Genshin Impact x Reader OS꒦꒷◞ₑₛₚ.

🪨 Zhongli 💸

Nsfw
¿Que hubiese pasado sí...? ___ hizo enojar a Zhongli en la segunda plática que tuvieron sobre Rex Lapis
-continuacion del shot de Tartaglia, ruta de Zhongli.
---------

Te encontrabas en camino a tú “cita” con el que descubriste que era el arconte Geo, hablarían sobre algunos temas relacionados con su retiro de su puesto de arconte; después de una larga charla y una comida deliciosa regresaron en donde te quedabas por el momento, una casa que te había proporcionado Ninguangg gracias a todos tus esfuerzos dados para ayudar a Liyue, tomaban un delicioso té, él un té verde y tú uno de manzanilla mientras discutían tranquilamente.

—Aún sigo sin entender como fuiste tan idiota para dejar tu puesto y entregarle así como así la gnosis a La Signora— Hablabas sin importar lo que el arconte pensara, estabas cansándolo— pudiste haber gobernado tu pueblo como un buen arconte sin llegar a eso, no puedo creer eso ¿Realmente extrañas tanto a Guizhong como para abandonar tu reinado y decidir vivir entre los humanos para pasarla en la pradera sin que te digan algo? — lo habías cansado, habías llegado al límite como para tocar ese tema; él rápidamente se levantó de su lugar y te tomo del mentón.

—Sigue con lo mismo y me veré obligado a hacerte lo peor— Dijo él sin soltarte y pasar si agarre a tu cuello.

—¿Decir verdades? Admítelo, aún no la superas y solo quieres obligarla a estar amarrada a ti— dijiste burlona tomando su mano, mientras que él solo aguantaba sus ganas de golpearte ahí mismo— adelante, puedes golpearme lo que quieras, jamás me retractaré de mis palabras— soltaste riéndote, tu cara se transformó en una de cinismo.

Tu cara de un momento paso de estar frente a la del hombre a estar en el suelo quedando frente a sus piernas, disfrutabas de aquella sensación fría en tu mejilla mientras eras apretujada en el suelo con furia.

—¿tú también lo disfrutas no? ¿Amas tener a alguien bajo de ti verdad?— Hablabas entre risa manteniendo contacto visual con su cara visiblemente enojada —Lo sabía, maldito enfermo— en un abrir y cerrar de ojos habías sido lanzada hacía un lado con fuerzas dándote un buen golpe con la pared.

Al voltear a ver en donde estaba el ex arconte miraste como se acercaba a ti para seguir con su cometido. Después de un largo desquite contigo necesitaba verte llorar y borrarte de cualquier manera esa sonrisa de la cara, había solo una forma de hacerlo, le daría igual si al final le tuvieses miedo o lo odiaras, eso enseñara a no meterte con él.

—¿Te cansaste por fin? Entiendo que lo hayas hecho, estás demasiados viejo— dijiste sentándote en el suelo, sentiste como tu cuerpo volvía a ser golpeado contra el piso de nuevo, en cambio, de que ahora estabas por debajo del hombre de cabellos cafeces.

—De una manera u otra te borraré esa sonrisa, hija de puta— te acomodo de modo en el que él estuviera entre tus piernas, una vez ahí arranco tu camisola color blanca junto a tus shorts.

—E-espera— dijiste alejándote un poco de él con una sonrisita nerviosa, al estar un poco más lejos él jalo de tus piernas y te acerco a el de nuevo —Oye ¿esto es parte de tu plan para asustarme? Porque si es así ni creas que lo estás logra-— fuiste interrumpida gracias a que fuiste tomada del cabello y después puesta de rodillas en el suelo.

—Si no te callas por las buenas te obligaré a las malas— te dijo él bajando el cierre de su pantalón dejando salir su gran pilar— abre la boca— Dijo poniendo la punta en tu boca.

—Ha! Que pequeño— murmuraste en burla para luego sentir como el miembro de aquel hombre entraba a tu boca para sentir como empezaba a dar empujones contra tu garganta una y otra vez, intentabas succionar y masajear algunos jugares con tu lengua para que acabase rápido.

—Ah~ parece que eres buena en esto, lástima que tu linda cara será manchada por mi culpa— Dijo para que un poco tiempo después se corriera tanto en tu boca como en tu cara.

—Fue rápido, espere más de ti— te burlaste.

—Nunca dije que había terminado— te movió quedando con el trasero al aire y la cara al piso. Al acercarse a ti rompió las medias color negro que llevabas bajo el short dejando ver tu feminidad —Sin ropa interior... Que interesante— sin pensarlo más entro a ti de una y comenzó a moverse sin importar tu incomodidad.

Sus gemidos habían llenado aquella habitación en la que se encontraban, las estocadas de aquel hombre no iban nada suave o lento, era rudo y rápido haciendo que tu excitación llegase a un punto al que no podías pronunciar alguna palabra o siquiera pensar alguna cosa coherente.

—Puta madre, estás demasiado apretada— pronuncio con una voz gruesa y agitada mientras daba mordidas encajando sus colmillos en tus hombros y tu cuello.

—E-espera uh~ no lo hagas adentro, uhm~— dijiste entre gemidos.

—No eres quién para decirme dónde hacerlo, para tu suerte en este momento es seguro— dijo cerca a tu oído mordiéndolo y mordiendo tu cuello otras veces más.

Después de que ambos se corrieran el aún seguía ansioso, te posiciono sobre el con el fin de poder entrar más en ti, apreto tu cuerpo en un abrazo realme fuerte mientras daba embestidas rudas.

—Por favor, espera~— Decías intentando recuperar aire siendo epicamente ignorada y sentir como la velocidad aumentaba, le gustaba escucharte suplicar por algo, era una satisfacción que nadie le podría quitar.

—por fin acabé— dijiste saliendo de aquel edificio e ir a comer algo, irías al restaurante Wanmin y de ahí a casa; una vez terminaste tu comida y habías pagado escuchaste la voz de quien menos querías oír.

—___, hace tiempo que no nos vemos— Escuchaste del pelirrojo acercándose amistoso.

—Tartaglia, solo fueron cinco días que no nos vimos— volteaste a él con los ojos cerrados ya cansada, todos los días iba a saludarte sin falta.

—Pero es mucho, realmente tu belleza no me gusta no verla un solo día, eres divina— Al verlo notaste quién estaba a su lado.

—Mejor me voy a casa— Dijiste para marcharte, no querías que el castaño te siguiera mirando de aquella forma.

—Te acompaño— Dijo el insistente haciendo que voltearas, después de aquel encuentro en el puerto y su confesión se había vuelto fastidioso —Espera, no puedo, tengo que arreglar unas cosas— Te alegraste.

—No te preocupes, yo puedo acompañarla— hablo del de ojos naranjas mientras se posicionaba a un lado tuyo y te tomaba del hombro — ¿Verdad que sí ___?— apretó con fuerza tu hombro y dio una sonrisa mostrando sus colmillos en modo de amenaza.

—L-lo que sea, pero vámonos ya— dijiste tú comenzando a caminar con aquel hombre dejando al pelirrojo extrañado por el comportamiento de ambos, algo seguro es que no saldrías ilesa de la visita del ex arconte y claro que no era porque te lastimara, ers porque quería decir que desaparecerias de tres a cinco días.