado, sabías lo difícil que era manejar a su padre.
Unas semanas pasaron y tu padre extrañamente había estado sobrio todo ese tiempo, sabías que era un alcohólico sin límites, habías intentado ayudarle pero el simplemente no ponía su parte, esa fue la razón de la cual te habías ido de la casa.
—Buenas noches familia— escuchaste la puerta abrirse, al escuchar aquello sabían que había llegado alcolizado, Diona se escondió detrás de ti con miedo; te parecía extraño— Dionita, mi niña, ven con papá— Al escuchar eso se escondió más detras de tí —Maldita sea, que vengas— al intentar tomarla de la mano lo evitaste y sujetaste su muñeca fuertemente.
—Ni se te ocurra tocarle un cabello a Diona— Jamás había hecho eso en lo que tu estabas en casa.
—Tu no me mandas maldita zorra— intento golpearte en el estómago pero lamentablemente la niña se interpuso golpeandola a ella en su mejilla, al ver eso fuiste a ver la mejilla de la pequeña y viste que estaba roja por el golpe, lágrimas salían de sus ojitos azules, esos que amabas ver felices.
—Dame una razón para no disparar, tienes treinta segundos— apuntabas con el revolver directamente a la cabeza del hombre; Odiabas regresar a tu infancia, recuerdos de como te sentías prepotente por no poder ayudar a tu madre, esta vez no te quedarías con los brazos cruzados —Ve por tus cosas Diona, nos iremos de aquí— sonreiste cálidamente, la niña al oir eso fue rápidamente a su habitación en busca de sus cosas.
—¿Que demonios es eso?— Mirabas la cara de miedo de tu padre.
—Si no quieres que los Fatui vengan personalmente a darte en tu madre no vuelvas a buscarnos a mi y a Diona, nosotras vendremos de visita ¿Quedo claro viejo?— Guardaste el arma haciendola desaparecer al observar que venía la pequeña, tomaste sus cosas y fueron a la puerta en donde la niña fue tomada del brazo.
—¡TÚ NO VAZ A NINGUN LADO!— sujetaba el brazo de la pequeña lastimandola, haciendo que gritase de dolor; al parpadear se dio cuenta que el frio de la pistola estaba en su frente la dejo, el miedo se había apoderado en el; lo dejaron ahí, desolado por sus propias acciones, perdió a su esposa y ahora a sus dos hijas.
—Mi brazo me duele mucho— Decía la niña en brazos.
—Ya casi llegamos, en el gremio de aventureros seguro nos ayudaran a curarte— intentabas distraerla para que dejara de llorar — Ya esta bien, ya pasó, estaremos mejor así— dijiste besando su frente para luego sentir un fuerte abrazo de la niña.
Después de que fuera curada en donde Katherine, ambas se dirigieron a Natlan, tardarían tal vez algunos días y seguramente estarían de turistas por lugares como Liyue, Inazuma y sumeru hasta llegar a casa.
—Que lindo lugar— Dijo con brillo en los ojos mientras miraba por la ventana, había diversidad de plantas, Quetzales volando por todos lados, mariposas monarcas, estaba impresionada por tal vista.
—¿Te gusta aquí? Porque aquí vivo yo— Dijiste viendo como rápidamente, se acercaba a ti y daba saltos de felicidad, no podía esperar a ver tu casa.
Una vez llegaron dejaste que la pequeña te ayudara con el equipaje (solo con sus cosas ya que ella te dijo “Soy demasiado fuerte, puedo cargar con lo mío ”) Abriste la cerca de tu casa para poder pasar, quedo asombrada al ver lo grande que era tu casa, o al menos para ella, nunca se imagino como sería vivir en una casa de dos pisos, se adentró rápidamente y miro a los arededores.
—Dejame abro para que podamos salir a que conozcas un poco— Hablaste sonriente, al abrir la puerta olvidaste cierta mascota que tenías, se había lanzado sobre ti sobresaltando a la menor.
—Hermana, espera... Yo te salvare— dijo intentando auxiliarte, al oir ladrar al perro se asusto a lo que tu reíste.
—No te preocupes, esta es mi mascota, es un perrito— Decías levantandote.
—¿¡Y su cabello!?— jamás había visto perros sin cabello, era muy raro—
—Oh, aquí está mira— Señalaste en uno de sus costados en donde a penas y tenía un mechon de pelo.
—¡Lo dejaste calvo!— dijo sorprendida acercándose al perro mientras que tú solo reías.
—No, así son estos perros, ellos ya nacen así y se les llama xoloitzcuintle, tocalo, veras que es muy suavecito— Dijiste tú.
—Ven, cholosuincle— reías bajo por como había llamado; al tocar al canino con cuidado noto como era verdad, era suave, así que lo seguía tocando con más confianza.
—Vamos adentro, ahí estarás más cómoda para que juegues con el, más tarde iremos con la señora que lo cuidaba a pagarle— abrías la puerta en par para que los tres entraran.
Estabas contenta de haber sacado a la niña de aquél lugar, no te gustaba imaginar todo lo que tuvo que pasar mientras no estabas tú, ahora solo te esforzarias para que la menor fuese feliz y aprovechara al maximo su niñez.
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Genshin Impact x Reader OS꒦꒷◞ₑₛₚ.
De TodoAca vengan a pasar al mundo de Teyvat para conocer los escenarios junto a los personajes de genshin ✨ Actualización cada 4 días (o eso intento ('°̥̥̥̥̥̥̥̥ω°̥̥̥̥̥̥̥̥`)) ᵀᵒᵈᵒˢ ˡᵒˢ ᵈᵉʳᵉᶜʰᵒˢ ʳᵉˢᵉʳᵛᵃᵈᵒˢ ᵃ ᵐᶦʰᵒʸᵒ, ˡᵃˢ ʰᶦˢᵗᵒʳᶦᵃˢ ᵉⁿ ᵉˢᵗᵉ ᶠᵃⁿᶠᶦᶜ ˢᵒⁿ ᵈᵉ ᵐᶦ ᵖʳ...