IMPRIMACION ☾ SAM ULEY

CAPITULO 10: Se esta mejor en casa que en ningún otro sitio.

El primer instinto de Valerie fue gritar lo mas fuerte posible, pero una mano le tapó la boca y la silenció. Luchó sin ver nada, asustada, hasta que registro la voz de alguien diciendo su nombre; era una voz familiar, diferente a la de Ryan. Val abrió los ojos y se encontró con el rostro de Sam frente a ella. 

La habia acorralado detrás de un árbol y sus cuerpos estaban tan juntos que a Valerie le causaba estremecimiento. 

—Te voy a soltar, pero debes prometer que no gritarás, ¿de acuerdo?—le dijo seriamente. Valerie frunció el ceño y asintió. Poco después el la soltó, pero no se alejó de ella—¡Cuidado!—la tomó del brazo y la escondió detrás del árbol cuando vio pasar un automóvil azul; el mismo que estaba estacionado antes. 

Cuando desapareció de la vista, Sam volvió a hablar, aunque esta vez parecía fastidiado:

—¿Cómo has llegado hasta aquí?

—Caminando

Valerie pestañeo ante su cambio de actitud. La miraba con el ceño fruncido. 

—¿Caminaste tres kilómetros hasta Forks?

—¿Estamos en Forks?

Sam suspiró y se alejó de ella, con las manos en las caderas. 

—Te dije que no te alejaras demasiado. Que no salieras de la reserva.

Val frunció el ceño enfadada. 

—No lo hice a propósito. No sabia que me había alejado demasiado. 

El la observó fijamente y luego volvió a suspirar antes de negar con la cabeza. 

—Tenemos que regresar—la ojeó con el ceño fruncido—¿Estas lastimada?

—Estoy bien. 

Aunque la realidad era que no estaba bien. Estaba temblando, y no solo por el frío. Y Sam se había dado cuenta. Se quitó su chaqueta de corderito y se la colocó a ella por encima de sus hombros. Le quedaba enorme pero le abrigaría. 

—Ten, así no pasarás frío. Vamos a casa. 

El la guió por el bosque. Por un camino que nunca antes habia transitado pero que intentó recordar y retener en su memoria. El camino fue algo incomodo y estuvo envuelto en algunos silencios. Sam parecía enojado, pero no solo con ella, sino con algo mas que no podia descifrar. Pero a diferencia de las veces que Valerie estuvo cerca de Ryan cuando estaba enojado, no tenia miedo estar cerca de Sam. 

En algún momento reconoció objetos familiares: la curva de grava que conducía a una casita pequeña y de madera. Val apretó el abrigo que tenia sobre los hombros pensando en lo que hubiera pasado si Sam no la salvaba de esa situación. Tembló de solo pensarlo. Se detuvo antes de entrar y el la encaró antes de que pudiese decir nada: 

—Siento haberme enojado— soltó. Ella no habló y se quedó mirándolo. No había terminado—.Pero lo que hiciste no deja de ser peligroso. 

Si Val estaba planeando pedir disculpas, después de sus palabras, ya había tirado todo por la borda. 

—¿Crees que lo hice a propósito?—preguntó atónita

—No. Pero si creo que deberías prestar mas atención.—Sam avanzó, acortando la distancia—Valerie, no puedes volver a distraerte cuando salgas. No en estos momentos. ¿Que hubiese pasado si el te veía? ¿Si yo no hubiese estado ahí para ocultarte?

—¿Y que hacías ahí entonces?—instó suspicaz y a el se le retorció un músculo de la mandíbula —Hasta donde Rachel me contó, trabajas en un taller en el pueblo. ¿Que hacías en el bosque?

Todo se le antojaba muy extraño. Agradecía la intervención de Sam, pero al mismo tiempo no podía evitar sospechar de el en algunos sentidos. Valerie lo escuchaba a altas horas de la madrugada irse de la casa y volver en la tarde. Ella no hacia preguntas porque no quería invadir su territorio personal; sin embargo, ¿hasta que punto estaba segura al cien por ciento con el?¿Por que Rachel pensó que seria una buena idea convivir con el ?. No sabían nada el uno del otro, y en el restaurante solo habían intercambiado conversaciones triviales. 

Sam la miró con una expresión que oscilaba entre la irritación y la impaciencia. Luego de un pequeño silencio, habló:

—Pensaba almorzar en casa y hacerte compañía. Por eso estaba en el bosque. Porque uso este atajo para venir aquí. 

Val se removió incomoda. Sintiéndose estúpida de repente. 

—Ah.—fue lo único que pudo decir. 

—No te preocupes. La próxima vez avisaré con antelación—dijo con dulzura y luego rió—Vamos. Entremos, hace frío. 

Val lo siguió por detrás y se sorprendió de ver a Rachel en la cocina sacando un pastel de papas del horno. 

—¡Ah, hola!. Espero que tengan hambre porque hice mucha comida. 

—¿Que haces aquí?—cuestionó Sam confundido —¿Como entraste?

—Valerie me abrió hace un rato. Y como casi es la hora del almuerzo, pues hice algo de comer. ¿Quieres?—señaló el pastel. Sam suspiró y asintió. Valerie sonrió y se quitó el abrigo de Sam de sus hombros. 

—Gracias—dijo, devolviéndoselo. El asintió con la cabeza y lo colgó en el perchero antes de sentarse en la mesa. 

—¿Y bien? ¿Que haces aquí?. Creí que estarías en el trabajo. 

Sam detuvo el movimiento de los cubiertos y le lanzo una mirada astuta.

—Quería comer en casa. ¿Que hay de ti?. Creí que el restaurante es un caos los fines de semana.

—Es mi día libre—se regodeó Rachel —. Así que fui de compras y traje un par de cosas para Valerie. 

Val miraba la discusión atenta pero como si no perteneciese a la misma. Solo era una simple espectadora. 

—Gracias por eso. Todo es muy bonito—interrumpió Val con una sonrisa apenada. 

—Ya te lo dije. No hay nada que agradecer. —le guiñó el ojo y se engullo un trozo de comida a la boca. —Por cierto, ¿Estas mejor?. Vi que te fuiste a caminar, aunque no pude detenerte. 

Val dejó de masticar y le clavó los ojos. 

—Si...gracias. 

Rachel apuntó a albos con su tenedor.

—Y...¿se encontraron en el camino?—insistió, queriendo saber. 

—A medio camino, de hecho—contestó Sam. Val lo miró—. Estaba caminando de vuelta cuando me la crucé. 

—Ya veo.—Rachel sonrió—¡Solo a ti se te ocurre salir a caminar con este frío infernal!—señalo a Valerie. 

Ella sonrió y siguió comiendo. 

La charla se desvió rápidamente hacia asuntos triviales y Valerie miró a Sam nuevamente; agradeciendo que no le haya dicho nada a Rachel de lo que había pasado. Ya habria tiempo para eso. Una vez mas, estaba en deuda con el.